En todas partes cuecen habas

No hace falta irse a países musulmanes para encontrar casos de cazurros que no entienden su propia religión y se toman la justicia por su mano. En Londres un profesor y director académico de un programa religioso de un colegio para niñas ha sido atacado por cuatro prepotentes que le han destrozado la cara con una barra de hierro y un bloque de cemento. No sólo lo han dejado hecho un Cristo sino que le han abierto el cráneo por no se cuántos sitios. Los cuatro asaltantes tienen entre 19 y 27 años y viven su religión muy a pecho – tan a pecho que no les gustaba que este profesor dé clases de religión (se sobreentiende que oras religiones) a chicas musulmanas. Lo que ya es pa’mearse y no echar gota es que el profesor estaba amenazado, había sufrido intentos de ataques dos veces, había puesto a las autoridades locales en alerta, la policía tenía pruebas de otro presunto ataque… dejó que casi lo matasen. Manda huevos. Los cuatro agresores están en prisión preventiva a la espera de juicio. Yo soy este profesor y le meto una denuncia y una demanda a la policía local que la dejo en bragas hasta el 2027.