Boicot a Casa Parrondo 2

El dueño de Casa Parrondo se ha disculpado con las lesbianas a las que echo de su bar el año pasado y hasta ha querido hacer las paces invitándolas a una cena. Yo soy ellas y no volvía al local ni muertas. Aunque sea invitada, ni loca volvía. Se puede meter por el culo la sidra, las tapas y lo que venda.

El boicot se mantiene – por supuesto. ¿De qué sirve una disculpa de cara a la galería si el tío sigue siendo un homófobo y seguramente un machista? Tiene otro juicio pendiente por problemas que ha tenido con otras dos mujeres. Que no venga ahora a intentar quedar bien para ahorrarse una multa o intentar salvar los pocos clientes que le queden.

Yo desde luego, a las amigas que van a viajar a España, les sigo diciendo que a la sidrería de la calle de Trujillos en Madrid no vayan ni locas.