Aires de libertad en Túnez, Egipto y Jordania

Las revueltas se están extendiendo a Yemen, Jordania y Egipto. Este fin de semana twitter y Facebook eran un hervidero de fotos de mujeres protestando en Egipto, mensajes felicitando su valentía y notas recordando que es la primera vez en la historia de un país islámico en el que la participación femenina llega a tanto (de 30% al 50% según la fuente).

Lo decía el otro día a propósito de lo de Túnez y lo repito ahora con el ejemplo de Egipto: veremos a ver dónde quedan estos aires de libertad y cómo salen paradas las mujeres cuando haya caído el gobierno de turno y se haya creado un nuevo gobierno todavía más opresivo. Nos estamos olvidando de cosas fundamentales:

(a) ¿Quién está aprovechando estas protestas para dar imagen de mártires? ¿qué puede pasar con las mujeres egipcias si estos mártires llegan al poder?

(b) Las fotos son de mediados de semana y han salido a la luz el viernes y sábado. A día de hoy el número de mujeres manifestándose seguro que no llega al 10% de otras protestas.

(c) A ciertos sectores anti-occidente y anti-feminismo, les ha faltado tiempo para "vender" las fotos de mujeres con nikab o burka como ejemplos de “libertad” y lanzar una puyita contra los enemigos occidentales que intentan controlar a las mujeres (enemigos del islam se sobrentiende).

(d) Al igual que en Túnez, en Egipto ya hay hombres prohibiendo a las mujeres que salgan a manifestarse desde padres de familia que le prohíben a sus esposas e hijas salir de casa a hombres que increpan a las mujeres por la calle porque, total no hay policía y aunque la hubiera todo buen musulmán sabe que una mujer que sale sin un escolta (padre, marido, hermanos, etc) es una prostituta.

(e) Los organizadores de las manifestaciones y protestas ya están pidiéndole a las mujeres que se queden en casa. la excusa es garantizar su seguridad, que no las detengan como estos días la policía está deteniendo a hombres que se manifiestan. No sé yo hasta qué punto quieren protegerlas o, ahora que ya tienen la atención internacional, ir marcándoles su nuevo lugar en la sociedad (en casita, protegidas como rosas de pitiminí).

(f) Se habla de saqueos, robos y pillaje pero absolutamente nadie está hablando de acoso, agresiones sexuales y violaciones que se puedan estar produciendo. En un país como Egipto donde las mujeres son acosadas sólo por subirse en un autobús, no quiero ni imaginarme lo que puedan estar haciéndoles ahora mismo. Veras que si en un “momentazo de cambio político” tienen cabeza, cuerpo y presencia para ponerse a robar, también tienen ganas de violar.

Hay dos denominadores en común en estas manifestaciones y revueltas de Túnez, Egipto y Jordán. Uno es que son países donde las mujeres tienen relativamente más derechos que en otros países africanos y más visibilidad en el panorama internacional. En Túnez desde que se independizaron de Francia en 1956, la mujer tenía derecho a trabajar fuera de casa, a conservar la custodia de los hijos en caso ce divorcio y la poligamia fue ilegalizada. Además, la mujer tunecina accedió al derecho al voto en 1959. En Egipto la mujer puede votar desde 1956 y poco a poco ha ido consiguiendo derechos como el de pedir el divorcio por su cuenta y pasarle la nacionalidad a sus hijos. En Jordania la mujer puede votar, trabajar fuera de casa y presentarse a cargos públicos desde 1974. Desde mediados de los 90 tienen leyes que garantizan que una mujer embarazada o que acaba de dar a luz no pueda ser despedida, permisos de maternidad de hasta 10 semanas y una hora diaria para amamantar a sus hij@s si optan por darles el pecho. Además la familia real está muy involucrada en las campañas de alfabetización, educación sexual, lucha contra la trata de mujeres y lucha contra la práctica de la mutilación genital femenina. Todas estas libertades de la mujer repercuten en una sociedad más libre que no gusta no ya al gobierno del país de turno sino a los sectores más conservadores que se oponen a ese gobierno no por oprimir al pueblo sino por darle demasiadas libertades.

