El partido invisible

A principios de mes fue la presentación oficial a nivel nacional del PRUNE en Madrid. Abrieron la presentación en árabe que, como todos sabemos, es el idioma oficial del Estado y después siguieron en español. A día de hoy sigo sin saber en qué consiste su ideario, quién está en sus listas, cuántas mujeres ocupan un cargo de responsabilidad dentro del partido y cuál es la postura oficial del partido sobre violencia doméstica, derechos de la mujer y comunidad LGBT. No tengo acceso a esta información porque el PRUNE tiene visibilidad nula.

El PRUNE no tiene ni blog, ni página web, ni Facebook, ni MySpace, ni twitter… todo lo que cito es absolutamente gratuito luego no es una cuestión económica. Tampoco es que sus posibles votantes no tengan acceso a internet – (a) ¿no quieren acabar con el mito del inmigrante pobre que no se integra? pues podrán permitirse tener internet en sus casas, digo yo, (b) no sé allí pero aquí hay inmigrantes que no comen con tal de tener internet ya sea en sus casas, en el teléfono móvil o en locutorios donde en lugar de llamar caen en la novedad de la videoconferencia para mantenerse en contacto con sus familias. Hay quien dice que el PRUNE no necesita ser visible porque el boca a boca en las mezquitas les funcionará de cara a las elecciones y tengo un flash back – me acuerdo de “Cocalero”, el documental sobre Evo Morales donde a las bolivianas analfabetas les enseñaban a votar por él sin equivocarse al marcar las papeletas electorales. En fin, excusas hay muchísimas pero, simple y llanamente, no les interesa contarnos de qué van.

El PRUNE como partido no existe en la red. Lo que sí están saliendo como setas son bloguer@s y grupos expresando alarma o rechazo en el mejor de los casos y racismo sin argumentos de peso en el peor. Los que siguen sin decir ni pio son los que siempre corren a decir unas palabritas y salir en cualquier foto relacionada con la Alianza de Civilizaciones.