Guatemala y El Salvador, dos caras de la misma moneda

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Fuente: http://boletinadignas-posicionamientos.blogspot.com/search?updated-min=2008-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&updated-max=2009-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&

GUATEMALA Y EL SALVADOR.
DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA


En la actualidad la agenda de las organizaciones de mujeres de Guatemala y El Salvador, está orientada en gran medida a desarrollar estrategias de denuncia a la actitud indolente de la justicia y de las autoridades gubernamentales para enfrentar seriamente el flagelo de los asesinatos de género (femicidio/feminicidio) en ambos países.

Las iniciativas que alcanzaron gran protagonismo público fueron el II Seminario Regional sobre Violencia contra las Mujeres y Feminicidio realizado en San Salvador, del 22 al 24 de abril de 2008 bajo la conducción de la Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres, Capítulo El Salvador, y el Encuentro Latinoamericano “No al femicidio” celebrado en Guatemala, los días 22 y 23 de mayo de 2008 convocado por la Convergencia Cívico Política de Mujeres (CCPM), el Centro de Investigación, Capacitación y Apoyo a la Mujer (Cicam) y la Red de Sobrevivientes.


RECONOCER AL FEMINICIDIO

El II Seminario Regional sobre Violencia contra las Mujeres y el feminicidio, fue una iniciativa de la Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres, Capítulo El Salvador, integrada por la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA), Asociación de Mujeres por la Dignidad y la Vida, Las Dignas, y el Movimiento de Mujeres “Mélida Anaya Montes”. Además contó con el apoyo de un conjunto de organismos de la cooperación internacional de España, Canadá y Holanda.

El tema central del Seminario fue la responsabilidad del Estado en la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres y especialmente de los feminicidios. La presencia de expositoras internacionales como Diana Russsell, teórica feminista del feminicidio y catedrática del Mills College de Oakland, California, de Rita Segato, investigadora y teórica feminista brasilera, y de representantes de los movimientos de mujeres de El Salvador, Colombia, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, México y España, enriqueció el debate a través de un intercambio de experiencias sobre esta problemática.

Asimismo, el Seminario contó con las intervenciones de María Guadalupe Ramos Ponce, representante del Observatorio del Feminicidio en México; Walda Barrios, catedrática de la Universidad de San Carlos de Guatemala y Presidenta de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (UNAMG); Gisela de León, abogada del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), y Glenda Vaquerano, representante de la Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres, de El Salvador.

Algunos temas abordados fueron la pornografía y su conexión con la violencia sexista y la necesidad de reconocer el concepto de feminicidio como la expresión máxima de la violencia de género. Tanto las panelistas como las activistas participantes enfatizaron en la necesidad de que en el país, como en otros países centroamericanos, se reconozca a nivel de las instancias de gobierno, el término feminicidio para un abordaje integral del fenómeno.


ACCIONES COLECTIVAS

En el marco de la agenda para combatir los asesinatos de género, la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA) en colaboración con varias organizaciones feministas y representantes de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y de la procuradoría General de la República (PGR), viene elaborando un anteproyecto de Ley para investigar y castigar los casos de asesinatos de mujeres. Esta propuesta será presentada ante la Asamblea Legislativa antes que finalice el año. Según datos del Instituto de Medicina Legal, en el año 2007, en El Salvador se registraron 337 casos de mujeres asesinadas por sus maridos o ex parejas. A pesar de estas cifras, ni la fiscalía ni la policía han investigado estos casos como feminicidios. “Si bien han disminuido los casos de asesinatos comparados con el año 2006, que cerró con 437 y el año 2007, con 337, es alarmante que una mujer muera diariamente, dice Vaquerano, quien recalca que “no es un problema de pandillas matando mujeres, es un problema que tiene que ver con la cultura machista y las relaciones desiguales entre hombres y mujeres”.