Precisamente el segundo factor en común es que detrás de las revueltas se esconde el grupo los Hermanos Musulmanes. Un grupo con aspiraciones de partido político-religioso que se autodefine como “conservador” (entrecomillo en mi modesta opinión sus miembros rozan el fanatismo). Ilegalizado como partido político en casi todos los países donde está presente (Somalia, Argelia, Sudán, Libia, Arabia Saudí, Jordania, Israel, Palestina, Irán, Irak, etc), este grupo tiene el objetivo básico de “salvar” Occidente – todos los males occidentales se deben a que somos infieles mireuste y nos entre o no nos entre en la cabeza debemos convertirnos al Islam. No me invento nada, lo tienen tal cual en su página web donde, por cierto, las fotos de mujeres manifestándose brillan por su ausencia. Para los Hermanos Musulmanes que la mujer pueda trabajar fuera de casa no debe ser hecho a expensas de su papel como esposa y madre ni olvidándose de la modestia a la hora de vestirse si sale a la calle. La mujer tampoco debería votar aunque en esto son un poco hipócritas y se pronuncian públicamente según lo que haya en el país que les toque; por ejemplo, en Kuwait se oponen abiertamente al sufragio femenino (el derecho al voto de las mujeres es reciente, se consiguió en el 2005) pero en Egipto, como el sufragio femenino es legal y un derecho por tanto que se percibe como ya ganado, no pueden oponerse pero dicen estar en contra de que una mujer pueda llegar a presidenta del gobierno y además pugnan por una reforma política y una nueva constitución (si la nueva constitución está basada en la sharia, ya sabes tú qué futuro le espera a la mujer en ese país). En general, las mujeres no tienen ni voz ni voto dentro de la organización; en las escasas ocasiones en las que se han podido presentar a las elecciones (como en Egipto) y han llevado a mujeres en sus listas se trata de esposas o hijas de otros candidatos – es decir, (a) controlables desde un punto de vista político-religioso porque como buenas musulmanas harán lo que su marido/padre les diga y (b) ganadoras de un voto de confianza o por costumbre – la población no las vota a ellas sino al apellido como hemos visto durante las décadas que las familias Gandhi y Marcos han explotado el chollo en la India y Filipinas respectivamente. Aunque haya un sub-grupo de Hermanas Musulmanas, sus actividades se encuentran al margen de la estructura político-decisoria y limitadas a la educación o adoctrinamiento religioso de otras mujeres y a temas socio-familiares (sus labores y sus actos de caridad, chicas de la Cruz Roja como si dijéramos) salvo en época electoral que es cuando les toca acompañar al hombre de la casa y aparentar que sí tienen voz y voto. Y ojo que no es que metan a cuarenta viudas o hijas de de golpe – en Egipto a mediados del año pasado se estaba hablando tímidamente de llevar a 2 o 3 mujeres en listas con 15 hombres. ¿Qué poder tienen 2 o 3 mujeres a la hora de votar algo? Pues ninguno.

En definitiva, dentro de este grupo están tan o más segregadas que en la vida real. En cuanto las feministas musulmanas presionan para que haya mayor transparencia y menor nepotismo en el tema del papel de la mujer dentro del grupo y la representación política, se las ataca desde todos los frentes: no sólo no tienen que meterse en cosas de hombres (que deberían estar en casa tapadas criando a los hijos en lugar de en la calle como putas), sino que se las demoniza y se las acusa de no ser buenas musulmanas e intentar acabar con la unidad dentro de la organización (es que no están contentas con nada, mireuste).

Eso es el plantel que tienen ahora mismo en Túnez, Egipto y Jordania. Hay gente que se pregunta por qué los gobiernos occidentales no han corrido a expresar su solidaridad con los manifestantes pero dime tú a mí cómo corren a celebrar nada con esta gente. Mucho es que hayan salido con cuatro o cinco frases de compromiso con los valores de la democracia y la no-violencia.

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