Tránsito Amaguaña: "Hemos sufrido, hemos lidiado, hemos luchado toditos ..."
* * * Fuente:
http://www.marxists.org/espanol/amaguana/1977/002.htm
* * Redactado:
Entrevista realizada por Mercedes Prieto en colaboración con Marieta Cárdenas,
La Chimba, 26 de noviembre de l977. Primera edicion: Goetschel, Ana María comp.
(2006) Orígenes del feminismo en el Ecuador. Antología. Quito: CONAMU; FLACSO;
Municipio del Distrito Metropolitano de Quito; UNIFEM; pp. 201-218. Esta
Edición: Marxists Internet Archive, 1 de marzo de 2010. Fuente de la edicion:
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) - Ecuador, Fondo
Documental/Narrativas de Mujeres Indigenas. Derechos sobre el texto: Licencia
Creative Commons R-NC-ND 3.0/ec, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO).
P.
Quisiera saber sobre la forma del trabajo que existían antes en la hacienda,
cómo se trabajaba cuándo las haciendas tenían patrones y cómo trabajaban con
esos patrones. ¿Cómo era?, ¿cómo conciertos?, ¿cómo peones?
R: ...
esa vida, vida tan amarga, vida... tan triste...acordando de ese tiempo,
acordando, ansiando mismo... A gusto de ellos bailaban sobre nosotros. Con todo
perro venían, con escopetas, con palos, con aziales. Iban matando mismo,
regando la sangre iban. No es que así como ahora. . .Y quien les reclama?
Nadie. . .a gusto.. .a gusto...
P: ¿Y
usted no era de acá?, ¿de dónde era?
R: “Era
de Pesillo, de esa loma para atrás”.
P: ¿Y
ahí tenía huasipungo su padre?
R: Mi
mamá, mi papá eran huasipungueros y... habían sido mi papá y mi mamá
cabecillas... este, dirigentes. Ahora dicen dirigentes, en ese tiempo decían
cabecillas. Y resultaron 4 personas... 6 personas, pero los 4 volvieron a la
hacienda con el patrón. Y mi papá y mi mamá siguieron actuando las cosas...
Sigue, sigue a Quito, porque habían sentido que hay esta ley, ley de defensa de
los campesinos, de los indios trabajadores. Entonces, ese tiempo caminábamos a
pie.
P: ¿Y
quiénes era los patrones?
R:
“Patrones habían sido... casi yo... .casi no me acuerdo nombre... Aquiles
Jarrín, Roberto Jarrín, eran. Más antes ya no me acuerdo quién era... Fierro,
Fierro era. Han recibido de manos de Padres. De Fierro viene Aquiles; de
Aquiles viene ya Delgado. Delgado ya alcancé ya para servir, para ver el maltrato,
para ver lo que quiera, ya alcancé... Creo que hicieron una cosa de 16 años de
arriendo, porque eran 8 años y 8 años.
P: ¿En
el huasipungo sólo trabajaban....?
R:
Trabajaban hasta sábado y no tenían raya. Peleando la gente parte a parte.
Salieron parte de los hacendados, parte de nuestra raíz. Pagaban solamente real
y medio. De real y medio fue a tres reales; de tres reales se fue a seis
reales; de seis reales se fue a un peso; de peso a uno veinte. Yo ya trabajaba
ya a tres reales en las máquinas.
P: En
las máquinas, ¿en qué cosa?
R:
trillando trigo, cebada. Desde el lunes hasta el sábado...
P: ¿Y
usted trabajaba desde qué edad?
R:
Desde edad de siete años, la guambra ya es grandecita para barrer cuarto, para
lavar platos, para ya nomás traer hierba, para ya nomás de atajar puercos, eso
ya para tirar almuerzo para mayordomo, para ayudante...Yo he trabajado....De
nueve años me llevaron a la escuela... yo me acuerdo. En año nuevo me llevaron.
Helé. Y la señorita decía que dé buenos días. El escribiente decía: “longa
pendeja, longa verduga, por qué dais buenos días, bendito alabado tienes que
dar”. Y me iba a quejar a mi mamá y me iba a quejar a la profesora. Y pelearon,
pelearon. Y así seguimos ya luchando, luchando en la escuela también. Di
-examen en la escuela y sigue ese camino de servicio, ese camino de servicio, 2
a 3 meses.
