Mujer y Sida en EEUU

* * copiado tal cual de la página web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés): http://cdc.gov/hiv/spanish/resources/factsheets/women.htm

VIH/SIDA ENTRE LAS MUJERES

A principios de la epidemia, se diagnosticaba el VIH y SIDA a un número relativamente pequeño de mujeres y adolescentes de sexo femenino (aun cuando ahora se sabe que muchas mujeres estaban infectadas por el VIH por el uso de drogas inyectables, pero sus infecciones no eran diagnosticadas). En la actualidad, las mujeres representan más de la cuarta parte de todos los nuevos casos de VIH/SIDA diagnosticados. Las mujeres de color son las más afectadas por la infección por el VIH y el SIDA. En el 2004 (el año más reciente del cual se tienen datos), la infección por el VIH fue:

- la principal causa de muerte entre las mujeres negras (incluidas las afroamericanas) de 25 a 34 años de edad;

- la tercera causa principal de muerte entre las mujeres negras de 35 a 44 años de edad;

- la cuarta causa principal de muerte entre las mujeres negras de 45 a 54 años de edad;

- la cuarta causa principal de muerte entre las mujeres hispanas de 35 a 44 años de edad.

En el mismo año, la infección por el VIH fue la quinta causa principal de muerte entre todas las mujeres de 35 a 44 años de edad, y la sexta causa principal de muerte entre todas las mujeres de 25 a 34 años de edad. Las únicas enfermedades que causaron más muertes entre las mujeres fueron el cáncer y las enfermedades cardíacas.

ESTADÍSTICAS

El VIH/SIDA en el 2005

(Los siguientes puntos, con la excepción del último, se basan en datos de 33 estados con sistemas prolongados de notificación nominal y confidencial del VIH*).

- Se diagnosticó el VIH/SIDA en un número estimado de 9,708 mujeres.

- El contacto heterosexual de alto riesgo fue el origen del 80% de estas nuevas infecciones diagnosticadas.

- Las mujeres representaron el 26% de un estimado de 37,163 casos diagnosticados en adultos y adolescentes.

- De las 126,964 mujeres que vivían con el VIH/SIDA, 64% eran negras, 19% eran blancas, 15% eran hispanas, 1% eran asiáticas o de las islas del Pacífico, y menos del 1% eran indias americanas o nativas de Alaska.

- El número estimado de casos de VIH/SIDA en mujeres adultas y adolescentes se redujo de 11,941 a 9,708 en el 2005.

- Según un estudio reciente en el cual participaron más de 19,500 pacientes con el VIH, realizado por los CDC en 10 ciudades de los EE.UU., la probabilidad de que las mujeres recibieran medicamentos recetados para tratar la infección por VIH de la manera más eficaz era un poco más baja que para los hombres.

- De los 40,608 casos de SIDA diagnosticados en los 50 estados y el Distrito de Columbia, 10,774 (26%) eran mujeres.

- El índice de casos de SIDA diagnosticados en mujeres negras (45.5/100,000 mujeres) fue aproximadamente 23 veces más alto que el índice entre las mujeres blancas (2.0/100,000) y 4 veces más alto que el índice entre las mujeres hispanas (11.2/100,000).

- Se calcula que vivían con el SIDA 95,959 mujeres, lo cual representó el 23% de un estimado de 421,873 personas que vivían con el SIDA en los 50 estados y el Distrito de Columbia.

- Se calcula que murieron 4,128 mujeres con SIDA, lo cual representó el 25% de las 16,316 personas con SIDA que murieron en los 50 estados y el Distrito de Columbia.

- Desde el inicio de la epidemia (1981) hasta finales del 2005, se diagnosticó el SIDA en 181,802 mujeres, lo cual representó el 19% de los 952,629 casos de SIDA diagnosticados en los 50 estados y el Distrito de Columbia en ese período.

- Se calcula que desde el inicio de la epidemia hasta finales del 2005 murieron con SIDA 85,844 mujeres, lo cual representó el 16% de las 530,756 personas con SIDA que murieron en los 50 estados y el Distrito de Columbia.

- Las mujeres con SIDA representaron una parte creciente de la epidemia. Se calcula que en 1992 las mujeres representaron el 14% de los adultos y adolescentes que vivían con SIDA en los 50 estados y el Distrito de Columbia. Para finales del 2005, esta proporción había ascendido a 23%.

