Almas de cántaro

Me gustaría saber los nombres de esos jueces progres y modernos que se ocultan en el anonimato de un “Audiencia de” al emitir sus sentencias para sentarme con ellos a bebernos unas cañas o un cafelito y cuando se tercie preguntarles: “vamos a ver, almas de cántaro, ¿en qué estabais pensando? ¿qué es para vosotros un atenuante?”. Para la que no lo sepa, la moda en España parece ser rebajar o directamente anular condenas a violadores y maltratadores con cualquier tipo de atenuante.

El último caso donde se ha usado el alcoholismo del agresor como atenuante es el de un hombre que no ha llegado a ir a juicio porque sus abogados y la fiscalía valenciana han pactado una condena de 14 años. Acosa y agrede a su ex pareja, se planta en su casa sin invitación, se ofusca porque la tía lo ignora, le clava un cuchillo por la espalda, la arrastra al sofá y sigue acuchillándola hasta que se le rompe el cuchillo… y le regalan una sentencia de 14 años sin pasar por un juicio, sin dar lugar a que el juez o un jurado popular decida condenarle a la sentencia máxima que pedía la fiscalía (22 años). Si que les rebajen la condena por buena conducta no era regalo suficiente, a este el regalito se lo dan por ser alcohólico. Vale que una persona alcohólica no rija muy bien (y que no se me ofenda nadie que sé de lo que hablo) pero no es lo mismo el que da un tirón pa’comprarse vino que el que mata a una mujer alegremente por celos y por no entender que lo suyo había acabado. Una persona alcohólica sí sabe distinguir lo que está bien de lo que está mal. De hecho, este hombre salió por piernas cuando vio que había matado a la ex. Si no se hubiese dado cuenta de lo que había hecho, se habría quedado tan tranquilo en la casa de la víctima o se habría acostado a dormir la mona, se habría preparado un sándwich o vete a saber qué. Una persona con la conciencia tranquila porque no sabe lo que hace (o porque es una psicópata) no sale corriendo. Y ese tío salió corriendo luego sabía lo que hacía.

Otro ejemplo: en Sevilla el mes pasado le rebajaron la condena a un violador no sólo por un problema de drogadicción sino por pedofilia. ¿Estamos locos? ¿desde cuándo la pedofilia es una enfermedad o una adición que altere el comportamiento? ¿qué pasa? ¿qué coló un: “mireuste señoría es que me gustan demasiao las jovencitas”? Tiene tela la cosa.

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