Pa’mearse y no echar gota

En Alicante han tenido que suspender un juicio contra 30 proxenetas porque la mitad están en paradero desconocido. Los únicos localizables son los acusados españoles y el jefazo grande, los demás – todos rumanos – no los encuentra ni Paco Lobaton. Para más inri, esto es el juicio por unas detenciones y unos cargos que se presentaron en el año 2003 al descubrirse una red de proxenetas que explotaba a adolescentes rumanas en sus locales. Desde el 2003 hasta ahora a los rumanos les ha dado tiempo más que de sobra de irse a Rumania, volver cargados de chavalas y montar veinte mil prostíbulos en otras partes de España. A saber qué haya pasado con las chicas que “liberaron” en el 2003 – si el tema de los proxenetas lo han llevado tan a rajatabla y con esa profesionalidad tan impresionante, no quiero ni pensar cómo habrán tratado a las chiquitas rumanas después de ser sacadas de los centros de prostitución ilegal. Si no hay dinero para mantener a los proxenetas bajo vigilancia, mucho menos lo va a haber para facilitar la recuperación de estas niñas (educación, asistentica médica y psicológica, casas de acogida, orientación laboral cuando acaben sus estudios básicos… a no ser que las deportasen, claro).