Últimos gilipollas del mes

Los últimos gilipollas del mes son La Tacones y sus secuaces (Juan Antonio Reig Pla, Joaquín María López de Andujar y Cánovas del Castillo, Fidel Herráez Vegas, César A. Franco Martínez, Rafael Zornoza Boy y Juan Antonio Martínez) por colgar en la página web de la Archidiócesis de Madrid una nota de cara a las elecciones autonómicas del 22 de mayo machista, LGBTfoba y retrograda a más no poder en la que animan a los católicos a votar desde su fe. Arremeten contra el aborto, la píldora del día después, las familias monoparentales (hetero u LGBT), los planes de educación laicos (supongo que por extensión también están en contra de las clases de educación sexual) y piden un sistema económico justo que permita a la gente sobrevivir. Oye, qué fácilmente ven estos la paja en el ojo ajeno - ¿por qué no renuncian a la millonada que se llevan del Estado todos los años?

Con dos cojones, sí señor. Teniendo en cuenta que a Leo Basile se le ha llevado a juicio por “delitos contra los sentimientos religiosos”, La Tacones y compañía deben de tenerlos bien gordos o pensarse que son intocables… o quizá saberlo. ¿Por qué a Leo Basile se le persigue? ¿Por qué a las mujeres de Somosaguas se les ha tomado declaración y se las sigue acosando? ¿por qué a La Tacones se le permite que siga soltando veneno LGBTfobo y machista? ¿es que las mujeres y el colectivo LGBT no tenemos sentimientos ni derechos humanos?

¿No es España un país laico? ¿no hay separación de Estado e Iglesia? ¿no está prohibido que un religioso diga a quien tiene que votar sus feligreses? Pues si no lo está, debería estarlo y debería haber sanciones económicas como las hay en EEUU y otros países cuando el/la sacerdote, reverend@, pastor y demás enterao de turno se permite lanzar insultos y hacer apología del machismo, la pedofilia, los malos tratos y demás desde sus pulpitos y pseudo-pulpitos. Tiene narices que hasta en Croacia que es el culo de Europa como si dijéramos tengan menos miedo a la iglesia católica que en España – allí acaban de condenar a un sacerdote a 3 meses de cárcel por homófobo e incitación al odio homófobo. Lo de los 3 meses me parece una condena irrisoria (que además puede evitar si no repite la hazaña {fanfarronear y celebrar ataques homófobos en su blog}), pero sienta un precedente importante en ese país.