Pa'mearse y no echar gota

En Sevilla acaban de rebajarle la pena de 11 a 2 años de cárcel a un hombre condenado por violar, grabar y prostituir a una menor de edad porque – no te lo pierdas – es un pedófilo con problemas de drogadicción. Yo alucino cuando lo máximo que puede caerle a un acusado de violación son 11 años, especialmente en este caso porque la chiquilla tenía problemas psicológicos, las violaciones han sido numerosas, hay vídeos escatológicos de por medio (hablando en plata: se le puede ver cagando sobre el estómago de la víctima en uno de ellos) y hay otros adultos implicados. Además no me explico que ser pedófilo o drogadicto pueda ser un atenuante. Con esta sentencia los jueces de la Audiencia de Sevilla están dándole la razón al abogado de este impresentable que básicamente ha dicho que el tío no podía controlarse, mireuste. Eso es como si a un violador le reducen la condena por ser adicto al sexo o porque le gustan las mujeres demasiado. Vale que ser drogadicto sea atenuante en casos de robos, tirones y cosas así pero ¿qué tienen que ver las churras con las merinas? que este cabronazo no ha ido pegando tirones de bolsos, que lo que hizo fue aprovecharse de una chiquilla con problemas psicológicos, acostarse con ella, grabarla y quedarse mirando mientras otros hombres y una prostituta se acostaban con ella para satisfacer su voyerismo. ¿Y qué va a pasar? que seguramente no va a pisar la cárcel al ser una condena tan corta y no tener antecedentes – porque desde luego si el tío tuviera antecedentes y lo hubiesen condenado sólo a dos años sería ya para morirse.