Síndrome de Alienación Parental en España
El 15 de mayo un juzgado de Gandía ratificó la condena por malos tratos a Julio Bronchal Cambra que, además de maltratador, se había paseado por programas de televisión y radio presumiendo de ser un psicólogo experto en problemas infantiles y defendiendo el Síndrome de Alienación Parental (SAP). Este maltratador condenado y recondenado a un año de cárcel y una indemnización de 2,000 euros para su ex mujer por un delito de malos tratos, condenado en el 2005 por falsificación de documentos y faltas de agresiones, amenazas e insultos es uno de los responsables de la campaña por la custodia compartida en España ¿cómo se te queda el cuerpo? ¿qué juez o jueza en su sano juicio deja que un hombre condenado por agresiones, amenazas, e insultos vea a l@s hij@s? ¿qué organización tiene a un energúmeno así de presidente? ¿qué programa de televisión lo sienta como tertuliano o entrevistado? ¿es que el mundo se ha vuelto loco?
El Síndrome de Alienación Parental es un invento de Richard A. Gardner que se sacó síntomas y teorías de la manga conforme le iban pagando los padres divorciantes un dinerito ($500 más o menos por entrevista - a finales de los 70 $500 eran un dineral). El síndrome de Alienación Parental ha sido desacreditado por la Asociación Norteamericana de Psicología, por jueces de familia, por el Consejo Nacional de la Juventud y por el periódico Children’s Legal Rights Journal – no ahora sino hace ya casi dos décadas. ¿Por qué en España no se hace lo mismo? ¿por qué se les da cuerda a Julio Bronchal y gárrulos como él que lo único que quieren con la custodia compartida es seguir controlando a sus ex parejas?
Porque de eso se trata: de estresar, amargar y putear a sus ex parejas todo lo que pueden y más. Cuando un hombre ha sido un buen padre, lo primero es que no le ha puesto la mano encima ni a la mujer ni a los hijos. Lo Segundo es que no hace falta que se pida la custodia compartida porque el hombre y la mujer se ponen de acuerdo – no hay nada que haga más feliz a una madre divorciada que que el padre de las criaturas siga en su vida sin que tengan que ponerle una pistola en el cuello para pagar la manutención o para verlos. Pero no. Estadísticamente, los hombres que defienden o utilizan el síndrome de alienación parental como pretexto son aquellos que nunca se han preocupado por sus hijos, que simplemente quieren tener a los hijos para ahorrarse la manutención o para putear a su ex. Algunos obligan a los niños a hacer de espías para controlar cada movimiento de la ex o para usar la información recabada contra la ex en un juicio para pasar de custodia compartida a custodia individual sobre los hijos y hacer que no puedan ver a la madre.
Eso por no hablar de lo que está de sobra demostrado – en los años 70 y 80 hubo muchísimos hombres que usaron esta estrategia legal para seguir abusando sexualmente de sus hijos, para pegarles y maltratarles psicológicamente y hacer con ellos lo que les diera la gana sin que las madres pudiesen defenderlos.
El Síndrome de Alienación Parental es un invento de Richard A. Gardner que se sacó síntomas y teorías de la manga conforme le iban pagando los padres divorciantes un dinerito ($500 más o menos por entrevista - a finales de los 70 $500 eran un dineral). El síndrome de Alienación Parental ha sido desacreditado por la Asociación Norteamericana de Psicología, por jueces de familia, por el Consejo Nacional de la Juventud y por el periódico Children’s Legal Rights Journal – no ahora sino hace ya casi dos décadas. ¿Por qué en España no se hace lo mismo? ¿por qué se les da cuerda a Julio Bronchal y gárrulos como él que lo único que quieren con la custodia compartida es seguir controlando a sus ex parejas?
Porque de eso se trata: de estresar, amargar y putear a sus ex parejas todo lo que pueden y más. Cuando un hombre ha sido un buen padre, lo primero es que no le ha puesto la mano encima ni a la mujer ni a los hijos. Lo Segundo es que no hace falta que se pida la custodia compartida porque el hombre y la mujer se ponen de acuerdo – no hay nada que haga más feliz a una madre divorciada que que el padre de las criaturas siga en su vida sin que tengan que ponerle una pistola en el cuello para pagar la manutención o para verlos. Pero no. Estadísticamente, los hombres que defienden o utilizan el síndrome de alienación parental como pretexto son aquellos que nunca se han preocupado por sus hijos, que simplemente quieren tener a los hijos para ahorrarse la manutención o para putear a su ex. Algunos obligan a los niños a hacer de espías para controlar cada movimiento de la ex o para usar la información recabada contra la ex en un juicio para pasar de custodia compartida a custodia individual sobre los hijos y hacer que no puedan ver a la madre.
Eso por no hablar de lo que está de sobra demostrado – en los años 70 y 80 hubo muchísimos hombres que usaron esta estrategia legal para seguir abusando sexualmente de sus hijos, para pegarles y maltratarles psicológicamente y hacer con ellos lo que les diera la gana sin que las madres pudiesen defenderlos.
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