- Los datos del censo del 2005 indican que, en conjunto, las mujeres negras e hispanas representan el 24% de todas las mujeres en Estados Unidos. No obstante, las mujeres en estos dos grupos representaron el 82% (8,807/10,774) del total estimado de casos de SIDA diagnosticados en las mujeres en el 2005.

FACTORES DE RIESGO Y OBSTÁCULOS PARA LA PREVENCIÓN

Personas más jóvenes

Entre las mujeres de todas las razas y grupos étnicos, el grupo de 15 a 39 años de edad representó el número más grande de casos de VIH/SIDA diagnosticados en los últimos años. Entre 2001 y finales del 2004, el número de casos de VIH/SIDA diagnosticados en mujeres de 15 a 39 años de edad disminuyó entre las mujeres blancas, negras e hispanas. En ese período aumentó el número de casos de VIH/SIDA diagnosticados en mujeres asiáticas y de las islas del Pacífico, así como en mujeres indias americanas y nativas de Alaska del grupo de 15 a 39 años de edad.

1. Desconocimiento de los factores de riesgo de la pareja

Es posible que algunas mujeres no tengan conocimiento del riesgo de que sus parejas de sexo masculino contraigan la infección por el VIH (por ejemplo, mediante relaciones sexuales sin protección con varias parejas, relaciones sexuales con hombres o el uso de drogas inyectables). Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y con mujeres pueden contraer el VIH de una pareja de sexo masculino y luego transmitir el virus a sus parejas femeninas. Un estudio de personas infectadas por el VIH (5,156 hombres y 3,139 mujeres) realizado en el 2003, indica que el 34% de los hombres negros que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), el 26% de los HSH hispanos y el 13% de los HSH blancos afirmaron haber tenido relaciones sexuales con mujeres. No obstante, es posible que sus parejas femeninas no estuvieran al tanto de la actividad bisexual de su pareja masculina: solo el 14% de las mujeres blancas, el 6% de las mujeres negras y el 6% de las mujeres hispanas de este estudio reconocieron que tenían una pareja bisexual. Otro estudio de los CDC reveló que el 65% de los hombres jóvenes que alguna vez tuvieron relaciones sexuales con otros hombres también tuvieron relaciones sexuales con mujeres. Las mujeres que sólo tienen relaciones sexuales con mujeres, en ausencia de otros factores de riesgo, como el uso de drogas inyectables, están expuestas a un riesgo muy bajo de infección por el VIH (CDC, datos no publicados, 2006).

2. Factores de riesgo entre heterosexuales de alto riesgo

La mayoría de las mujeres quedan infectadas por el VIH a través del contacto heterosexual de alto riesgo. Las mujeres negras y blancas representaron el 81% de las mujeres que vivían con el VIH/SIDA en el 2005 y que contrajeron el VIH a través del contacto heterosexual de alto riesgo. La falta de conocimiento sobre el VIH, la poca percepción del riesgo, el consumo de drogas y alcohol y las diferentes interpretaciones de lo que significa protegerse en las relaciones sexuales son factores que pueden contribuir a esta desproporción. La dinámica de la relación de pareja también tiene su efecto. Por ejemplo, es probable que algunas mujeres no insistan en el uso del condón por temor a que sus parejas las maltraten físicamente o las abandonen. Esta desigualdad sexual es un problema importante en las relaciones entre mujeres jóvenes y hombres mayores. Según un estudio realizado por los CDC en escuelas secundarias urbanas, más de un tercio de las mujeres negras e hispanas tuvieron su primer encuentro sexual con un hombre mayor que ellas (3 años o más). Estas mujeres jóvenes, que en comparación con sus pares cuyas parejas tenían más o menos su misma edad, tenían menos edad cuando tuvieron su primera relación sexual, y probablemente pocas de ellas usaron un condón durante la primera relación y en la relación más reciente, o lo hayan usado en forma sistemática.

3. Vulnerabilidad biológica y enfermedades de transmisión sexual

La probabilidad de contraer la infección por el VIH durante las relaciones sexuales vaginales es más alta en las mujeres que en los hombres. [14, 15]. Además, la presencia de algunas enfermedades de transmisión sexual aumenta en gran medida la probabilidad de contraer o transmitir la infección por el VIH. Los índices de gonorrea y sífilis son más altos entre las mujeres de color que entre las mujeres blancas. Estos índices altos son más evidentes entre mujeres más jóvenes (15 -24 años de edad).

