Si cuando yo digo que la justicia española es un cachondeo…

En Canarias, entre 1998 y 2005, hubo una serie de violaciones cometidas por “el violador de la furgoneta blanca”. No sé cuántas mujeres fueron violadas, cuántas denunciaron o fueron al hospital ni cómo se recogieron las 402 muestras que no van a analizarse. Tirando por lo bajo, vamos a suponer que sean 100 mujeres… 100 mujeres que se quedan como estaban porque el violador se ha suicidado en prisión y la justicia española considera que muerto el perro se acabo la rabia y no hay nada más que investigar. Como botón de muestra, no te pierdas la perla que ha soltado el fiscal: “Fallecido el supuesto autor, no hay que cotejar nada con ese señor”.

Osea, que como el violador se ha muerto, (a) ni las mujeres tienen derecho a saber a ciencia cierta si fueron violadas por este animal, (b) ni se va a investigar si en lugar de un violador hubo varios violadores que ahora se sientan libres para seguir violando impunemente.