LGBTfobia en Nueva York
El domingo pasado se celebró en el Bronx un rally por la protección de la familia tradicional al que asistieron unas 2.500 personas y que contó con la participación de la nieta lesbiana del político detrás de la convocatoria, Rubén Díaz. Díaz dice no ser LGBTfobo por tener una nieta lesbiana y dos hermanos que son gays. Tú dime a mí cómo y cuanto puedes querer a tus hermanos y a tu nieta para decirles que no tienen los mismos derechos que tú. Díaz no se considera LGBTfobo aunque crea que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer. Dice que eso ha sido así siempre y lesbianas, gays, transexuales y bisexuales no debemos imponerle nuestras ideas a nadie.
Es decir, este hombre es más de lo mismo: un gilipollas que no respeta a nadie diferente, que cree estar en su derecho de decidir sobre la vida de los demás por haber nacido heterosexual y tolerar a sus hermanos y su nieta. Puede imponernos sus ideas a nosotros, puede tirar de la Biblia para a tacarnos, puede hacer lo que le dé la gana y ser todo lo LGBTfobo que quiera que, como su nieta lesbiana se subió al podio con él, lo tiene todo perdonado ¿no?
En mi modesta opinión Díaz fue un cobarde organizando su rally el mismo día del AIDS Walk porque el grueso de la comunidad LGBT estaba en Central Park andando para encontrar una cura, mejorar calidad de vida, etc de personas que viven con el VIH/Sida. A Díaz le faltaron huevos para cambiar la fecha a un domingo antes o un domingo después y que se le llenase el Bronx de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales con pancartas recordándoles que si quieren seguir la Biblia a pie juntillas para lo del matrimonio LGBT también tienen que seguirla a pie juntillas para otras cosas. Amén de que lo que tiene que hacer Rubén Díaz es mejorar los problemas en el Bronx (nivel de paro, falta de seguridad, mejoras necesarias en colegios y parques, etc) y dejarse crear cortinas de humo innecesarias.
Díaz como Rajoy y demás políticos LGBTfobos parecen no darse cuenta de que el matrimonio LGBT no deja de ser una unión civil. Dicen no ser LGBTfobos por tener familiares o amig@s LGBTs pero ¿por qué no se manifiestan entonces a las puertas de los ayuntamientos cuando los contrayentes son del mismo sexo? Y si de verdad quieren proteger la familia ¿por qué no se lían la manta a la cabeza y empiezan a exigir la abolición del divorcio?
Es decir, este hombre es más de lo mismo: un gilipollas que no respeta a nadie diferente, que cree estar en su derecho de decidir sobre la vida de los demás por haber nacido heterosexual y tolerar a sus hermanos y su nieta. Puede imponernos sus ideas a nosotros, puede tirar de la Biblia para a tacarnos, puede hacer lo que le dé la gana y ser todo lo LGBTfobo que quiera que, como su nieta lesbiana se subió al podio con él, lo tiene todo perdonado ¿no?
En mi modesta opinión Díaz fue un cobarde organizando su rally el mismo día del AIDS Walk porque el grueso de la comunidad LGBT estaba en Central Park andando para encontrar una cura, mejorar calidad de vida, etc de personas que viven con el VIH/Sida. A Díaz le faltaron huevos para cambiar la fecha a un domingo antes o un domingo después y que se le llenase el Bronx de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales con pancartas recordándoles que si quieren seguir la Biblia a pie juntillas para lo del matrimonio LGBT también tienen que seguirla a pie juntillas para otras cosas. Amén de que lo que tiene que hacer Rubén Díaz es mejorar los problemas en el Bronx (nivel de paro, falta de seguridad, mejoras necesarias en colegios y parques, etc) y dejarse crear cortinas de humo innecesarias.
Díaz como Rajoy y demás políticos LGBTfobos parecen no darse cuenta de que el matrimonio LGBT no deja de ser una unión civil. Dicen no ser LGBTfobos por tener familiares o amig@s LGBTs pero ¿por qué no se manifiestan entonces a las puertas de los ayuntamientos cuando los contrayentes son del mismo sexo? Y si de verdad quieren proteger la familia ¿por qué no se lían la manta a la cabeza y empiezan a exigir la abolición del divorcio?
Comments
Post a Comment