P: ¿Y
ahí se iban con trastes, con todo?
R: con
todo, con todo, con todo. Todos los trastes de la mujer ca, pero limpio para
servir a ellos. Pueda o no pueda. Yo me acuerdo, compañera.
P: ¿Y a
quién no más servían?
R:
Ahí... Huyyyy, caramba! Venía yo por este rincón a la leña, longa chiquita,
llorando, llorando. Nos mandaba con quesos a San Pablo Urco a ugniguillar1
ocas, papas; sin poder cargar, pueda o no pueda, asíu. Pueda o no pueda. En ese
tiempo no había ninguna justicia. No había ninguna cosa. A gusto de ellos
maltrataban, a gusto de ellos pisoteaban a nosotros.
P: ¿y
además trabajaba en la hacienda, digamos, en los trabajos de agricultura?
R: Si,
si, todo eso que usted ve, todo eso eran pajones, montes, todo esto eran
pajones, chaparrales, nomás ...Todo esto yo me acuerdo, alcancé a ver. Era un
trabajo unida, unida: Chimba, San Pablo Urco hasta la Quesera, Pesillo. Unida.
Ese tiempo no había pagos. Había socorro: daba papas, cebada, trigo. En cada
año... una familia he visto yo... amiga ha sido, pues dos costales llenos
entregaba a los trabajadores. Eso he visto yo. Ya siguieron las gentes. Había
un tal Teodoro Novoa, en Cayambe. El era el que enganchaba a la gente: “si hay
ley para Uds. Si hay justicia para Uds. Vengan, vamos”. Entonces iban a pie,
perdían 15 días. Yo lloraba haciendo falta mamá y papá. ¿Onde irí a morir?
¿Cuándo volverá? Me hacía 15 días ca parece que me perdió un año, me hacía a
mí. Guagua de 7, 8 años debo de haber sido. Siendo ya muchachita ya qué, pero
guagua he de haber sido todavía.
Y venía
entre ellos... así reunían de noche en las casas: “estamos bien, estamos bien.
Sí ha habido ley”. Un tal Albamocha que era bien valeroso el viejo, decía que
había dentrado haciendo este... barba haciendo criar. Y él dizque, cogió un
sombrero de pastuzo así (...) y con zapatos de pastuzo y él sentado; él sentado
oyendo y pidiendo caridad. Y dice que le daba a él -el Presidente, ahora
conociendo el Presidente-, dice que le deba plata, ¿no? en ese tiempo poco,
pesos dice que daba. Ahí es que venía oyendo todas las cosas, a regar aquí las palabras
a la familia, a los vecinos, a los hijos, así... Así estando mismo ya yo me
acuerdo que dentro señores. Señores dentraron, ¿cómo sabrían llamar? escondido
que no llegue a saber nadie nada, así escondidos. ¿Cómo sabrían venir?; ¿de
dónde sabrían venir? A pie o... a pies ps, qué carro? Ya cuando yo era 18 años
ya empezó a trabajar carretera de Ibarra a Quito, de Quito a Ibarra. Y
resultaron 4 jóvenes: uno había sido hijo de Dr. Luis F. Chavez. ¿Y ahora donde
vive? Ha de vivir todavía...
P:
muerto es..
R:
Muerto es! Huyyy, carajo! Todo acaba. Todo los que voy conociendo yo se acaban,
¿no?. Yo no más toy sobrando.
El, e
chiquito, alhajito, longuito... organizando. Yo me acuerdo había un sombrero de
Ibarra amarrado cinta, alpargatas con cinta, calzón blanco con bufanda blanca,
con saco negro, con poncho colorado... y él sentado con la guitarra y los
soldados viniendo a coger...En casa de Florencio Catucuamba, en casa de Asencio
Lechón, que se murió... él sentado. Buscaban al blanco, a ese chulla. El todavía
con la guitarra o con la flauta: maqui chaqui, maqui chaqui... Helé, buscaban
al blanco y no lo encontraban y se iban los soldados. Venían a trabajar con
nosotros. Después vino ya, -en ese sentir mismo, ese año mismo ya ahí vino el
Dr. Ricardo Paredes con el difunto Taita Jesús Gualavisí, de Llano. Allí ya
juntaron los de Pesillo, de todos lados. Aquí Florencio Catucuamba, Juan
Albamocho, Vicente Amaguaña. Acá de este lado, Francisco Nepas... .casi no
puedo dar razón. De ahí vuelta de San Pablo Urco, la compañera Dolores
Cacuango. De Llano, compañero Jesús Gualavisí. El Dr. Ricardo Paredes venía
jovencito a organizar, pero secretamente, secretamente. Hemos lidiado, hemos
luchado, hemos dado la mano, hemos dado fuerza, hasta ahora, hasta aquí...eso
es compañera!
