De castaño a oscuro

Esto está pasando de castaño a oscuro. El año pasado ya escribí sobre las lectoras o lectores que tengo en algunos ministerios españoles. Ayer me percaté de que alguien en la Dirección General de la Policía de Madrid había entrado en el blog a las 6:07 am mías (doce del mediodía vuestras) y he de reconocer que al principio me cagué viva.

Durante mis buenos 10 o 15 minutos me dije que podían ser varias cosas: (a) que se les hubiesen hinchado los huevos en Madrid porque cada vez que veo algo de @policianacional en twitter me entra el tabardillo y les canto el “Apatrullando la ciudad” del Fary (puntualizando siempre que no es falta de respeto sino que no puedo controlarme), (b) que tenga un/a fan dentro de la Policía Nacional (¡qué nivel Maribel!), o (c) que, como dice mi madre, no se pueda ir llamando gilipollas a la gente alegremente y me quieran cerrar el blog.

Después ya me calmé y pensé que: (a) si tengo alguna lectora lesbiana uniformada, que me mande fotos a mi email de yahoo {que me gusta a mí una mujer en uniforme oyes} (b) ¿por qué me van a cerrar el blog por cantarles el Fary o llamar gilipollas a nadie si es que no hay más que escuchar/leer a mis “gilipollas del mes” para darse cuenta de que no estoy calumniando ni levantando falsos testimonios? (c) lo mismo que decía (y sigo pensando) de l@s lector@es en los ministerios por mucha amistad que haya cogió con algún/a: vamos que no tienen otra cosa que hacer en horario de oficina que perder el tiempo en internet – en mi blog o en la página no relacionada con temas laborales que sea – cuando ese tiempo perdido se lo estáis costeando todos los que pagáis impuestos en España.