El 12 de marzo de 2008, la Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres, en el curso de una Audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), presentó un informe detallado de la situación que vive El Salvador ante la alta incidencia de asesinatos de género. Esta audiencia contó con el apoyo del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL). El objetivo de esta audiencia fue denunciar la actitud pasiva de las instituciones del Estado frente a la alarmante cifra de feminicidio que se registra a diario. Las estadísticas son preocupantes. En el año 2004, se registraron 260 feminicidios; en el 2005, 390; en el 2006, 437 y cerca 300 asesinatos fueron contabilizados al término del año 2007.

La violencia contra las mujeres tiene diferentes manifestaciones, entre ellas la violencia sexual. Por ejemplo, en el año 2005, hubo 3 mil 166 casos, de los cuales un 80.8 por ciento fueron mujeres y niñas: en el año 2006, se produjeron 3 mil 390 de agresiones sexuales. El total registrado en dos años fue de 6 mil 566 casos, una cifra alarmante en comparación a la población del país.


GUATEMALA “PARAÍSO DE ASESINOS DE MUJERES”

El Primer Encuentro Latinoamericano “No al Femicidio” realizado en Guatemala los días 22 y 23 de mayo de 2008, puso en el debate nuevamente la necesidad de afrontar con políticas integrales, el flagelo de los asesinatos de género. El evento fue organizado por la Convergencia Cívico Política de Mujeres (CCPM), el Centro de Investigación, Capacitación y Apoyo a la Mujer (Cicam) y la Red de Sobrevivientes, con el apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y el Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer (UNIFEM).

La asistencia de un grupo de expertas y expertos y activistas de los movimientos de mujeres de México, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Perú y Estados Unidos, permitió un amplio de debate a partir de la exposición de experiencias y de estudios relacionados con el tema. Carlos Castresana, jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cig), dio a conocer los resultados de su estudio sobre los asesinatos de género. De acuerdo a sus observaciones, Guatemala ocupa el tercer lugar en asesinatos de mujeres en el área centroamericana donde la impunidad es del 98 por ciento, ya que sólo se han resuelto el 2 por ciento de los casos de las casi dos mil víctimas registradas del año 2005 hasta el 2007.

Estos índices colocan a Guatemala detrás de México y El Salvador, pero como explicó Castresana, el aumento de casos en los últimos años debe preocupar a la sociedad y a las autoridades del Estado. El creciente número de estos crímenes arrojó en el año 2003, 416, en el 2004, 497, y en los últimos tres años, una media de 600. “Los índices son altísimos y las respuestas del estado son pobres, por eso la Cigig lo ha tomado para su análisis, y esperamos en poco tiempo hacer las recomendaciones necesarias”, aseguró Castresana.

Respecto a las políticas de prevención, el funcionario contó que una mujer que es asesinada hoy “tiene un antecedente de 35 ataques anteriores, pero el problema es que no se tienen grados de prevención”. Este organismo presentará al Congreso de la República unas 12 iniciativas de reformas de leyes, que incluyen cambios al Código Penal. Guatemala cuenta con la “Ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer” promulgada abril de 2008. Esta ley define el delito de femicidio como “el asesinato de una mujer en el marco de relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres” y establece penas de 25 a 50 años de prisión. También tipifica como delitos, la violación, los golpes y maltratos, la violencia psicológica y económica con penas que van entre 5 y 8 años de prisión.

Las redes y organizaciones del movimiento feminista que lucharon durante varios años por lograr una legislación de este tipo, esperan que la aplicación de la Ley no sea letra muerta y Guatemala no sea más un “paraíso para asesinos de mujeres”, como calificó a este país, la Cadena CBS.


AUDIENCIA FEMINICIDIOS EN EL SALVADOR. (12.03.08)


INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN DE FEMINICIDIO.

El objetivo con la presente audiencia es visibilizar y reinvindicar que la violencia contra las mujeres en El Salvador tiene distintas manifestaciones que pude llegar a la muerte, a la tentativa o a las formas más extremas de la violencia y que partiendo de esta base denominamos esta problemática como FEMINICIDIOS.

En el caso de los feminicidios se analiza que no sólo se trata de una subvaloración de lo femenino y de las mujeres, sino que se detecta un odio activo del agresor hacia la víctima y a las mujeres en general. Ese odio contra las mujeres se llama misoginia, y es un factor importante en justificar la violencia extrema que se da en los casos de feminicidio.

