Cuando veas las barbas de tu vecino cortar…
Durante años hemos visto los disturbios raciales en Alemania o Francia. Ahora ha habido un nuevo caso que ha pasado de puntillas por los medios de comunicación. No exactamente disturbios raciales sino algo peor: violación organizada de niñas y adolescentes de raza blanca de entre 12 y 18 años a manos de primera generación de niñatos británicos e inmigrantes adultos. Un problema lo suficientemente extendido y alarmante para que Jack Straw, parlamentario laborista, y líderes religiosos musulmanes hayan salido a la palestra para hablarlo.
En Derby (Inglaterra) los centros de atención a víctimas de violación no dan abasto y han observado (a) que muchos de los violadores a la espera de ir a juicio se conocían entre ellos, (b) que muchos son la primera generación de británicos i.e. hijos de inmigrantes nacidos en Inglaterra, por tanto ciudadanos británicos con la cultura y costumbres del país de origen de los padres todavía muy arraigadas, (c) que muchos consideran a las mujeres blancas como inferiores a las mujeres del país de sus padres. También hay casos de inmigrantes cuarentones casados que, como no pueden pedirle ciertas cosas a sus mujeres, en lugar de matarse a pajas o pagar a una trabajadora del sexo, se dedican a violar a jovencitas. A sus hijas las tienen en casa bien aleccionadas – de ellas se espera sumisión, silencio y virginidad hasta el matrimonio –, pero las hijas de los demás son todas unas putas así que no se sienten remotamente culpables si las violan. De hecho las declaraciones de Jack Straw han sido provocadas por la encarcelación y juicio a dos paquistaníes cuarentones.
Jack Straw habló de bandas organizadas de niñatos británicos de origen paquistaní que se dedican a acosar, toquetear y violar a chicas de entre 12 y 18 años porque, como los padres, piensan que las chicas de su misma edad y origen son “intocables”. Los líderes religiosos amplían el abanico a hijos de inmigrantes afganos y de otros países árabes. Que los inmigrantes llegados de Pakistán, Afganistán y otros países donde la religión mayoritaria vean a las mujeres de sus países de origen como santas y a las mujeres del país al que llegan no es nada nuevo. Que inculquen a sus hijos ese odio hacia las mujeres del país al que hayan emigrado – mujeres del país en el que los hijos hayan nacido – tampoco es nada nuevo, pero sí ha sido siempre más difícil de probar y mucho más difícil que alguien dijera algo porque, en la época de lo políticamente correcto, nadie quiere ser tachado de racista. Desde luego, todavía más raro era que un político se pronunciase públicamente sobre el tema así que ¡ole tus huevos Jack!
Sean del país que sean, el problema está en que, al respetar a rajatabla las costumbres de sus países de origen y transmitirlas a sus hijos, viven en guetos mentales autoimpuestos que no son compatibles con una sociedad democrática. Aunque pocos gobiernos tengan los huevos de deportar a un inmigrante por un delito de violación o violencia doméstica, en teoría a un inmigrante puedes deportarlo. Deportar a uno de estos neandertales mejoraría las condiciones de vida de las mujeres en su entorno inmediato y en general (un violador menos circulando por las calles). ¿Es casualidad que ningún gobierno se moje en este tema? ¿o es causalidad que no se mojen? Si acabamos con maltratadores, violadores y religiones asfixiantes que sólo buscan oprimir a la mujer, la mujer dejará de tener miedo. No, no es casualidad que a la hora de la verdad no se deporte a estos animales – el gobierno de cualquier país sabe perfectamente que una mujer sin miedo es peligrosa.
Por otro lado, ¿qué haces con un ciudadano de tu país que piensa que las mujeres de una raza, cultura o religión diferente a la suya son impuras y por tanto lo van pidiendo a gritos? ¿los dejas en la calle a los 2 días para no liarla con la comunidad X? ¿los premias con un hotelito de cinco estrellas (usease cárcel)? ¿les pagas terapia y cursillos de rehabilitación? ¿los encierras y tiras la llave? Es más, viendo como está el patio británico, ¿qué se está haciendo en España para que esto no pase ahora mismo ni dentro de 10, 15 o 20 años?
