Mitos sobre el acoso callejero

* * traducción libre de esta página que todavía está en construcción: http://www.stopstreetharassment.com/streetharassment/facts.htm

MITO #1: EL ACOSO CALLEJERO ES UN PIROPO

El acoso racista, homófobo o clasista no es visto como un piropo, pero que los hombres acosen a las mujeres por su sexo sí. Esa es la razón por la que nace esta página web: para cambiar esta percepción.

La mayoría de formas de acoso callejero no son piropos sino casos de acoso, falta de respeto y comportamiento amenazante. Estos comportamientos (sufridos por la mayoría de las mujeres) incluyen: comentarios sexistas o sexualmente explícitos, gestos vulgares, invitaciones a tener sexo, ruidos, masturbación, frotamiento, acoso y asalto.

Otras formas de acoso - las más comunes - incluyen: silbar, comentarios sobre su aspecto y pedirle una cita. Estas formas de acoso son comúnmente vistas como una forma de galantería y hay mucho que decir sobre ellas:

1. Decirle o hacerle algo a una persona que no le dirías si estuviera con su abuela o con su pareja o que tú no dirías o harías si estuvieras con tu abuela o tu pareja no es un piropo. Decir o hacer algo que no harías si la persona acosada fuese de tu mismo sexo no es un piropo.

2. Definitivamente hay una diferencia entre acoso y un piropo sincero. Un piropo no hace que la receptora se sienta molesta, amenazada, menospreciada o cabreada. Así es exactamente como el acoso callejero hace que una mujer se sienta la mayoría de las veces. Por ejemplo: hago footing y cuando los hombres hacen comentarios sobre las partes de mi cuerpo o me silban mientras corro siento que me faltan el respeto como mujer y como corredora. No quiero su atención. En las raras ocasiones en las que alguien me dice que estoy haciendo un buen trabajo o que mi ritmo es fuerte, me siento piropeada porque están hablando de mi habilidad, no de mi aspecto. Es decir, han hecho un comentario neutro y no me siento un objetivo por ser mujer. 3.

3. Los hombres que tienen este tipo de comportamiento demuestran su falta de respeto hacía las mujeres. Tratan a las mujeres como objetos a los que pueden puntuar. La mayoría de hombres son capaces de estar en público sin que personas que no conocen se acerquen a ellos a decirles nada sobre el aspecto que tiene. Los hombres que acosan a las mujeres no se dan cuenta de que una mujer quizá no quiera ser interrumpida o abordada camino del trabajo o clase, cuando hace ejercicio, cuando está haciendo recados, etc o cuando está con sus amigas. [Estos hombres] no se dan cuenta de que a una mujer quizá no le importe lo que ellos puedan pensar de ella.

4. Algunas mujeres están de acuerdo con que los silbidos y los comentarios sobre su aspecto son comportamientos galantes. En parte esto pasa porque quizá hayan internalizado la idea de que su valor como mujer se basa en su aspecto y su valor solo es validado si la gente les dice que son atractivas. Es importante decir que hasta estas mujeres sólo ven estos comportamientos como piropos si se sienten seguras cuando ocurre el acoso (si es de día, hay gente alrededor o están con sus amigas), si el acoso cesa en algún momento (por ejemplo, no pasa a ser un tocamiento ni acaba con el nombre llamándola zorra o lesbiana por no darle las gracias por el "piropo"). Desafortunadamente, los hombres casi siempre acosan a mujeres que están solas y demasiadas veces el acoso va a mayores. Además, las mujeres a las que les gusta este comportamiento rara vez lo experimentan semanal o diariamente (si 10 hombres diferentes te hicieran comentario sobre tu aspecto al día y si todos esos comentarios no fuesen positivos, no te molestaría?) y tampoco suelen ser supervivientes de una violación o de una mala experiencia con acoso callejero (como que te agarren o te acosen {en plan psicópata siguiéndote a casa o al trabajo, etc}). Para las supervivientes de una violación, el acoso callejero puede ser una re-victimización.


MITO #2: A LAS MUJERES LES GUSTA QUE LAS ACOSEN.

Léase el punto #1, pero para dejarlo claro:

La mayoría de mujeres a las que entrevisté dijo no tener problema con una sonrisa, un “hola” o algún comentario neutral sobre el tiempo, por ejemplo. Ninguna dijo que le gustase el lenguaje sexualmente grafico, ser acosada, ver a un hombre masturbándose, que la tocasen - aunque la mayoría de ellas había sufrido estos actos. El 80% de las encuestadas había escuchado comentarios sexualmente explícitos, 3/4 habían sido acosadas, 1/3 había tenido a un tío masturbándose delante suya y más de la mitad había sido sobada o tocada de una forma sexual.

Hay algunos actos de acosos que producen una reacción más variada. A muy pocas mujeres les gustó oír comentarios sexualmente explícitos, que les tocasen la cocina o les silbasen; pero alrededor del 25% dijo sentirse contenta, agradecida o halagada si alguien le hacía un comentario sobre su aspecto. La diferencia a veces se reduce a experiencias anteriores. Las mujeres que dijeron sentirse halagadas quizá no hayan sufrido el acoso callejero semanal o diariamente y tampoco hayan sido agredidas sexualmente, acosadas o tocadas. Además, la seguridad que sienta una mujer en ese momento (¿es de noche? ¿está en una zona apartada? ¿hay varios hombres contra una sola mujer?) puede determinar cómo se sienta al oír comentarios sobre su aspecto – porque si no se siente a salvo, los comentarios pueden parecerle amenazadores y ella puede preguntarse cuál es la verdadera intención de su acosador.

