Otro gilipollas del mes

El segundo gilipollas del mes es Alfredo Pérez Rubalcaba. Para la que no lo sepa: hace una semana o diez días se produjo un enfrentamiento entre inmigrantes y policías españolas en Melilla por una supuesta agresión de una mujer policía a un inmigrante en el paso fronterizo. Esa supuesta agresión ha desencadenado un cruce de acusaciones entre policías e inmigrantes, fotomontajes denigrando a las mujeres policía que trabajan en la frontera, chous de la cabra de un par de prepotentes marroquíes, amenazas de boicot y bajada de calzoncillos por parte de España.

El gobierno español ha intentado minimizar el conflicto desde el primer día y el ministerio de Igualdad ha tardado casi una semana en responder a las acusaciones. Aído por fin ha dicho que se investigará la supuesta agresión a las mujeres policía, que los fotomontajes son intolerables, que se van a tomar medidas contra el cuestionamiento de la autoridad de las mujeres policía en la frontera, que esto y que lo otro. Han tardado una semana en reaccionar y la impresión que tengo es que sólo ha hablado porque los sindicatos de policía la han liado pero, mira, se le perdona y te quedas más o menos satisfecha y pensando que de verdad van a hacer algo. ¿Qué es lo que pasa? Que menos de 48 horas después sale a la luz que Alfredo Pérez Rubalcaba (ministro de Interior) ha retirado a las mujeres policía de la frontera para no disgustar a Marruecos.

Es decir, que Rubalcaba se pasa por el forro cómo puedan sentirse esas mujeres policía, sus derechos laborales, sus derechos humanos, el feminismo, a Aído, el compañerismo (al fin y al cabo los dos son ministros) y el trabajo del ministerio de Igualdad. Con dos cojones, sí señor. Los que no ha tenido para mandar al triple de mujeres policía a la frontera para dar a entender alto y claro que el que no quiera ser atendido por mujeres no pasa no sólo a Melilla sino a España.

No. A la chita callando Rubalcaba ha mandado a estas mujeres policía a otros destinos alejándolas del público (es decir, castigándolas) y nos ha pegado un bofetón en la cara a todas las mujeres españolas. Por supuesto, hoy es este grupo de mujeres policía en la frontera y mañana puede ser cualquier funcionaria que trabaje en un hospital, cárcel, colegio… cuya sola presencia ofenda a cualquier marroquí que viva o esté de paso por España.

Además la jugada es una bajada de calzoncillos en toda regla. ¿A qué va a Marruecos el lunes? ¿a llevar un bote enorme de vaselina? ¿qué tratado va a firmar esta vez? porque tontos no son: los marroquíes sólo la lían cuando quieren algo. Los tontos somos nosotros que seguimos cediendo a chantajes y presiones de lo más absurdas (como lo de Aminatu Haidar) y firmando tratados pesqueros, agrícolas o de transporte para beneficio suyo y no nuestro.

Comments

Popular Posts