Violencia doméstica y seguro médico

Con todo el bombo que le están dando a la reforma sanitaria en este país me estoy enterando de verdaderas historias de terror. Hasta el momento yo no he tenido problemas a la hora de recibir un seguro médico a través de mi trabajo – no me han hecho pruebas especiales, ni me han pedido historiales ni ninguna cosa. No sé si por mi edad cuando contraté el seguro, si por la empresa con la que trabajaba o si por estar en el estado de Nueva York, pero nunca he tenido problemas. Sé que algunas amigas sí han tenido que someterse a exámenes médicos antes de que las compañías aseguradoras les hagan un seguro. Es un secreto a voces que, aún teniendo un seguro médico y pagando religiosamente tus cuotas, las compañías aseguradoras se agarran a un clavo ardiendo para no pagar todo lo que los hospitales les pidan después de haberte tratado por cualquier cosa desde un esguince a una quimioterapia.

Lo que me ha dejado totalmente alucinada es que en algunos estados es perfectamente legal que las compañías se nieguen a asegurar a mujeres maltratadas. Como lo lees: si tienes una historia de maltrato físico o psicológico a manos de tu pareja, a día de hoy, es perfectamente legal que las compañías aseguradoras se nieguen a asegurarte lo mismo que muchas veces se niegan a asegurar a gente que tenga Sida o cáncer. ¿La excusa? Que como las mujeres maltratadas tienen antecedentes de “dejarse” pegar por su pareja, el riesgo de que sean maltratadas de nuevo por su pareja (sea la actual, sea una diferente) crece alarmantemente y con este riesgo también crecerán los gastos médicos, hospitalarios, psicológicos, etc.

Estadísticamente hay que darles la razón porque sí, en EEUU está estudiado y demostrado que las mujeres maltratadas pueden ser maltratadas un buen número de veces antes de salir de la relación en la que estén y luego es más probable que caigan en manos de otro maltratador. Es que hay mucho cabrón suelto en este país, mucho tío que se las busca maltratadas para hacer con ellas lo que quiere: desde seguir pegándoles, violándolas y haciéndoles lo que le da la gana a “simplemente” aprovecharse de que tienen la autoestima por el suelo para vivir a costa de ellas sin pegar un palo al agua. Y esto lo he visto, ojo, esto lo he visto: mujer de cuarenta y tantos años trabajando de sol a sol, dándole todo su sueldo al vago del novio que no sólo no trabajaba sino que le ponía cuernos a diestra y siniestra y encima ella defendiéndolo porque no le pegaba como el ex marido.

Ahora que una cosa son las estadísticas y otra muy diferente es lo correcto. Que no es de recibo ni normal que por ahorrarse equis millones en gastos hospitalarios no sólo las compañías se nieguen a asegurar a mujeres víctimas de violencia doméstica sino que siga habiendo estados que se lo consientan. A saber: Arkansas, Idaho, Mississippi, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Wyoming. Si de por sí dar el paso de denunciar a tu pareja no es lo suficientemente difícil, en estos estados parecen empeñados en hacer que mujeres se lo piensen todavía más a la hora de denunciar los malos tratos. Estés tú sola o tengas hijos, a ver qué haces, cómo te arriesgas a denunciar a tu pareja sabiendo que dentro de equis tiempo necesitarás renovar, cambiar o solicitar un nuevo seguro médico y corres el riesgo de que te cancelen el existente o te nieguen uno nuevo por tu "historia" de maltrato.

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