Siria, el nikab y los derechos de las mujeres

El ministerio de Educación sirio acaba de prohibir que las estudiantes, profesoras y administrativas vayan a clase con un nikab cosa que – aunque sea por las razones equivocadas – me encanta. El nikab es el tipo de velo islámico que cubre cabello, rostro (excepto los ojos), cuello y hombros. El ministerio seguirá permitiendo el uso del velo tradicional (hijab) pero alega que el uso del nikab no es compatible con una sociedad secular. Con esta medida, que afecta a universidades públicas y privadas, se quiere poner freno a la expansión del islamismo radical en Siria. Es una razón tan válida como cualquier otra pero – arrimando el ascua a mi sardina como siempre – me habría gustado que los responsables del ministerio de Educación se mojasen un poco más y dijeran explícitamente que el uso del nikab es una clara violación y un atentado contra los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres de cualquier edad nacidas en Siria y en otras partes del mundo.

Habrá quien piense que no hay que especificar lo de los derechos de las mujeres, que se sobreentiende que les dan su justa importancia al prohibir el nikab. Yo creo que no hay que mezclar las churras con las merinas ni, por lo tanto, confundir que prohíban el uso del nikab para frenar extremismos y potenciales ataques a la seguridad nacional con un avance en los derechos de las mujeres.

El ministerio de Educación tendría que haber entrado en materia de garantizar los derechos de la mujer sobre todo por ser Siria un país donde – a pesar de que la constitución garantiza la igualdad entre sexos – las mujeres son discriminadas por activa y por pasiva. Por ejemplo, una mujer siria necesita permiso de su padre o su marido para viajar o trabajar fuera de casa. Una mujer siria tiene prohibido casarse con hombres de otros países. Un hombre tiene derecho a casarse co todas las mujeres que le dé la gana, violarlas todas las veces que quiera y “divorciarse” cuando se vaya cansando de ellas – entrecomillo porque el “divorcio” consiste en dejarlas en la calle con una mano delante y una mano detrás. La nacionalidad se transmite de padres a hijos. El padre, los abuelos, los tíos o incluso los hermanos de un niño tienen más derechos sobre él que la madre. Una siria divorciada o viuda no tiene derecho a recibir ayudas del gobierno a no ser que tenga un libro de familia donde aparezca como cabeza de familia – cosa difícil porque en el caso de la divorciada tiene que demostrar que su padre y hermano(s) han fallecido dejándola a ella como cabeza de familia y en el caso de la viuda, en un país donde la poligamia sigue existiendo, la viuda que no sea viuda legitima tiene bien difícil demostrar que era miembro de una familia polígama. Entre otras muchas cosas, los crímenes de honor siguen a la orden del día en Siria. Aunque se ha conseguido que se castiguen con un mínimo de 2 años de cárcel, se siguen considerando crímenes pasionales y se usa una supuesta conducta inmoral de la víctima como atenuante para dejar en la calle a los familiares que la hayan asesinado.

En fin que aunque hayan prohibido el nikab, Siria ahora mismo es la alegría de la huerta en lo que se refiere a derechos de las mujeres y no nos podemos dormir en los laureles.

Comments

Popular Posts