Segundo gilipollas del mes
El segundo gilipollas del mes no ocupa cargo público alguno, no es un escritor ni un científico ni un famoso machista, sexista u homófobo. No es un clérigo, sacerdote o imán que haya dicho alguna burrada contra las mujeres. Es simplemente un notas que se ha aficionado a mandarme emails contándome cosas sobre su lucha contra “la versión oficial del Sida” porque quiere abrirme los ojos “a otra realidad”.
Lo último que me ha mandado es una entrevista a Jesús García Blanca donde declara:
- (El Sida) Es un montaje. Un montaje intencionado, perpetrado en las entrañas del Imperio, es decir desde determinadas agencias de su Sistema Sanitario: los CDC –Centros para el control de las enfermedades- y el EIS –Servicio de Inteligencia de Enfermedades.
- Es mentira que el “SIDA” sea una enfermedad; es un montaje que toma como base problemas de salud reales y conocidos para inventar una falsa pandemia.
- Es mentira que el “VIH” haya sido aislado. Robert Gallo llevó a cabo un fraude intencionado falsificando los resultados obtenidos por su equipo.
- Es mentira que los “test del SIDA” sirvan para diagnosticar; todos los “seropositivos” son falsos positivos; es una etiqueta que te introduce en un engranaje destructivo.
- Es mentira que los “antivirales” sean tratamientos contra el “SIDA”; son venenos tendencialmente mortales que están produciendo los efectos que posteriormente se atribuyen al “VIH”.
Antes de nada: quiero dejar claro que NO pienso que García Blanca sea un gilipollas. Aunque no esté de acuerdo con nada de lo que dice, que yo sepa García Blanca no va por ahí recomendándole a la gente que no siga sus tratamientos antirretrovirales o que participe en prácticas de riesgo sin protegerse. Repito, no estoy de acuerdo con él, pero Jesús García Blanca tiene derecho a pensar y decir lo que le dé la gana.
Volviendo a mi mosca cojonera: es increíble que la gente no tenga nada mejor que hacer que dedicarse a recopilar y mandarme vídeos, enlaces e información sobre VIH/Sida. Como activista del VIH/Sida, pienso que allá cada cual con la versión del origen del Sida que quiera creerse (laboratorio estadounidense, laboratorio francés, cueva africana, murciélagos, monos, etc) pero que no intente venderme la moto de que no hace falta que la gente siga sus tratamientos antirretrovirales porque el Sida no es una enfermedad real luego no debe tratarse. Es un escándalo que haya: (a) curanderos anunciándose en la prensa (eso sí que tiene delito y no los anuncios de prostitutas), dándose bombo y platillo, pregonando a los cuatro vientos que con dos velas y cuatro plumas de gallina te pueden “curar” un Sida, (b) gente vendiendo productos milagrosos y vitaminas que pueden “limpiar” la sangre y “curar” un Sida, (c) gente agarrándose a declaraciones como las anteriores para no protegerse ni proteger a sus parejas, (d) gente que defienda que personas con VIH/Sida no le diga a sus parejas que son portadores o tienen la enfermedad, etcétera, etcétera, etcétera.
Como mujer, me repatea que este personajillo – un hombre al que no conozco absolutamente de nada – se crea en el derecho de mandarme emails para iluminarme y enseñarme el camino verdadero que sólo él conoce sobre todo porque su fuente de conocimiento no es científica sino infusa. Él tiene un pene entre las piernas, yo no y por eso necesita aclararme las cosas, explicarme en qué me he equivocado y enseñarme el camino correcto.
Lo último que me ha mandado es una entrevista a Jesús García Blanca donde declara:
- (El Sida) Es un montaje. Un montaje intencionado, perpetrado en las entrañas del Imperio, es decir desde determinadas agencias de su Sistema Sanitario: los CDC –Centros para el control de las enfermedades- y el EIS –Servicio de Inteligencia de Enfermedades.
- Es mentira que el “SIDA” sea una enfermedad; es un montaje que toma como base problemas de salud reales y conocidos para inventar una falsa pandemia.
- Es mentira que el “VIH” haya sido aislado. Robert Gallo llevó a cabo un fraude intencionado falsificando los resultados obtenidos por su equipo.
- Es mentira que los “test del SIDA” sirvan para diagnosticar; todos los “seropositivos” son falsos positivos; es una etiqueta que te introduce en un engranaje destructivo.
- Es mentira que los “antivirales” sean tratamientos contra el “SIDA”; son venenos tendencialmente mortales que están produciendo los efectos que posteriormente se atribuyen al “VIH”.
Antes de nada: quiero dejar claro que NO pienso que García Blanca sea un gilipollas. Aunque no esté de acuerdo con nada de lo que dice, que yo sepa García Blanca no va por ahí recomendándole a la gente que no siga sus tratamientos antirretrovirales o que participe en prácticas de riesgo sin protegerse. Repito, no estoy de acuerdo con él, pero Jesús García Blanca tiene derecho a pensar y decir lo que le dé la gana.
Volviendo a mi mosca cojonera: es increíble que la gente no tenga nada mejor que hacer que dedicarse a recopilar y mandarme vídeos, enlaces e información sobre VIH/Sida. Como activista del VIH/Sida, pienso que allá cada cual con la versión del origen del Sida que quiera creerse (laboratorio estadounidense, laboratorio francés, cueva africana, murciélagos, monos, etc) pero que no intente venderme la moto de que no hace falta que la gente siga sus tratamientos antirretrovirales porque el Sida no es una enfermedad real luego no debe tratarse. Es un escándalo que haya: (a) curanderos anunciándose en la prensa (eso sí que tiene delito y no los anuncios de prostitutas), dándose bombo y platillo, pregonando a los cuatro vientos que con dos velas y cuatro plumas de gallina te pueden “curar” un Sida, (b) gente vendiendo productos milagrosos y vitaminas que pueden “limpiar” la sangre y “curar” un Sida, (c) gente agarrándose a declaraciones como las anteriores para no protegerse ni proteger a sus parejas, (d) gente que defienda que personas con VIH/Sida no le diga a sus parejas que son portadores o tienen la enfermedad, etcétera, etcétera, etcétera.
Como mujer, me repatea que este personajillo – un hombre al que no conozco absolutamente de nada – se crea en el derecho de mandarme emails para iluminarme y enseñarme el camino verdadero que sólo él conoce sobre todo porque su fuente de conocimiento no es científica sino infusa. Él tiene un pene entre las piernas, yo no y por eso necesita aclararme las cosas, explicarme en qué me he equivocado y enseñarme el camino correcto.
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