Canciones machistas de nuestra vida

Esta canción es la alegría de la huerta y encima hay gilipollas a los que les gusta. Sólo el estribillo ya es para que este hombre acabase en la cárcel por apología de la violencia doméstica: “la cogí del cuello, la tiré al colchón, me lancé hacia ella, le metí un palizón”.