MITO #3: SÓLO LAS CHICAS O MUJERES JÓVENES SON ACOSADAS EN LA CALLE Y LO ECHARÁN DE MENOS CUANDO SEAN MAYORES

Las adolescentes y veinteañeras suelen experimentar más acoso. Esto se debe en gran parte a que la sociedad tiende a sexualizar a las jóvenes y verlas como más vulnerables. Quizá no sepan cómo reaccionar o cómo hacer responsable a su acosador. Aunque el nivel de acoso que sufre una mujer disminuye con su edad, la posibilidad de que te ocurra nunca desaparece. Las mujeres que a menudo están solas en público, las que caminan o las que cogen el autobús y las mujeres que de por sí forman parte de un grupo marginalizado (mujeres de color, mujeres de la comunidad LGBTQ, mujeres sin techo o mujeres pobres) continúan estando en riesgo de acoso tengan la edad que tengan.

MITO #4: LAS MUJERES PIDEN SER ACOSADAS POR IR LIGERITAS DE ROPA O ESTAR EN LA CALLE A CIERTAS HORAS

Absolutamente no. Las mujeres sufren acoso callejero cuando llevan puesto un abrigo de invierno y son las tres de la tarde. Estudios en Egipto, Yemen y la India han demostrado que el acoso es común en esos países (el 80% de las egipcias han sido acosadas, el 90% de las mujeres de Yemen y la India también). Las mujeres sufren el acoso callejero porque son mujeres en una sociedad sexista. Suele haber más acoso callejero en comunidades donde hay menos respecto por las mujeres y hay pocas líderes poderosas.

El concepto "ligerita de ropa" cambia de cultura en cultura. En algunas culturas las mujeres pueden estar en topless sin que se las acose mientras que en otras culturas las pueden acosar simplemente por enseñar los tobillos. El problema, por lo tanto, no es lo que lleven puesto sino el grado de aceptación social del acoso callejero.

(*** por acabar ***)

MITO #5: SÓLO LAS GUAPAS SON ACOSADAS

Las mujeres convencionalmente guapas pueden sufrir un tipo de acoso "positivo" como invitaciones a tener sexo o comentarios sobre su culo. A las mujeres que no entran en el molde convencional de belleza se les puede faltar el respeto acosándolas diciéndoles que son poco atractivas.

MITO #6: SÓLO LOS OBREROS, LOS HOMBRES DE OTRAS RAZAS O LOS POBRES ACOSAN A LAS MUJERES

(*** no han escrito nada todavía ***)

MITO #7: EL ACOSO CALLEJERO NO ES PARA TANTO. LAS MUJERES NECESITAN SER MENOS SENSIBLES Y DEJAR DE QUEJARSE

El acoso callejero SII es para tanto. Para empezar, impacta el uso que la mujer hace del espacio público. Desde jóvenes a las mujeres se les dice y aprenden por experiencia propia que los lugares públicos no son seguros para ellas, en especial si están solas y en especial de noche. En una encuesta hecha a 811 mujeres se descubrió que al menos una vez al mes:

- el 80% de entrevistadas están constantemente pendientes de sus alrededores
- el 50% cambia de calle o de ruta
- el 45% evita estar sola en publico
- el 26% finge tener pareja

De todas las mujeres entrevistadas el 1% se cambió de vecindario y el 9% dejó su trabajo a consecuencia del acoso callejero.

El acoso callejero y el miedo inherente a ser agredidas sexualmente significan que las mujeres tienen menos acceso a los lugares públicos ya los recursos que se encuentran en lugares públicos. Por lo tanto, ningún país conseguirá la igualdad de género hasta que el acoso callejero no termine.

MITO #8: LOS HOMBRES QUE ACOSAN A LAS MUJERES SIMPLEMENTE ESTÁN SIENDO SIMPÁTICOS

La mayoría de hombres acosan a mujeres que están solas, cuando los hombres están en una posición de poder (por ejemplo, el hombre está en un coche mientras la mujer va a pie o el hombre está con un grupo de amigos mientras ella está sola). Eso no es ser ni querer ser simpático. Eso es ser un acosador. [Los hombres deberían] tratar a la mujer en la calle como tratarían a sus hermanas, madres, abuelas, tías, sobrinas, hijas o amigas. Todas las mujeres merecen ser tratadas con respeto.

MITO #9: EL ACOSO CALLEJERO SOLO PASA EN LAS CIUDADES

Mientras que el acoso callejero ciertamente es más común en ciudades grandes porque al haber más cosas que hacer la gente sale más y hay más ocasiones u oportunidades de dar con un acosador, el acoso callejero también es un problema en áreas suburbanas y rurales.

MITO #10: A LAS MUJERES DE CIERTAS CULTURAS LES GUSTA EL ACOSO

(*** no han escrito nada todavía ***)

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