4. Consumo de sustancias estupefacientes

Se calcula que 1 de cada 5 casos nuevos de VIH diagnosticados en mujeres está relacionado con el uso de drogas inyectables. Compartir los equipos para la inyección de drogas contaminados con el VIH no es la única fuente de riesgo asociado al consumo de sustancias estupefacientes. Las mujeres que consumen cocaína/crack u otras drogas no inyectables también pueden exponerse a un alto riesgo de transmisión sexual del VIH si venden o intercambian relaciones sexuales por drogas. Además, los usuarios de sustancias estupefacientes, ya sea de forma crónica u ocasional, tienden más a adoptar conductas de alto riesgo (como tener relaciones sexuales sin protección) cuando están bajo el efecto de las drogas o el alcohol.

5. Problemática socioeconómica

Casi 1 de cada 4 mujeres negras y 1 de cada 5 hispanas viven en pobreza. Los problemas socioeconómicos asociados a la pobreza (incluidos el acceso limitado a buenos cuidados de salud, el intercambio de relaciones sexuales por drogas, dinero o para satisfacer otras necesidades, y los altos niveles de consumo de sustancias estupefacientes) pueden aumentar, directa o indirectamente, los factores de riesgo que predisponen a contraer el VIH. Un estudio sobre la transmisión del VIH entre las mujeres negras en Carolina del Norte determinó que, en comparación con las mujeres no infectadas, las mujeres a quienes se les diagnostica la infección por el VIH tienen significativamente una mayor tendencia a estar desempleadas, a tener más de una pareja sexual, a consumir crack/cocaína, a intercambiar relaciones sexuales por dinero, techo o drogas o a recibir asistencia pública.

6. Diferencias raciales y étnicas

Los índices de casos de VIH diagnosticados en las mujeres y los factores de riesgo de contraer la infección por el VIH varían según la raza o grupo étnico. Esta es una situación que debe tomarse en cuenta cuando se crean los programas de prevención. Por ejemplo, aun cuándo el índice anual estimado de casos de VIH diagnosticados en mujeres negras haya disminuido considerablemente (de 82.7 por 100,000 personas en el 2001 a 60.2 por 100,000 en el 2005), sigue siendo 20 veces más alto que el índice registrado en las mujeres blancas [3, 23]. En general, los índices de casos de VIH diagnosticados en las mujeres negras e hispanas son mucho más altos que en las mujeres asiáticas o de las islas del Pacífico, las indias americanas y las mujeres de Alaska. Los índices entre las mujeres negras son más altos que los índices entre todos los hombres, con la excepción de los hombres negros [3, 24, 25].

7. Múltiples factores de riesgo

Algunas mujeres infectadas por el VIH reportan más de un factor de riesgo, lo cual resalta la coexistencia de varios factores de riesgo, como la desigualdad en las relaciones, el estrés socioeconómico, el consumo de sustancias estupefacientes y los problemas psicológicos. Por ejemplo, en el estudio sobre la infección por el VIH entre mujeres negras, realizado en Carolina del Norte, las participantes con mucha frecuencia afirmaron que las razones por las cuales adoptaban conductas peligrosas eran su dependencia financiera de las parejas masculinas, la sensación de invencibilidad, la baja autoestima unida a la necesidad de sentirse amadas por una figura masculina y el consumo de drogas y alcohol.

PREVENCIÓN

Los CDC calculan que en el 2006 ocurrieron 56,300 nuevas infecciones por el VIH en Estados Unidos. La epidemia del VIH afecta de manera desproporcionada a las minorías raciales y grupos étnicos. Para reducir más la incidencia del VIH, los CDC anunciaron en el 2003 una nueva iniciativa llamada Avance en la prevención del VIH (Advancing HIV Prevention). Esta iniciativa comprende 4 estrategias: hacer que las pruebas del VIH sean una práctica habitual en la atención médica, implementar nuevos modelos para el diagnóstico de infecciones por el VIH fuera del entorno médico, trabajar con las personas infectadas por el VIH y sus parejas para prevenir un mayor número de infecciones y reducir más aún la transmisión perinatal del VIH.