El feminicidio es un concepto amplio y se define como: “la forma más extrema de violencia de género contra las mujeres, conformada por el conjunto de conductas misóginas, violencia física, psicológica, sexual, educativa, laboral, económica, patrimonial, familiar, comunitaria e institucional, que conllevan a la impunidad social y del Estado al colocar a las mujeres en riesgo o en situación indefensa, que pueden culminar en la muerte o en tentativa y en otras formas de muerte evitable.”

Y se manifiesta bajo las siguientes formas:

- La violencia extrema, en la que se violenta el bien jurídico más preciado: la vida, para toda persona.

- El continum que supone que la mujer ha sufrido actos previos de violencia de todo tipo que en ocasiones termina con la muerte.

- La impunidad social y jurídica, como consecuencia de la cultura patriarcal existente en El Salvador y permitida por el Estado.

- El Estado es responsable en las muertes evitables de mujeres, como en el caso de: VIH- SIDA, por la penalización del aborto terapéutico, el cáncer Cérvico - uterino, de mama y otros y la falta de acceso a la salud en general para las mujeres.

El feminicidio esta fundamentado en aspectos culturales y estructurales de inequidad y dominio de una persona hacia la otra en razón de los roles de género socialmente asignados, por lo que constituye una acción de discriminación por sexo en contra de las mujeres. La violencia es una condición para que subsista el patriarcado, porque la opresión de las mujeres sería inexplicable sin la violencia. La violencia de género contribuye a mantenerlas excluidas de espacios fundamentales, y sujetas a diversas formas de discriminación y explotación.

El problema de los feminicidios en la región ya ha sido abordado por esta Ilustre Comisión. Al respecto, en su informe sobre Ciudad Juárez estableció que la violencia basada en el género es inaceptable, sea que se manifieste a través de asesinatos o violencia sexual o doméstica. La consecuencia de la impunidad consiste en reducir la visibilidad de esas violaciones de derechos al punto en que la violencia doméstica, por ejemplo, es en la práctica un crimen invisible.


SITUACIÓN DE LOS FEMINICIDIOS EN EL SALVADOR

El Feminicidio es un problema grave en El Salvador, por lo que es importante ilustrarle a esta Comisión sobre información de: violencia Intrafamiliar, violencia sexual, muertes prevenibles y por la falta de acceso a la salud integral de las mujeres.

Para el caso de los feminicidios, no se cuenta con datos específicos sobre los mismos por lo que la información que se tiene es sobre las muertes de mujeres en general. En 1999 se verificaron 195 casos, en el 2006 - 437 casos y para el 2007 de enero a septiembre 257 casos; según fuente del Instituto de Medicina Legal, entidad que es una dependencia de la Corte Suprema de Justicia. Situación preocupante, ya que desde 1999 a la fecha los feminicidios han aumentado sin que se conozcan acciones y respuestas de parte del Estado para atender esta problemática, pese a las múltiples demandas del movimiento de mujeres en el país para que se investigue y se sancione a los agresores.

Para el 2007, las zonas geográficas en la que ocurrieron los feminicidios son para la zona rural de 134 y para la zona urbana 120, lo cual refleja que no hay una diferencia significativa por zonas lo que nos hace concluir que es una situación generalizada en todo el país.

Con base a las estadísticas puede afirmarse que el feminicidio no respeta edad ni condición social, las edades de las victimas son variables desde cero a 60 años y más, pero la mayoría son jóvenes de 20 años a 29 años de edad; este rango de edad registra 75 asesinatos; le sigue con 58, víctimas cuyas edades son de 10 a 19 años; seguidos de 30 a 39 años, con 46 casos.

El mito patriarcal es que son las mujeres las que provocan y gustan de ser violadas porque salen de noche, provocando o frecuentando lugares peligrosos. Ello se comprueba con las declaraciones emitidas por el subdirector de investigaciones de la PNC quien afirmó que un mínimo porcentaje de mujeres asesinadas, eran consideradas como” victimas inocentes” es decir, sin vínculos delictivos.