En Derby (Inglaterra) los centros de atención a víctimas de violación no dan abasto y han observado (a) que muchos de los violadores a la espera de ir a juicio se conocían entre ellos, (b) que muchos son la primera generación de británicos i.e. hijos de inmigrantes nacidos en Inglaterra, por tanto ciudadanos británicos con la cultura y costumbres del país de origen de los padres todavía muy arraigadas, (c) que muchos consideran a las mujeres blancas como inferiores a las mujeres del país de sus padres. También hay casos de inmigrantes cuarentones casados que, como no pueden pedirle ciertas cosas a sus mujeres, en lugar de matarse a pajas o pagar a una trabajadora del sexo, se dedican a violar a jovencitas. A sus hijas las tienen en casa bien aleccionadas – de ellas se espera sumisión, silencio y virginidad hasta el matrimonio –, pero las hijas de los demás son todas unas putas así que no se sienten remotamente culpables si las violan. De hecho las declaraciones de Jack Straw han sido provocadas por la encarcelación y juicio a dos paquistaníes cuarentones.
Jack Straw habló de bandas organizadas de niñatos británicos de origen paquistaní que se dedican a acosar, toquetear y violar a chicas de entre 12 y 18 años porque, como los padres, piensan que las chicas de su misma edad y origen son “intocables”. Los líderes religiosos amplían el abanico a hijos de inmigrantes afganos y de otros países árabes. Que los inmigrantes llegados de Pakistán, Afganistán y otros países donde la religión mayoritaria vean a las mujeres de sus países de origen como santas y a las mujeres del país al que llegan no es nada nuevo. Que inculquen a sus hijos ese odio hacia las mujeres del país al que hayan emigrado – mujeres del país en el que los hijos hayan nacido – tampoco es nada nuevo, pero sí ha sido siempre más difícil de probar y mucho más difícil que alguien dijera algo porque, en la época de lo políticamente correcto, nadie quiere ser tachado de racista. Desde luego, todavía más raro era que un político se pronunciase públicamente sobre el tema así que ¡ole tus huevos Jack!
Sean del país que sean, el problema está en que, al respetar a rajatabla las costumbres de sus países de origen y transmitirlas a sus hijos, viven en guetos mentales autoimpuestos que no son compatibles con una sociedad democrática. Aunque pocos gobiernos tengan los huevos de deportar a un inmigrante por un delito de violación o violencia doméstica, en teoría a un inmigrante puedes deportarlo. Deportar a uno de estos neandertales mejoraría las condiciones de vida de las mujeres en su entorno inmediato y en general (un violador menos circulando por las calles). ¿Es casualidad que ningún gobierno se moje en este tema? ¿o es causalidad que no se mojen? Si acabamos con maltratadores, violadores y religiones asfixiantes que sólo buscan oprimir a la mujer, la mujer dejará de tener miedo. No, no es casualidad que a la hora de la verdad no se deporte a estos animales – el gobierno de cualquier país sabe perfectamente que una mujer sin miedo es peligrosa.
Por otro lado, ¿qué haces con un ciudadano de tu país que piensa que las mujeres de una raza, cultura o religión diferente a la suya son impuras y por tanto lo van pidiendo a gritos? ¿los dejas en la calle a los 2 días para no liarla con la comunidad X? ¿los premias con un hotelito de cinco estrellas (usease cárcel)? ¿les pagas terapia y cursillos de rehabilitación? ¿los encierras y tiras la llave? Es más, viendo como está el patio británico, ¿qué se está haciendo en España para que esto no pase ahora mismo ni dentro de 10, 15 o 20 años?
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