Frank Lorusso

Frank Lorusso es un hombre de 53 años al que le gusta pasearse por librerías de Long Island, arrodillarse al lado de alguna mujer que esté comprando libros y masturbarse con la mano dentro del pantalón. Este hombre tiene el pelo negro tirando a canoso y corto, los ojos oscuros, orejas dumbo, no parece que pase de los cuarenta y pocos y tiene pinta de pasarse media vida en el gimnasio. No lo conozco de nada. Sólo de leer en un periódico que ha sido detenido y acusado de dos cargos de lascivia pública (que me suena muy ‘malamente' pero es como traducen los diarios hispanos “public lewdness”) y googlearlo. Desconozco si irá a la cárcel o sólo le caerá una multa porque todavía no ha sido el juicio.

A lo que voy es que aquí mucho respeto a la intimidad de los criminales no tienen mireuste. Aunque sea sólo para vender más periódicos – que no me creo yo que a los grupos que controlan los periódicos los derechos y/o seguridad de las mujeres les interesen lo más mínimo – aquí se publica el nombre de los agresores sexuales a los que han pillado con las manos en la masa. Esta información es importante – que yo sepa todavía no ha ido nadie a romperle la cara ni a Lorusso ni a otros agresores sexuales. No hace falta llegar a eso. Vivimos en un mundo civilizado –. Repito: esta información es importante por varios motivos. Al hacerse público su nombre, tienes la opción de googlear al personal, verle la jeta y quedarte tranquila si no vives cerca o preparar un spray con pimienta para llevarlo en el bolso si vives cerca por si le da por comprar libros a tu lado. Como persona responsable de Recursos Humanos tienes información sobre posibles empleados que deberían decirte cuando NO contratar a una persona – porque, siguiendo con el ejemplo, este hombre lo mismo que se toca en una tienda se puede tocar en la habitación donde tu empresa tenga las máquinas de refrescos y patatas fritas.

No sé por qué en España no podemos hacer lo mismo. Si te han pillado con las manos en la masa, si te han acusado de algo, si vas a juicio, si te condenan por agresión sexual y/o violación… no sé por qué tenemos que proteger la identidad de un animal y, de paso, dar la sensación de que sus derechos son más importantes que el de las víctimas o el de cualquier niña, adolescente o mujer que se pueda cruzar por su camino el día de mañana. ¿Qué al publicarse en la prensa la foto de Frank Lorusso se ha violado su derecho a la intimidad? Podría haber conservado su derecho a la intimidad si en lugar de escoger a mujeres para hacerse pajillas a su lado en una tienda se las hubiera hecho su casa como todo el mundo. Es tan simple como eso.

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