En los Estados Unidos, las mujeres, en particular las de color, corren el riesgo de infección por el VIH. Los CDC, mediante la Iniciativa del SIDA para las minorías (en inglés, Minority AIDS Initiative) del Departamento de Salud y Servicios Humanos, exploran maneras de reducir las disparidades en comunidades de personas pertenecientes a minorías raciales o grupos étnicos expuestos a un alto riesgo de infección por el VIH. Además, los CDC están llevando a cabo actividades de demostración en las que se usan redes sociales de mujeres a fin de llegar a personas de alto riesgo en comunidades de color, y están ofreciendo servicios de alcance y pruebas para las parejas de hombres infectados por el VIH. Así mismo, los CDC reconocen la importancia de seguir incluyendo en las intervenciones actuales materiales sensibles a las diferentes culturas y relevantes según el género.

Los CDC patrocinan programas de prevención en departamentos de salud estatales y locales y en organizaciones comunitarias. A continuación se citan algunos ejemplos.

En Illinois, el programa Access Community Health Network es la red de centros de salud comunitarios más grande del país que recibe fondos para la implementación de consejería, pruebas y remisiones (CTR por sus siglas en inglés) en las comunidades de Chicago con el mayor índice de casos de VIH, y para la implementación de SISTA (Sisters Informing Sisters about Topics on AIDS), un programa de intervención que inculca habilidades sociales con el propósito de reducir las conductas sexuales de riesgo de infección por el VIH entre las mujeres afroamericanas que pertenecen a grupos de alto riesgo.
En Massachusetts, CAB Health & Recovery Services, Inc. recibe fondos para sustentar los servicios de consejería para la reducción del riesgo de transmisión del VIH y de control preventivo de casos, y también para Women RISE (siglas en inglés de Risk Identification, Strategies, and Empowerment), un programa de servicios de prevención del VIH que se ocupa de mujeres y de sus parejas que corren alto riesgo de infección por el VIH, que no tienen un hogar y viven en un albergue para familias o que son identificadas mediante servicios de alcance realizados en las calles.
En California, la organización Orange County Bar Foundation adapta la intervención SISTA a las latinas de 18 a 24 años de edad.

En Florida, el Center for Multicultural Wellness & Prevention, Inc. se ocupa, a través de SISTA y CTR, de los problemas de salud que afectan a las mujeres afroamericanas y haitianas.

En Nueva York, la organización Community Healthcare Network ofrece servicios de intervención para la prevención por medio de consejería, consejería integral de riesgos y remisiones, y RAPP (siglas en inglés de Real AIDS Prevention Project) ofrece intervenciones para mujeres afroamericanas e hispanas.

Los CDC también financian la investigación sobre intervenciones destinadas a reducir las conductas de riesgo relacionadas con el VIH y sus consecuencias. Por ejemplo, la intervención Women and Infants Demonstration Projects se centró en mujeres sexualmente activas, de bajos recursos y residentes de zonas urbanas deprimidas, para medir el consumo de drogas inyectables, las conductas sexuales y el número de mujeres que se hacen la prueba del VIH, las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo. Estas intervenciones de demostración aumentaron el uso de condones y conllevaron a la adopción del paquete de intervención RAPP, que puede obtenerse en los CDC, junto con la capacitación y la asistencia técnica.

Los CDC participan activamente en el estudio del área prometedora de los microbicidas (cremas y geles que pueden aplicarse en la vagina antes del contacto sexual para prevenir la transmisión del VIH). La producción de un microbicida seguro y fácil de usar sería un gran avance en la lucha contra el VIH/SIDA en el mundo entero. Los CDC contribuyen a la búsqueda de una agente microbicida eficaz a través de las siguientes líneas de investigación:

- Realización de estudios de laboratorio y en animales que ayuden a evaluar la seguridad y la eficacia de los microbicidas antes de que se estudien en humanos.
- Apoyo a ensayos clínicos en Estados Unidos, Asia y África, para evaluar la seguridad de los microbicidas en los humanos. Los estudios clínicos en humanos que se están llevando a cabo en la actualidad incluyen el ensayo de seguridad fase I de UC-781, el cual se está realizando entre mujeres en Estados Unidos y Tailandia.

Para reducir la transmisión del VIH de madre a hijo en Estados Unidos, los CDC han otorgado aproximadamente $10 millones anuales desde 1999 a diferentes organizaciones nacionales y a varios estados con altos índices de VIH/SIDA. Estos fondos apoyan los programas de prevención perinatal del VIH, mejoran la vigilancia de las madres y bebés infectados por el VIH, la educación, la creación de capacidad entre los proveedores de atención médica y los médicos del sector público.

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