Nazis en las guarderías alemanas

En el estado alemán de Mecklenburg Western-Pomerania las personas que abran una guardería deben comprometerse por escrito a que tanto ell@s (como dueñ@s del establecimiento) como el personal van a enseñar los valores de la democracia. Esto que puede parecer tremendo y desproporcionado (si nos creemos que “unos casos aislados” son los que han provocado esta medida) es necesario en esa región porque todos los niñatos neonazis que en los años 90 quemaron edificios y atacaron a inmigrantes (sobre todo turcos) han crecido, se han casado, han tenido hijos y ahora quieren que a sus niños en las guarderías y colegios se les enseñen los “valores” del nazismo y se les hable del Tercer Reich. Estos padres quieren que a sus hijos se les enseñe el saludo nazi, donan libros de temática nazi a las guarderías y/o colegios y se quejan si ven que en las paredes de las guarderías hay posters con niños de diferentes razas. Hay algunos padres que hasta se han presentado voluntarios para ser profesores o dirigir estas guarderías por amor al arte (sí, totalmente gratis). Una revista nazi ha publicado una serie de artículos haciendo un llamamiento para que estos neonazis se hagan profesores o trabajadores sociales porque eso les da una oportunidad para difundir la ideología nazi.

Arrimando el ascua a mi sardina me pregunto, si en Alemania es perfectamente legal que este estado exija a sus ciudadanos que respeten los valores de la democracia, ¿por qué en España no nos aplicamos el cuento? ¿por qué las instituciones miran para otro lado cuando se les informa una y otra vez de que determinado profesor de instituto está haciendo apología del machismo en sus clases? ¿por qué se permite que un profesor de islam o la asignatura que sea siente a sus alumnas al fondo de la clase “porque, total, ellas sólo tienen que casarse”?