Violaciones en el Congo
Cada día tengo menos claro de qué sirve la ONU. Mi desencanto comenzó cuando aceptaron a Irán como miembro del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y se agranda al enterarme de noticias como el ataque a un poblado congoleño sin que los cascos azules hayan movido un dedo.
A finales de julio un grupo de rebeldes congoleños y ruandeses entraron en un pueblo, robaron lo que quisieron y violaron a mujeres y niños. Hay 179 mujeres atendidas por violación. 179 mujeres. Que se dice pronto, les parecen pocas a algunos y pueden ser muchas más porque hay mucha gente escondida en los bosques que rodean al pueblo. La mayoría de estas mujeres fue violada enfrente de sus hijos y maridos todas las veces que les dio la gana a los rebeldes, y además se han encontrado sin acceso a anticonceptivos de emergencia para prevenir embarazos y sin acceso a profilaxis posterior a la exposición al VIH porque los equipos médicos no pudieron entrar al pueblo a tiempo. Además de las mujeres, hay un mínimo de 4 niños de hasta año y medio que fueron violados analmente.
Todo esto ocurrió a un kilometro de una misión de paz de la ONU con 25 cascos azules. Entiendo que 25 cascos azules para parar a entre 200 y 400 rebeldes pueda ser una burrada pero ¿me van a decir que en 5 días no tuvieron tiempo de mandar a gente desde el campamento militar que la ONU tiene a sólo 16 kilómetros del pueblo? Por muy mal que estén las carreteras, si les hubiera dado la gana de no mirar para otro lado mientras saqueaban el pueblo y violaban a mujeres, podrían haber tenido a soldados allí el mismo día. Pero no: dieron lugar a que violasen a 179 mujeres y ahora emiten comunicados absurdos con información increíble como que sólo hubo entre 4 y 6 violadores lo que me lleva a pensar que el número de víctimas es mucho más alto del que nos quieren hacer creer. Porque vamos, ya me dirás si te tragas que de 400 rebeldes hartos de guerrear y hartos de bosque, sólo 6 violasen alegremente.
A finales de julio un grupo de rebeldes congoleños y ruandeses entraron en un pueblo, robaron lo que quisieron y violaron a mujeres y niños. Hay 179 mujeres atendidas por violación. 179 mujeres. Que se dice pronto, les parecen pocas a algunos y pueden ser muchas más porque hay mucha gente escondida en los bosques que rodean al pueblo. La mayoría de estas mujeres fue violada enfrente de sus hijos y maridos todas las veces que les dio la gana a los rebeldes, y además se han encontrado sin acceso a anticonceptivos de emergencia para prevenir embarazos y sin acceso a profilaxis posterior a la exposición al VIH porque los equipos médicos no pudieron entrar al pueblo a tiempo. Además de las mujeres, hay un mínimo de 4 niños de hasta año y medio que fueron violados analmente.
Todo esto ocurrió a un kilometro de una misión de paz de la ONU con 25 cascos azules. Entiendo que 25 cascos azules para parar a entre 200 y 400 rebeldes pueda ser una burrada pero ¿me van a decir que en 5 días no tuvieron tiempo de mandar a gente desde el campamento militar que la ONU tiene a sólo 16 kilómetros del pueblo? Por muy mal que estén las carreteras, si les hubiera dado la gana de no mirar para otro lado mientras saqueaban el pueblo y violaban a mujeres, podrían haber tenido a soldados allí el mismo día. Pero no: dieron lugar a que violasen a 179 mujeres y ahora emiten comunicados absurdos con información increíble como que sólo hubo entre 4 y 6 violadores lo que me lleva a pensar que el número de víctimas es mucho más alto del que nos quieren hacer creer. Porque vamos, ya me dirás si te tragas que de 400 rebeldes hartos de guerrear y hartos de bosque, sólo 6 violasen alegremente.
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