P: ¿Y
cómo así usted salió de Pesillo?
R: Por
Fuerzas Armadas
P: ¿La
sacaron?
R: La
sacó, a mi mamá. Fue expulsado Chimba, San Pablo Urco, Moyurco, Pesillo. Total
sacaron 46 casas, desbarataron, quemaron, abrieron con misma gente, con mismos
apegados Pesillanos. Unos soldados. Cuando abrió la casa de mi mamá, de mi
papa, a mi hermano el José que es ahora profesor y a mi hermano Vinancio
Amaguaña, a ellos cogieron. Mismos campesinos vecinos hicieron coger cuando
vinieron de Quito. En Quito ya estaban ya, haciéndose bulla para abrir las
casas. Y vinieron mis hermanos de noche, pero a las 3 de la mañana ya estaban
cogiendo preso a mis hermanos. Cerraron en la hacienda. Recogieron a la gente.
Unieron animales de Chimba, de todos lados; sea borrego, sea puerco, sea
ganado, sea caballares. Pero limpio unieron, limpio de todos lados. Entonces
ahí había dicho estos soldados a mi mamita: “pierdes la vida de tu hijo o
pierdes la casa”. Entonces había contestado mi mamita: “pierdo la casa, que se
carguen, que se coman, qué diablos que hagan, menos mis hijos que no pasen
nada”. Helé. A mis hermanos habían hecho agarrar hacha, machete, azadón, barra
para tumbar los pilares. Los soldados a mismos hijos, diciendo: “¿Te sientes?,
¿sientes de tu casa?, ¿lloras de tu casa? Pone hacha bandido, pone hacha,
barra...”. Tumbaron semejante casa. Mi mamá, mi papá eran bien riquísimos. Ahí
una caja de plata robaron, molino de la mano robaron, esos trastes, esos
granos... cuyes, no más, 65 cuyes. A mi mamita y a mi cerraron; y a mis
hermanos, a ellos llevando, botando la casa. Mi papá se había ido corriendo por
cerro de Zuleta. Helé, nos llevaron a las 7 de la noche para abajo ya, sacando,
pero limpio las casas. Mi mamá, mi papá... bueno mi papá era medio
cobarde....Mi mamá no hizo caso. Ahí mismo paraba chozón. Ahí mismo con esos
palos. Ya dentro de un mes ya vinieron los soldados, 50 soldados, recogiendo
trastes en mulada de ellos y fueron a botar en Cayambe. De eso quedamos en
Cayambe 15 años. Helé. Nosotros no teníamos nada entrada por aquí, nada
absolutamente... Onde que ve, como vienen ahora mis compañeras, entonces, tras,
los soldados: por qué vienes... Así hermanos, ni hermanas no podíamos venir.
Por eso yo conocía por Pisambilla, por Gangahua, por Tabacundo, por Alegría...,
por ahí, así buscando la vida; llorando, llorando.. A chucchir o a trabajar ya
conocieron la gente, los que comprienden por nuestras leyes dizque andan.. Un
mayordomo, verá compañera, se llamaba Enrique Alvear, él sí era muy racional.
Es que era ya anciando, ya abuelito.
P: ¿De
dónde es?
R: De
Cayambe... era por aquí. Entonces, dizque él había dicho en compañía ¿no? a la
gente: “no le dirán nada a esta gente. No le dirán nada. Esta gente no es
venida ni por ría ni por ladrón. Esta son... después no sé que sucederá con
esta gente...No estarán hablando, no estarán diciendo nada. Dejarán cada uno
que trabaje! Helé. Ese mayordomo nos quería. Algo debe de haber sido él
también: espíritu del corazón del. Algo debe haber sentido, ¿no es cierto? El
nos tenía así dando trabajo. De por ahí que nadan diciendo que somos
socialistas, comunistas; que ladrones, negados de Fe de Dios; que tenemos
cachos, que tenemos rabo, que somos uñas tan así. . .Sí, a nosotros no nos
podían ver nadie, nada mismo. Hasta saber ya nosotros mismos, ya criando bien,
nuestras familias, nuestros hijos y como están ahora, el Partido Comunista
dando al fuerza y así. Ahora sí no hacen caso a nadie, nada mismo ¿no es
cierto?
