Lez Get Real
No me ha dado lugar a escribir sobre la lesbiana secuestrada en no sé dónde ni colgar alguna petición exigiendo su liberación porque estoy hasta arriba de trabajo y tengo el blog abandonado y a Dios gracias porque si no habría sido una de las muchas mujeres preocupadas e indignadas exigiendo su liberación. A raíz de destaparse que la historia era mentira también se ha descubierto que detrás de Lez Get Real se esconde un hombre que usaba el seudónimo "Paula Brooks" y durante años se ha comunicado con sus escritoras vía email o por conferencia con servicio de asistencia para personas sordas o a través de "su padre".
A mí lo que me escandaliza no es que detrás de una página web que nunca me ha hecho mucho fú haya un hombre. Ni siquiera que las colaboradoras no hubieran visto la peli aquella de Robin Williams con Toni Collette (él es un locutor de radio que se interesa por el caso de un niño enfermo y ella hace de loca cuida niño y de niño enfermo) y se fiasen a pie juntillas de la Paula. A mí lo que me deja a cuadros es que Melissa Bell y Elizabeth Flock que son las blogueras invitadas/colaboradoras hayan estado escribiendo de gratis durante tanto tiempo. Escribiendo, haciendo de asistentes administrativas y webmistresses según hiciera falta y encima haciéndole publicidad a la página en sus ratos libres.
Primero, un tío habría cobrado desde el primer día seguramente trabajando mucho menos que ellas. Segundo, como escritora, no sé si esto lo he compartido en el blog alguna vez o es algo que sólo le he dicho vía email a alguna amiga: hay que ser selectiva con las cosas que una hace "de gratis". Puedes hacerle el favor a alguna amiga, puedes colaborar con alguna persona con la que hayas cogio amista vía Facebook, puedes colaborar con alguna ONG afín a tus inquietudes político-sociales (en mi caso grupos anti-SAP, grupos anti-custodia compartida impuesta, ONGs que trabajen con gente que vive con/cerca del VIH/Sida, ONGs y grupos LGBTs, etc), pero espaciando las colaboraciones. Por mucha amistad que tengas, no puedes llenarle el blog de artículos como si el blog fuese tuyo. Si te llega una revista, un partido político o algún portal de internet que esté ganando dinero a espuertas vía suscripciones, publicidad o subvenciones lo suyo es que te paguen y no algo simbólico sino un sueldo en condiciones. Máxime si a pesar de haberte dicho que eres libre para escribir sobre lo que quieras encima pretenden que les escribas publirreportajes en lugar de columnas.
A mí lo que me escandaliza no es que detrás de una página web que nunca me ha hecho mucho fú haya un hombre. Ni siquiera que las colaboradoras no hubieran visto la peli aquella de Robin Williams con Toni Collette (él es un locutor de radio que se interesa por el caso de un niño enfermo y ella hace de loca cuida niño y de niño enfermo) y se fiasen a pie juntillas de la Paula. A mí lo que me deja a cuadros es que Melissa Bell y Elizabeth Flock que son las blogueras invitadas/colaboradoras hayan estado escribiendo de gratis durante tanto tiempo. Escribiendo, haciendo de asistentes administrativas y webmistresses según hiciera falta y encima haciéndole publicidad a la página en sus ratos libres.
Primero, un tío habría cobrado desde el primer día seguramente trabajando mucho menos que ellas. Segundo, como escritora, no sé si esto lo he compartido en el blog alguna vez o es algo que sólo le he dicho vía email a alguna amiga: hay que ser selectiva con las cosas que una hace "de gratis". Puedes hacerle el favor a alguna amiga, puedes colaborar con alguna persona con la que hayas cogio amista vía Facebook, puedes colaborar con alguna ONG afín a tus inquietudes político-sociales (en mi caso grupos anti-SAP, grupos anti-custodia compartida impuesta, ONGs que trabajen con gente que vive con/cerca del VIH/Sida, ONGs y grupos LGBTs, etc), pero espaciando las colaboraciones. Por mucha amistad que tengas, no puedes llenarle el blog de artículos como si el blog fuese tuyo. Si te llega una revista, un partido político o algún portal de internet que esté ganando dinero a espuertas vía suscripciones, publicidad o subvenciones lo suyo es que te paguen y no algo simbólico sino un sueldo en condiciones. Máxime si a pesar de haberte dicho que eres libre para escribir sobre lo que quieras encima pretenden que les escribas publirreportajes en lugar de columnas.
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