Fawziya Ammodi
Fawziya Ammodi era una niña de 12 años que ha muerto hace unos días después de estar tres días de parto. Se mire por donde se mire, es algo tremendo.
Primero, que casen a las niñas a esas edades. A Fawziya la casaron con 10 u 11 años con un pederasta de 24 que obviamente no tuvo reparos en acostarse con ella todas las veces que hiciera falta hasta el punto de dejarla embarazada. De los padres de Fawziya no se sabe nada. Sí se sabe que los padres de las niñas casadas a estas edades se suelen lavar las manos. Si una niña muere en el parto o es asesinada por su marido, ellos no se sienten responsables. Ellos se excusan en seguir a rajatabla con sus tradiciones tribales e islámicas como debe ser y le echan la culpa al marido que no cumplió la promesa de esperar a que la niña madurase para consumar la relación.
Segundo, que los maridos no esperen a que las niñas sean maduras física, mental y sexualmente para dejarlas embarazadas. Yo de verdad no sé cómo pueden dormir por las noches ni las familias que venden a las hijas ni los pederastas que se casan con ellas. Hay estadísticas que prueban que las niñas casadas suelen ser segundas y terceras esposas; es decir, que no es precisamente que a los tíos les falte un sitio calentito donde meterla por las noches. No esperan a que las niñas crezcan porque son auténticos animales.
Tercero, la situación sanitaria del país. Fawziya ha muerto desangrada después de estar tres días de parto y no ha muerto precisamente en su casa rodeada de mierda que es lo que te esperas al leer noticias de estas. No. Fawziya ha muerto en un hospital donde ni enfermeras ni médicos ni ginecólogos han movido un dedo para ayudarla. Tres días han tenido para provocarle un parto, hacer una cesárea y controlar la hemorragia. Por mucha falta de medios que tengan, han tenido tres días, que se dice pronto.
Cuarto, la situación socio-religiosa. Yemen es un país donde la religión mayoritaria es el Islam y donde no hay separación en el sistema judicial ya que muchos jueces son además líderes religiosos. Por ley, la edad mínima para que una niña pueda casarse son 15 años aunque luego cada padre haga de su capa un sayo. Han intentado subir esa edad a 17 y 18 años en diferentes ocasiones pero las propuestas de ley no salen adelante porque los diputados que tienen que aprobarlas se niegan a votar a favor de una ley que va en contra de la ley islámica.
Primero, que casen a las niñas a esas edades. A Fawziya la casaron con 10 u 11 años con un pederasta de 24 que obviamente no tuvo reparos en acostarse con ella todas las veces que hiciera falta hasta el punto de dejarla embarazada. De los padres de Fawziya no se sabe nada. Sí se sabe que los padres de las niñas casadas a estas edades se suelen lavar las manos. Si una niña muere en el parto o es asesinada por su marido, ellos no se sienten responsables. Ellos se excusan en seguir a rajatabla con sus tradiciones tribales e islámicas como debe ser y le echan la culpa al marido que no cumplió la promesa de esperar a que la niña madurase para consumar la relación.
Segundo, que los maridos no esperen a que las niñas sean maduras física, mental y sexualmente para dejarlas embarazadas. Yo de verdad no sé cómo pueden dormir por las noches ni las familias que venden a las hijas ni los pederastas que se casan con ellas. Hay estadísticas que prueban que las niñas casadas suelen ser segundas y terceras esposas; es decir, que no es precisamente que a los tíos les falte un sitio calentito donde meterla por las noches. No esperan a que las niñas crezcan porque son auténticos animales.
Tercero, la situación sanitaria del país. Fawziya ha muerto desangrada después de estar tres días de parto y no ha muerto precisamente en su casa rodeada de mierda que es lo que te esperas al leer noticias de estas. No. Fawziya ha muerto en un hospital donde ni enfermeras ni médicos ni ginecólogos han movido un dedo para ayudarla. Tres días han tenido para provocarle un parto, hacer una cesárea y controlar la hemorragia. Por mucha falta de medios que tengan, han tenido tres días, que se dice pronto.
Cuarto, la situación socio-religiosa. Yemen es un país donde la religión mayoritaria es el Islam y donde no hay separación en el sistema judicial ya que muchos jueces son además líderes religiosos. Por ley, la edad mínima para que una niña pueda casarse son 15 años aunque luego cada padre haga de su capa un sayo. Han intentado subir esa edad a 17 y 18 años en diferentes ocasiones pero las propuestas de ley no salen adelante porque los diputados que tienen que aprobarlas se niegan a votar a favor de una ley que va en contra de la ley islámica.
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