Ese
tiempo, púchica, aquí! toda cosa era cosa escondida, cosa secreta, Dios mío:
llorar, llorábamos; por qué meteríamos en esta Ley...?, en esta comunista, qué
será. Hacían llorar los enemigos, hacían llorar los patrones, el teniente
político, el cura...
P:¿Qué
decía el cura?
R: Ay!,
a mí me ha pegado el cura ca, en hacienda de Pesillo. Yo también me fui a la
misa. Entonces, púdica carajo, cómo me hablé; cómo me pegó. En cada hablada me
pegaba.
P:¿Y
qué le decía?
R:
Diciendo que soy comunista, pues. Negada de fe de Dios. Si te mueres, también
botar - dijo-, por quebrada, no enterrar en panteón.. Y venimos. Estuvimos ya
en la banda bailando aquí onde difunto compañero Reimundo Nepas, cuando viene
la noticia: la Iglesia ya se acabó, quemando porque ha estado neciando el cura
con una india. No dijo campesina. La india ha de haber pedido a Dios, la india
ha de haber llorado. pero, se había quemado limpio. La madre... digamos la
Virgen de Mercedes, negreando nomás... no había quemado.
P: ¿En
la iglesia de Pesillo?
R: Eso
creo que hicieron de componer en 5.000 pagando. La misma que ya ha quemado. Así
sucedió con migo.
Otro
cura. Tuvimos el guaguito del Isidro bautizando. Nos vamos a bautizar, pues,
guagua había mal nacido, ¿no? No había tenido... Entonces, ay pues. A la mamá
mismo da que bautice, que rece. Claro, la mamá como no sabía, pues, se falló en
Padrenuestro. Se falló. Entonces, ya puso puertas afuera él. Entonces, Isidro
dijo:”mamima deme marcando, a mí, a mí”. Ay, pero se enyeguo, se cabrió, se
increspó. Siendo socialista. Será socialista firme. Siendo comunista serás
Comunista firme. Siendo católica, tal y cual al fin.
P:¿Ahorita?,
¿hace poco eso? ¿hace cuánto?
R:
Haceeeeee...
P:
¿José Amaguaña se llamaba su papá?
R:
hermano profesor.
P: Su
papá, ¿cómo se llamaba?
R:
Vicente Amaguaña.
P: ¿Y
Venancio Amaguaña era el hermano?
R: el
hermano
P: ¿Y
su madre?
R:
Mercedes Alba
P: O
sea, usted es pariente del sambo Ulcuango.
R: No.
La mamá del era Ayala.
P: ¿Y
cómo así vino a dar a la Chimba usted?, ¿se casó con alguien?
R:
"Yo vivía en Yanawaico, Cayamabe, paracasito no más, 15 años. Así mismo
lidiando, luchando, dentrando al Ministerio de Gobierno. Entonces ya dio la
orden que venga, que dentren ya. Hasta eso ya se murió mi hermana. Una hija
tengo aquí. Yo he criado en ,mi seno, cuidado, dando de mamar. Y ella se murió.
El marido también se murió. Tengo sobrinos allá en Pesillo, dos.
P: ¿Y
su hermana había quedado en Pesillo?
R: Sí,
ahí se quedó. Para venir a ver no había ni como. Cuando se murió, vinimos con
los policías. Hasta entierro no más, hasta sepultar. los soldados tras de
nosotros. A mí y a mi mamita no consentía que dentre a la tierra misma. Mi papá
era un poco cobarde, que el te con los guaguas, con los nietos.
Tres
años no más, ya se murió mi papá. ya no avanzó a cuidar. Ahí quedó los guaguas
solitos, los dos varoncitos. Ahora ya son casados. Viven allá.
