Recato
Con lo de la agresión verbal y física a las tres amigas lesbianas en la Cervecería José Luis este mes, han salido a la luz un montón de neandertales hablando de que las lesbianas y los homosexuales vamos montando el numerito allá por donde vamos y si nos insultan o nos pegan no dejamos de merecérnoslo por darles la comida o cena a las personas que tengamos al lado. Nuestro problema es que no tenemos sentido alguno del ridículo, del recato, de la moral, del saber estar… vamos por todas partes cargados de brillantina, confeti y litros y litros de lubricante con los que llamamos la atención porque, como buenas lesbianas y homosexuales, no podemos vivir sin ser el centro de atención. ¿El lesbianismo? ¿la homosexualidad? Una fase para llamar la atención allá por donde vamos: familia, centro educativo, puesto de trabajo, cines, restaurantes… es que se ve que pensamos que no nos quiere nadie y tenemos que dar el número para sentirnos importantes.
A esta panda de neandertales me encantaría preguntarles cuántas veces se han besado ellos y ellas con sus parejas en un parque, en la cola de cine, en un restaurante, en una playa… sin que nadie les diga nada. Cuántas veces no se han magreado o incluso follado en un parque, en una sala de cine, en los cuartos de baño de un restaurante o bar, en la playa… a plena luz del día sin que nadie les diga nada. Y que me explicasen dónde tienen ell@s el sentido del recato, la moral, el saber estar, etc. También recordarles que el triunfo de la selección española está muy reciente y más de uno y más de dos saldría a la calle a celebrarlo pintados como indios, medio desnudos, gritando y quedándose medio afónicos después de pasarse toda la noche celebrándolo. Claro, es que los heterosexuales no necesitan tener recato. Los heterosexuales necesitan demostrar que son muy machos y para ello no hay nada mejor que pegarle a una mujer (hetero o lesbiana), poner a parir a tod@ el/la que sea diferente y luego ser incongruentes. ¿Día del Orgullo LGBT en mi ciudad? no, por Dios, pero celebración del mundial sí – que dure además toda una semana si es posible.
A esta panda de neandertales me encantaría preguntarles cuántas veces se han besado ellos y ellas con sus parejas en un parque, en la cola de cine, en un restaurante, en una playa… sin que nadie les diga nada. Cuántas veces no se han magreado o incluso follado en un parque, en una sala de cine, en los cuartos de baño de un restaurante o bar, en la playa… a plena luz del día sin que nadie les diga nada. Y que me explicasen dónde tienen ell@s el sentido del recato, la moral, el saber estar, etc. También recordarles que el triunfo de la selección española está muy reciente y más de uno y más de dos saldría a la calle a celebrarlo pintados como indios, medio desnudos, gritando y quedándose medio afónicos después de pasarse toda la noche celebrándolo. Claro, es que los heterosexuales no necesitan tener recato. Los heterosexuales necesitan demostrar que son muy machos y para ello no hay nada mejor que pegarle a una mujer (hetero o lesbiana), poner a parir a tod@ el/la que sea diferente y luego ser incongruentes. ¿Día del Orgullo LGBT en mi ciudad? no, por Dios, pero celebración del mundial sí – que dure además toda una semana si es posible.
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