Romina Tejerina
Mañana se cumplen seis años del encarcelamiento de Romina Tejerina, una mujer argentina que asesinó a su bebé recién nacido de unas veinte puñaladas o tijeretazos según las diferentes versiones que circulan por internet. Romina nació en 1985, en una familia humilde en la que no se hablaba abiertamente de sexo y las hijas estaban controladas hasta el punto de no dejar que se apuntasen a los boy scouts o fuesen a campamentos no fueran a volver embarazadas. A pesar de eso, Romina salía con sus amigas como cualquier chica joven. En agosto de 2002, con 17 años, a la vuelta de una de sus salidas, Romina fue violada por un comerciante vecino de la familia. Como millones de adolescentes y mujeres que han sido violadas, Romina no dijo nada en su casa por vergüenza y por miedo a la reacción de sus padres. Romina se quedó embarazada y se pasó todo el embarazo angustiada sin saber cómo contarlo en su casa y con miedo porque seguía viendo a su violador en la calle.
A Romina se la llevó a juicio dos veces. Una por infanticidio. Otra por violación. En el juicio por el infanticidio no se tuvo en cuenta que Romina no es un peligro para la sociedad en general y que lo que necesitaba era terapia y medicación en ese momento pero no cárcel. Sin nadie con quien hablar, sin información (la pobre mía intentó abortar con un atracón de laxantes), sin dinero para abortar clandestinamente, sin opciones… y con 9 meses para darle vueltas a la cabeza, es normal que se le fuera la olla. No digo que matar a un bebé sea algo que haya que celebrarse o aplaudirle. Romina declaró haber asesinado a su bebé porque vio la cara de su violador en ella – no soy experta pero eso tiene pinta de ser un brote psicótico. En su momento a Romina se le debió dar atención médico-psicológica, perseguir a su violador, meterlo en la cárcel y dejar que ella siguiera con su vida. Romina no es una asesina de bebés en serie como esas que salen en las noticias norteamericanas. Es simplemente una chica que se vio entre la espada y la pared, que ocultó su embarazo y estuvo sometida a una presión tan tremenda que su cuerpo y su cerebro no pudieron más. El juicio por violación fue un cachondeo. La juzgada fue Romina. A ella se le preguntó si bebía, si salía y volvía de noche a casa, etc. A los testigos que salieron en su defensa también se les interrogó sobre la “catadura moral” de Romina llegándose a preguntarles qué pensarían si tuvieran una hija que hiciera lo mismo que Romina. El tribunal no creyó a Romina ni estimo necesario hacer pruebas de ADN para demostrar la paternidad del bebé muerto y establecer la violación.
Yo pienso que o jugamos todos o rompemos la baraja. No puede ser que Romina este en la cárcel, que le queden 8 años de condena por delante inapelables o difícilmente revocables y que su violador esté en la calle, absuelto de cualquier cargo. Eduardo o Emilio (Pocho) Vargas – veinte años mayor que Romina, vecino de su familia, hermano de un policía, que se reía cada vez que la veía por la calle después de violarla – es el vivo ejemplo del doble rasero con el que la justicia en Argentina y otros tantos países mide a hombres y mujeres, ricos y pobres.
Te invito a buscar en google la información de contacto de la embajada y/o consulado argentinos en tu país/ciudad y a escribirles protestando por esta injusticia. Para las que estáis en EEUU, aquí pongo información de contacto para la embajada en Washington y el consulado en Nueva York:
Ministro Alejandro Bertolo
Cónsul General Adjunto a Cargo
Teléfono – 212 603 0416
Fax – 212 541 7746
Email consulado: cnyor@mrecic.gov.ar
Dirección
Ministro Alejandro Bertolo
Cónsul General Adjunto a Cargo
Consulado General de Argentina en Nueva York
12 West 56th Street
New York, NY 10019
D. Héctor Marcos Timerman,
Embajador
Teléfono – 202 238 6400Fax – 202 332 3171
Email sección consular: consular@embassyofargentina.us
Dirección:
D. Héctor Marcos Timerman
Embajador
Embajada Argentina
1600 New Hampshire Ave, NW
Washington, DC 20009-2512
Consulado General de Argentina en Nueva York
http://www.congenargentinany.com/
Embajada Argentina en Washington
http://www.embassyofargentina.us/
A Romina se la llevó a juicio dos veces. Una por infanticidio. Otra por violación. En el juicio por el infanticidio no se tuvo en cuenta que Romina no es un peligro para la sociedad en general y que lo que necesitaba era terapia y medicación en ese momento pero no cárcel. Sin nadie con quien hablar, sin información (la pobre mía intentó abortar con un atracón de laxantes), sin dinero para abortar clandestinamente, sin opciones… y con 9 meses para darle vueltas a la cabeza, es normal que se le fuera la olla. No digo que matar a un bebé sea algo que haya que celebrarse o aplaudirle. Romina declaró haber asesinado a su bebé porque vio la cara de su violador en ella – no soy experta pero eso tiene pinta de ser un brote psicótico. En su momento a Romina se le debió dar atención médico-psicológica, perseguir a su violador, meterlo en la cárcel y dejar que ella siguiera con su vida. Romina no es una asesina de bebés en serie como esas que salen en las noticias norteamericanas. Es simplemente una chica que se vio entre la espada y la pared, que ocultó su embarazo y estuvo sometida a una presión tan tremenda que su cuerpo y su cerebro no pudieron más. El juicio por violación fue un cachondeo. La juzgada fue Romina. A ella se le preguntó si bebía, si salía y volvía de noche a casa, etc. A los testigos que salieron en su defensa también se les interrogó sobre la “catadura moral” de Romina llegándose a preguntarles qué pensarían si tuvieran una hija que hiciera lo mismo que Romina. El tribunal no creyó a Romina ni estimo necesario hacer pruebas de ADN para demostrar la paternidad del bebé muerto y establecer la violación.
Yo pienso que o jugamos todos o rompemos la baraja. No puede ser que Romina este en la cárcel, que le queden 8 años de condena por delante inapelables o difícilmente revocables y que su violador esté en la calle, absuelto de cualquier cargo. Eduardo o Emilio (Pocho) Vargas – veinte años mayor que Romina, vecino de su familia, hermano de un policía, que se reía cada vez que la veía por la calle después de violarla – es el vivo ejemplo del doble rasero con el que la justicia en Argentina y otros tantos países mide a hombres y mujeres, ricos y pobres.
Te invito a buscar en google la información de contacto de la embajada y/o consulado argentinos en tu país/ciudad y a escribirles protestando por esta injusticia. Para las que estáis en EEUU, aquí pongo información de contacto para la embajada en Washington y el consulado en Nueva York:
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