Yo también quiero un despacho

¿Soy yo o en Madrid se han vuelto locos? Lo mismo estoy contagiada del estilo de vida norteamericano y las historias de superación de amor y lujo que nos venden. Creo que, si van a poner a alguien como director o directora del Observatorio Contra La Violencia de Género de la Comunidad de Madrid a dedo, lo suyo es que sea una mujer maltratada. Yo creo que Esperanza Aguirre no ha sabido verle el potencial a esta historia. Imagínate el peliculón: de mujer maltratada a activista contra el maltrato y presidenta de un Observatorio contra la Violencia de Género.

En serio, ¿quién mejor que una mujer que ha salido de una situación de maltrato para dirigir un Observatorio contra la violencia de género? ¿para hablar, planear y llevar a cabo iniciativas que verdaderamente beneficien a las maltratadas y no sirvan sólo para que el político de turno salga mono en las fotos?

En el caso de Jesús Neira la mujer maltratada no sólo negó el maltrato sino que se paseó por los platós de media España acusándolo de entrometido y diciendo que si el hombre acabó en el hospital se lo había buscado. Osea que vale que con ella no haya mucho que hacer en lo que se refiere a asistencia psicológica laboral, económica, de vivienda, etc. Y por supuesto que él ha pasado lo suyo en el hospital y hay que reconocérselo, pero de ahí a ponerlo de presidente cuando lo único que hizo fue tener un poco de lo que hay que tener e intentar para una agresión ¿de qué? ¿nos hemos vuelto locos? ¿es que ahora al que respete las normas de civismo lo vamos a premiar con un puesto de trabajo pagado entre todos?

Si es así que me digan dónde tengo que apuntarme porque yo también soy muy cívica. Además reciclo y soy activista de veinte mil cosas. Vamos, que si lo que quiere la Espe es ponerse medallas, que me llame, que conmigo tiene cuatro o cinco pájaros matados de un tiro y con un despachito con vistas me conformo.

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