Yo me
vine a vivir en Pueblo, otros 12 años, pero no he dejado esta lucha. Me iba,
pero me llamaba cada ratito el Dr. Ricardo Paredes. Cada ratito, cada un mes,
cada dos meses. Y decía –y ahí el Partido ya fue criando, criando- que las
casas de los expulsados sale casa de teja. Va a pagar casa de teja. En ese
anda, pie pues, qué carro!... A veces íbamos 20 personas, a veces 15, a veces
10, a veces 8, a veces 5, así. Cargado así bolsita de máchica, raspado dulce,
sacábamos aguacate en Guayllabamba...un real, así llenesito. Los hombres
mayores chumaban. Sacaban guarango, sacaban chicha y yo no, todavía no sabía
tomar. Nada no sacamos; ni casa, ni hada. Plata pagó. A los que han luchado, a
los que han dado firmas, a los que se han ido a Guanupamba a vivir, por aquí
mismo regresando a escondidas que no les pagaban. A los luchadores firmes, que
mi papá había dado firma para cobrar, entonces ahí sacaron solamente 1.500
nomás, en 20 años, casi.
P: En
el pueblo, ¿usted tenía casita?
R: No.
Ahí tan compró mi mamita un lotecito (en Olmedo, cuando salen) y vinieron este
arrendatario Delgado con el soldado, nos sacaron. La casa quedó alhajita
botada. Vuelta nos fueron a botar en Cayambe mismo. Vuelta vinimos a vivir. Ya
ahí después cogí a un hombre, como yo era sólita, cogí-a un hombre... Ese
hombre me resultó malo, se fue botando. Me dejó con ese huasipungo. Y como las
familias se renegaron, se cabrearon, de ese vine al cambio acá, en tiempo de
Asistencia. El era chimbano, se llamaba Manuel Túqueres.
Antier
me dicen no más que es abuelito, abuelito. Se ha encontrado. Abuelo, abuelo,
dice que es.
Entonces
entregó a mi hijo ese huasipungo. Mi hijo que se murió. Me quedé así ca yo y
tuve que luchar para sacar a mi hijo otro pedazo ca. Ya de ahí después yo cogí
otro pedazo arriba. Helé. Así ando yo, sufriendo o luchando también.
P:¿cuándo
usted se vino a vivir acá ya había sindicato aquí?
R: Sí
había ya.
P: ¿Y
quién era cabecilla en esa época?
R: En
esa época habís sido un tal Francisco Nepas.
P:
¿Pariente del Isidro?
R: Si
ha de haber sido familia. Todos los Nepas creo que son familia. Ahí había
otros... Florentino, Reimundo.
P: ¿Ahí
en esa época qué tipos de luchas hace?... cuando usted se viene a vivir acá.
Usted también es cabecilla ahí
R: Yo
todo siempre, desde guambrita. Por eso digo, en de las Casas era segurito yo,
segurito. Después, ya el partido. Me mandaron a llamar directamente al Congreso.
Ya me preguntaron hermana de quién era , familia de quién. Entonces, yo le
avisé como estaba el José, mi hermano estaba en el colegio. Allá en normal.
Entonces, ya me conocieron ya todo el partido. Los hombres anteriores ya
toditos están acabándose.
P:
¿Cuando usted vino acá, qué cosas por ejemplo lucharon?, ¿cuando usted estaba
aquí qué cosas lucharon?
R: alza
de salario y para hacer correr a los mayordomos, a los arrendatarios. Hicimos
correr una época de aquí de esta pampada. A todos los compañeros metimos en esa
acequia. A toditos limpio: mujeres, viejos, guaguas, limpios. Y los
trabajadores estaban amarrando ganado aquí en esta pampada. Entonces ya vino
patrones,.un tal que se llamaba Gonzalo Flores, vinieron entre 6. Ya estaban
amarrando... en eso salir de ahí como para abajo. Fui a dejar a otro lado en
puente para allá. Y un compañero que se murió, de esa loma, largó voladores;
dos voladores para que se vayan.
P:
¿Cómo se llamaba ese compañero?
R:
Celso Alba. Helé. De ahí, sólo por salario.
P: ¿Y
abolición de los diezmos y las primicias? Cuénteme cómo fue todo eso
R: Sí,
sí. Acordándome cómo no. De las primicias hemos parado durísimo por no dar al
cura nada. Venían las compradoras y nada. No dábamos, Ya pasó. Las servicias,
acabando el Congreso2, vinimos todos los congresistas. Sacamos en Moyurco,
sacamos en San Pablo Urco, sacamos aquí en Chimba, sacamos en Pesillo, último.