Dichos cuerpos han sido encontrados en su orden en los siguientes lugares: vía pública, domicilio particular, calle y predio baldío. Además en la mayoría de los casos han sujetas de vejaciones, desnudadas, violadas, torturadas, quemadas, mutiladas y otras con tiros de gracia en alguna parte de su cuerpo. Así mismo muchas de estas mujeres han enfrentado previamente violencia por parte de sus parejas y la han denunciado, teniendo procesos en curso y gozando de medidas de protección. Por ejemplo el caso de Saddy Reales, mujer joven, con dos hijas, quien gozaba de medidas de protección, siendo asesinada en la vía publica por su ex compañero de vida, este fue sobreseído por la no colaboración de la PNC, quienes fueron testigos al igual que el personal médico que la atendió. Con este caso se demuestra el continum de violencia que las mujeres enfrentan a diario y en algunos casos termina con la muerte de ellas.

Según diferentes fuentes como: Los datos reportados de violencia intrafamiliar por el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer, ISDEMU, es el ente rector de la política nacional de la mujer, reporta en el año 2006 entre enero y agosto, 3,720 denuncias, la PNC reporta 4,792, la Fiscalía General de la República reporta 1, 481 denuncias.

Es de hacer notar que estos datos desagregadas por sexo de estas instancias no contribuyen a visibilizar la problemática específica de la violencia en contra de las mujeres, ya que por lo general abordan la violencia desde un enfoque familista además estos datos reportados varían sustancialmente de acuerdo a la fuente que se consulte.

En relación a las muertes prevenibles de mujeres, nos encontramos frente a: muertes por: VIH- SIDA, por la penalización del aborto terapéutico, el cáncer Cérvico - uterino, de mama y otros y la falta de acceso a la salud en general para las mujeres. Los datos oficiales no logran dimensionar las muertes prevenibles ni la precaria situación del sistema de salud. A manera de ejemplo, solo existe un aparato en el Hospital Nacional de Maternidad para llevar a cabo la mamografía, además sus instalaciones están a punto de colapsar pese a contar con el financiamiento en el año 2006 para la construcción de un nuevo hospital. Es de hacer notar que en el tema de acceso a la salud para las mujeres, existe un subregistro que no visibiliza las muertes de estas mujeres.


LA REACCIÓN ESTATAL FRENTE A LOS FEMINICIDIOS.

En El Salvador, no existen normativas relacionadas a la violencia de género, contamos con una ley contra la violencia intrafamiliar que, resulta ser insuficiente porque no visibiliza, ni dimensiona la violencia contra las mujeres mas allá del ámbito familiar, la misma se vuelve inoperante por quienes la aplican.

Existe en el actuar del Estado, grandes vacíos que forman parte de las causas principales de la violencia de género ya que la posibilitan y la permiten:

a. La falta de una atención integral a las mujeres que enfrentan violencia de género. El abordaje que se da es solo en relación a la atención legal (muy deficiente), es decir que solo se atiende cuando se ha verificado un suceso de violencia en contra de las mujeres y no existe una apuesta por la prevención y erradicación de la misma. Además en la atención sicosocial, existen profesionales que propician la conciliación entre la victima y victimario, culpabilizando de los hechos a las mujeres.

