Animales

Amanezco con la noticia de que los talibanes han matado a tiros a una mujer a la que previamente habían obligado a abortar. ¿Su crimen? Ser viuda, tener un novio, quedarse embarazada de ese novio y quedarse sola porque el novio presuntamente había abandonado el país para llevársela a ella cuando pudiera. Haya sido una ejecución por sentar precedente y mantener su retorcido concepto de la moralidad, haya sido una vendetta política contra el novio por abandonar el país, lo único cierto es que se han cargado a una mujer porque les ha dado la gana. Me da un repeluco tremendo pensar no sólo en los animales que andan sueltos por Afganistán, Irán o Irak sino en los que se están instalando alegremente en España sin que nadie haga nada. Se empieza separando a las niñas en las clases de árabe en academias improvisadas o en los servicios religiosos en las mezquitas y se acaba cómo se acaba.