Sacamos a las servicios y a las huasicamas. Ahí ya salieron rogando. Sólo para
el patrón que se quede huasicania, no para empleados.
Así
estando luchando bastante, así estando, luchando, luchando. Cuando mismo ya,
vino ya, la lucha de reforma agraria. Yo no comprendía qué es la Reforma
Agraria. De tanto preguntar, de tanto oír entendí qué quiere decir... Allí ya
me avisaron. Eso es compañera. Hemos luchao fuertísimo. Cada día, cada semana
tras los soldados a coger a los cabecillas, a coger a los dirigentes. Que se
meta para tras. Que se vaya para arriba, que se escondan... Las puebleñas
enemigas avisaban, conversaban onde estamos haciendo sisión, con quién estamos
andando, cómo estamos andando.
P:
¿Había arrimados en la familia?
R:
arrimados, arrimados más anteriores han cogido husipungo. Arrimados después,
arrimados actuales éstas fincas. Estos lotes. Toitas estas casas que ve son
nuevos lotizados. ¿Cuántos años era? seis años será.
P: ¿Y
ellos estaban con ustedes en el sindicato. Husipungueros y arrimados caminaban
juntos?
R:
Todos, todos. Todos iguales.
P:
¿Eran familiares, generalmente?
R:
Familiares, primos, sobrinos, compadres, parientes. Pero yo no tengo aquí a
nadie. Solita, solita. En pesillo si tengo. Por ejemplo, mi hermano profesor en
San pablo Urco. Vivía pueblo para arribita. Dos sobrinos tengo: uno, Vicente
Amaguaña y Juan Pedro Amaguaña. Vuelta otro es por la hermana José Alba.
Salvador Alba. Una hija que crié aquí también vivía aquí.
P:¿ Y
cómo se llevaban con al gente del pueblo?
R: Nada
nosotros. Unos 3, 4 sabían ser llevados con nosotros. Sabían venir a avisar a
nosotros. De ahí, ca, puros enemigos... Diciendo tal y cual india, indios
ladrones, mala fe, negados de Dios, estos comunistas. Dizque viven con
hermanas, hermanos casados, que vive con hijos mismos... qué horrores nos
decían!
Por eso
cundo yo me fui a Cuba , a Unión Soviética, mentí porque ellos de por aquí son
así.
P: ¿Y
usted estuvo presa?
R: [En
1963] en Penal 4 meses 4 días por esta lucha; por haber ido a Moscú diciendo
que ha traído bala y plata.
P: ¿y
qué le decían los soldaos?, ¿Por qué al cogieron?
R: Por
haber ido allá, pues.
P:¿Y
cómo la trataron en el penal?
R: Por
qué iban a tratar bien. Solo chirlazos... bueno, patear no me ha pateado, bueno
garrotizas no ha garroteado; de ahí chirlazos, aminazas de meter bala.
P: ¿Con
quién más la metieron presa?, ¿sólo a usted?
R: No,
pues. A todos nos sacaron aquí. Hombres salieron a los 18 meses.
P:
Cuando les abrieron las casas cuando vivían en Pesillo ¿Por qué?, ¿había habido
una huelga?
R: Por
eso, por esta ley. Huelga no. Nos habíamos todavía qué era una huelga.
Casi yo
no me cuerdo. Guambra todavía. no tenía conocimiento, nada. Y más campesina.
Ahora si quiera... .todo me va llegando al pensamiento, a la mayoría de las
cosas. Como éramos guambras, como no sabíamos estás cosas, nada pues. Toda
éramos como muertas. Todo éramos como olvidadas mismos, pues no sabíamos nada.
Nada no sabíamos
P:
¿Usted andaba junto con la Dolores [Cacuango]?, ¿la conoció?, ¿cómo fu eso?
R: Si,
en Quito. Juntas hemos vivido, juntas hemos comido, juntas hemos dormido,
juntas hemos andado. De la difunta compañera de lucha. Ahí era la parada. Ella
era madre para nosotros, ella era. tenía casa, linda casa. Solita. Decía “a
estos picarones de los hermanos no le he de dar nada”. Tiene que coger el
Partido la casa , así que ustedes verán. Cuándo la enterrarían, tres meses de
sepultada me avisaron. No, estoy mintiendo. Tres semanas, me avisaron.
P: ¿Qué
más mujeres andaban?
