Pa’mearse y no echar gota

En Egipto el comité de fatuas estudiado el tema de las mujeres taxistas y sólo acepta que puedan ser taxistas a condicione de que (a) el gobierno garantiza que los pasajeros de mujeres taxistas van a ser exclusivamente mujeres (b) el gobierno apruebe leyes en las que las paradas y zonas de transito de estos taxis para mujeres queden bien delimitadas reforzando además que las taxistas sólo puedan recoger a mujeres. Esto, según ellos, es para protegerlas de “bandidos” e “infieles que no siguen las enseñanzas del Islam” ya que una mujer taxista, por naturaleza, no podría pelear o defenderse ante una posible agresión.

Por esa regla de tres, cualquier mujer que se suba en un taxi conducido por un hombre tampoco podría defenderse si el taxista quiere agredirla. Osea que, con la excusa de proteger a la mujer taxista y dándoselas de modernos y rumbosos (mira lo guays que somos que dejamos que las mujeres trabajen fuera de casa conduciendo y además velamos por sus intereses), lo que están haciendo en realidad es reforzar el mensaje de que una mujer que se suba a un taxi sola es una guarra que está buscando ser acosada, tocada , violada o asesinada.

Con esta fatua buscan no que el gobierno proteja los derechos laborales de las mujeres taxistas sino que legalicen la violación como derecho de los taxistas que crean que acosar/agredir sexualmente o violar a sus pasajeras es parte de su trabajo. Total, lo estaban pidiendo a gritos – si no quisieran ser acosadas, agredidas o violadas se habrían subido en un taxi conducido por una mujer ¿no?