b. La desprotección de las mujeres y la impunidad para los agresores. El Estado salvadoreño se niega a ver y a investigar el problema. Adjudica la muerte de las mujeres a la violencia delincuencial, como las pandillas, y no se concibe como una forma de exterminio, de tortura dirigido a un grupo específico: las mujeres. Tampoco se concibe como un problema estructural y por lo tanto político. En los documentos elaborados desde nuestras organizaciones, se señala como uno de los principales obstáculos para investigar y hablar sobre los feminicidios es precisamente el no contar con datos estadísticos confiables, y sobre todo la falta de voluntad política para asumir la problemática con su complejidad y gravedad, la impunidad que reina en torno a la violencia ejercida contra las mujeres, la inaplicabilidad o mala interpretación de las leyes y por ende la falta de interés de investigar y encontrar posibles soluciones.
Por ejemplo: De enero a septiembre de 2007, se reportaron un total 257 casos, 194 no registra ninguna hipótesis; en 29 casos se cree que los móviles del crimen fueron la delincuencia común; 16 presuntamente ejecutadas por maras, y 12 por violencia intrafamiliar. Lo cual evidencia la falta de diligencia de la fiscaliza general de la republica en la no investigación del delito. El estudio sobre la investigación y el juzgamiento en los casos de homicidio en El Salvador del PNUD señala un problema grave de impunidad en el país, de los 443 expedientes revisados, el total de las víctimas que figuran en los expedientes fiscales analizados, el 88% fueron hombres y el 12% mujeres, de los cuales solo 3.8% logra ser juzgado y tener una sentencia condenatoria. Esto se debe a varios factores, entre ellos una falta de seriedad con que se hace la investigación y con que se da seguimiento a los casos. Dicho informe, visibiliza la problemática de la investigación del delito de homicidio e impunidad en general, y no visibiliza las muertes de mujeres como casos diferentes al de los hombres. En la práctica hay serias limitantes en la protección de las mujeres y la sanción de los agresores. La inacción del Estado ante la violencia de género conlleva a la impunidad de los agresores y una tolerancia a esta violencia en la sociedad salvadoreña.

c. La falta de políticas de prevención dirigidas a transformar las desigualdades genéricas de poder, las creencias que las sostienen, y la desinformación de la población sobre la problemática y la ley. En nuestro país no existe una política pública que atienda de manera diferencial la problemática de violencia y de feminicidios. El ISDEMU como ente rector, no responde a su mandato frente a la violencia. El Estado Salvadoreño no brinda información actualizada sobre la problemática de la violencia en contra de las mujeres, la cual debería de ser de dominio publico.El que el Estado no intervenga, es una violación a los derechos humanos, y se explica principalmente por el hecho de que las instituciones del Estado están permeadas con las mismas ideas conservadoras de la cultura patriarcal, que prevalecen en la sociedad. Esto hace que el Estado permita la invisibilización de la violencia contra las mujeres y que no se le vea como problema prioritario de erradicar. Existe permisibilidad en relación a los medios de comunicación de alcance a nivel nacional, por parte del Estado al no censurar el uso de contenidos violentos en la publicidad, así como en el abordaje de las noticias en el caso de los feminicidios, violentando así los compromisos adquiridos con la convención de la Belem do para. Para ejemplo: la campaña publicitaria de una Zapatería con su slogan Están de Muerte, y mostrando mujeres muertes, con una etiqueta atada al dedo gordo del pie y en una morgue.

Por todo lo anteriormente expuesto las mujeres y la población en general no confían en el sistema de justicia.


PETICIONES:

Con base en las anteriores consideraciones solicitamos a la Ilustre Comisión:

1. Que exhorte al Estado Salvadoreño, a Investigar bajo el concepto y significado de los feminicidios.

2. Que exhorte al Estado Salvadoreño, a visibilizar la violencia en contra de las mujeres en la prevención, atención y erradicación de la misma en el ámbito: político, legal, judicial y sociocultural.

3. Que el relator de El Salvador, acompañado por la relatora de derechos de la mujer, visite el país, para verificar el estado de situación de la violencia contra la mujer y la falta de efectividad de las medidas adoptadas por el Estado para hacer frente a ella.

4. Que, producto de esa visita, la relatoría de derechos de la mujer realice un informe acerca de la situación de los derechos de la mujer, con especial énfasis en aquéllos que son afectados a través de la violencia.

5. Que en su comunicado de fin de audiencias manifieste preocupación por los altos niveles de violencia que afectan a la sociedad salvadoreña, con especial impacto en las mujeres.

© Las Dignas
Fuente: http://boletinadignas-posicionamientos.blogspot.com/search?updated-min=2008-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&updated-max=2009-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&

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