R:
¿Qué?, ¿campesinas? andaban la difunda Angelita Andrango. Era humilde, seria,
sencilla.
Era
huasipunguera de Pesillo. No entraba palabra a ella, pero no le dejó luchar.
Cuando llegó de la primera vez a mí al penal, ella detrás. Juntas, siendo que
no la cogió sino que a mí. Abajo en las máquinas estuve formando la escuela, la
escuela de los niños de Pesillo con el compañero Sambo Ulcuango. Entonces ahí
vinieron 25 soldados. En ese aguacero nos metidos toditos para adentro y cuando
sale un niño: “Mamita, mamita los soldados”. Parados habían estado los soldados
y otros civiles por ahí, aguaitando. Ahí estuvo un noche no más en penal. decía
la compañera difunda de la lucha: comadre, aquí es que estamos comadres
cayambeñas presas. Después salimos ya. Ahí reclamamos al Ministerio 50 sucres
para el regreso.
En ese
tiempo andaba la que ahora es ancianita, la compañera Clotilde Tarabate de
Moyurco. Al marido le mandaron desterrando por una montaña de Galápagos, pero
por montaña no por esa laguna. [Ah!!! en Mera, Oriente] El marido todavía vive,
anciando es. ¿Cómo es que se llama....? Virgilio Lechón.
P: ¿Qué
otras mujeres andaban?
R: tres
no más. La compañera Dolores era más ella.
P: ¿Y
por qué las mujeres andaban?
R:
Porque han de haber sabido pensar, han de haber sabido tener pensamiento.
P: Es
raro porque en otras partes las mujeres no han sabido ser cabecillas
R: Han
de haber sido valientes. No deben haber tenido miedo. Más cólera da que miedo.
P: ¿Y
los maridos no les decían nada?
R: Pues
como no pues. Por eso mi marido se fue. Salía celando con el compañero difunto
Rubén Rodríguez que se murió, con el doctor. Ricardo Paredes mismo, con el Dr.
Chavez. Con esos, con el que esté ahí parado lo salía a celar. Pucha, carajo!!!
Otra cosa es ver una mujer casa sufriendo . Otra cosa, es cundo se tiene mal
sufrimiento, mal destino. Yo no sufrí. Yo he de botas no más puerta afuera,
pensaba. Sí. Cando de pelear era iba de entrar en el Partido. Si pues, no ve
que yo soy luchadora fiel desde guambrita y era ahí tomado juramento para que
no esté regresando ni para acá ni para allá. Así que no sea una mujer enferma,
que no sea una mujer loquita, no se aun mujer chachadora. Que se una sola leña,
que sea trabajadora. Por eso yo vivo así, sin esquivar las cosas.
P:¿Quién
le habló a usted de esta ley favorable?, ¿su mamá?
R: Sí.
Mi mamá. Ella era luchadora también. Aquí vino a morir, a fallecer. Papá y mamá
ahí fallecieron, ahí me quedé solita. Ahora más solita. Yo ya hijo que tengo,
trabaja para guaguas para mujer. Tiene también lotecito. Otro aumentó allá
lejos y donde mí también.
P:
¿usted conoció a Diego Colimba?, ¿de dónde era él?
R: Sí,
él era de Pesillo. Todavía creo que vive. Marido de la difunta Angélica
Andrango era. No era cabecilla, pero era marido de la cabecilla.
P: ¿Y
Mercedes Cachipuendo?
R: Era
mama de Lino Alba. También luchadora era.
P: ¿Y
Víctor Calcán?
R:
También si era temporal mío, pero así, así no más luchaba. En tractor creo se
murió, con dolor.
P: ¿Y
Agustín Colcha?
R: No
tanto luchador, así así no más.
P: ¿Pio
Campues?
R: más
antes. Han sabido andar luchando. Le han mandado sacar a cayambe también.
Muerto es. La mujer vive: Rosario Andrango
P: ¿ Y
Casimiro Otavalo?
R: Allá
en San Pablo Urco es. Sí andaba pues, conversando, conversando. Sí andábamos
pues de cada lado: de Pesillo, de San Pablo Urco, de Chimba.
P: ¿Y
Eriberto Otavango?
R: Ese
resultó muy borracho, muy dañino. Sí andaba, pero muy borracho, muy necio. No
valió por eso le votaron el Partido, también. Lo voto
P: ¿Y
Federico Quilo?
R:
Murió. También andaba. A los congresos, llamaba. Sí andaba. De borracho se
murió o dijeron que mataron. Aquí en pueblo es muerto. Cuatro , cinco años
hace.
P: ¿Y
Rosa Caticuamba? Esposa de un Farinango parece que es
R: Por
borracho se dejaron meter balas. Por ellos es que expulsaron de 46 huasipungos.
[El es el que le metió bala un mayordomo Valladares] de noche. Tanta bulla que
haciendo, tanto escándalo que “Yo ando luchando, que yo ando hago tal cosa”.
Entonces viene él y tras, tras, tras. Ya para dentrar al puente le meten bala,
ya apara dentrar aquí. En ese levantamiento es que nosotros nos botan
expulsando.
Han
venido firmando los cabecillas, los dirigente, han venido firmando en el
ministro de gobierno que para no alzar a la gente, para que no estén
fastidiando del trabajo solamente que anden secretario, anden presidente, que
ande dirigente, así no más que manden reclamando las cosas, la necesidad de los
campesinos, trabajadores. Toda la gente se ha alzado pero limpio, de todas la
haciendas. ¿Qué sirvió? Nada. Después haber arreglado. Entonces ellos
falsificaron y siguieron desahucio. No eran cabecillas. Mentiras. Nunca había
luchado. Era sólo la borrachera. Así era.
P: ¿Y
Ramón Alba?
R: Sí
andaba, pero humilde no podía comprender, pero andaba. El sí.
P: ¿Se
recuerda cuando entregaron las haciendas los curas a la asistencia social, de
que había muerto el Coronel Portilla?, ¿ni de oídas?
R: En
tiempo de padre ha de haber sido que sabían venir los soldados a pelear por
aquí, a matar por aquí. Pero yo no he avanzado, no he alcanzado ese tiempo. Más
antes. Desde Aquiles, desde Delgado.
Yo
tengo 67 años.
P: ¿Qué
otro levantamiento?
R: Para
recibir la hacienda , pues. Ahí sí fuerte. Nosotros allá en la hacienda de
trabajo, lidiando con el Isidro, con el patrón Galo.
Habían
estado aquí María Magdalena Chacaluma, peleando de a bala...esas lacrimógena,
esas habían botado...para recibir la cooperativa, soldados vinieron. A nosotros
nos respaldaba bastante la gente.
Y ahora
tranquilamente, bonitamente la gente está aprovechando lo grande....
Hasta
recibir la cooperativa, hasta entregarles la cooperativa, hemos sufrido, hemos
lidiado, hemos luchado toditos...amarguramente....Todo este llano que ve, sólo
para ellos. Sí a la lotización, siembran para la cooperativa no más. No es para
los patrones ni gamonales. Para nadie. Eso es.
Y
ahora, nosotros ...no sólo yo, estamos algunos compañeros, estamos
reclamando...
P:
¿Cómo era la cosa de los cuentayos?, ¿quiénes eran cuentayos en la hacienda?
R:
gente, pues...[todos eran cuentayos]...todos. Sabían hacer cuentas... Payacamas
hacían cinco meses. Más de ellos que son buenos cuidadores hacían siete meses...mamá
y mi papá han hecho cuidadores de oveja 11 años. Ese tiempo hacían auxilios...
A mí me
tocaba cinco meses de cuchicama puercos, payacama, cuatro meses, tres semanas.
Así me ha tocado.
Las
mujeres ni paga, los hombres de tanto pelea ganaban tres sucres....[las
oredeñadoras] ganaban a tres reales, sí ganaban.
P: ¿Los
mayorales eran campesinos?, ¿quiénes los elegían?
R:
campesinos mismos. Los hacendados elegían...ahora no hay, pues. Eran medios
apatronados, medio brutos: una persona ignorante para el maltrato de las
personas... .jodidos sabían ser, no ve que salían junto con los patrones a
maltratar de noche. Muchos salía a pegar, entre dos, entre 18 mayorales,
ayudantes a las casas a hacer asustar, a pegar mismo. Corrían la sangre. No
había nada justicia, pues. A gusto de ellos bailaba.
P: ¿En
los huasipungos quienes trabajaban?
R: Para
la casa, marido, mujer y guaguas.
Comments
Post a Comment