Los chicos están de puta madre

 * * Publicado en enero de este año en el Divario de Shangay Lily.

Confieso que he tardado 6 o 7 meses en ver The Kids Are All Right. En su momento mis amigas y yo hicimos una especie de boicot porque sólo con leer el argumento ya estaba claro que era un producto pseudo-lésbico para uso y disfrute de consumidores heteros. El mensaje estaba todavía más claro: lo que las lesbianas necesitamos es un hombre que nos quite la tontuna lésbica en la cama y que un niñato de 15 años nos recuerde que estamos muy viejas para andar cambiando de pareja. Con las fiestas navideñas aproveché para verla y, minuto a minuto, mis sospechas se vieron confirmadas.

The Kids Are All Right sigue sin fecha de estreno en España así que os la voy a contar con pelos y señales. Joni (Mia Wasikowska) y Laser (Josh Hutcherson) son dos adolescentes hijos de una pareja de lesbianas formada por Vic (Annette Bening) y Jules (Julianne Moore). Laser convence a su hermana para que ponga en marcha el proceso de búsqueda de su padre biológico cosa que él no hacer al ser menor de edad. Cuando localizan al padre, Paul (Mark Ruffalo), quedan con él a espaldas de sus madres. Paul resulta ser un neo-hippie que tiene su propio restaurante, cultiva verduras en una huerta y va a todas partes en su moto. Vic y Jules no ven con buenos ojos una relación que su hijo tiene con un amigo que ellas piensan puede ser una mala influencia, pero no saben hasta qué punto son amigos o pareja. Preguntándole a su Laser si es gay, se enteran de que los niños han buscado a su padre biológico. Al principio están sorprendidas, dolidas y un poco enfadadas. Después deciden que el paso más lógico es invitarlo a cenar en casa para conocerlo. La cena es un poco incomoda con Vic haciéndole el tercer grado a Paul. Surge el tema de a qué se dedica cada uno – Vic es médico, Paul tiene su restaurante y Jules dice que es paisajista y está empezando su propia firma. Paul la invita a ayudarle con el jardín de su casa que hasta ese momento no era más que cuatro piedras mal puestas. Jules acepta su invitación y poco a poco su autoestima va mejorando. Hasta ese momento Jules había sido una ama de casa con incursiones en el mundo laboral sin éxito que dependía económicamente de su mujer. Un día en la cocina de Paul, yendo sobre los planos del jardín y celebrando lo avanzado que iba el proyecto, Jules lo besa impulsivamente. Se aleja, se disculpa, Paul también se disculpa, pero su atracción puede más y acaban en la cama.

Por otro lado, los niños tiene una relación más o menos fluida con Paul lo que causa tensiones en casa – por ejemplo, a Joni no le dejan subirse en motos (porque Vic es médico y le llegan muchos pacientes con la cabeza abierta por no llevar casco), pero Paul tiene una y la lleva de paquete un par de veces. Durante la cena inicial Paul habla de que él dejo sus estudios universitarios y Vic piensa que eso puede ser una mala influencia sobre sus hijos. Además, Vic tampoco está muy contenta con que su mujer se pase todo el día fuera de casa. Después de una pelea con Jules, Vic sugiere que todos cenen en casa de Paul para ver cómo van las obras en el jardín de la casa y limar asperezas. Esa noche, Vic ve cabellos de su mujer en el baño de casa de Paul y se da cuenta inmediatamente de lo que pasa. Al volver a casa, Vic confronta a su mujer. Al principio Jules intenta negar la aventura, pero después confiesa no sentirse valorada en casa y haberse acosado con Paul porque hace que se sienta admirada y valorada como profesional mientras que para Vic ella es sólo una cabeza loca que le tiene la casa limpia. Jules pasa una temporada durmiendo en el sofá y al ver a Paul este le pide que deje a Vic y se vaya a vivir con ella – cosa a la que ella se niega. La noche antes de que Joni se marche a la universidad Paul aparece en la casa para despedirse. Vic y él se pelean con Vic diciéndole que si quiere una familia que vaya pensando en empezar una nueva. Esa misma noche, Jules sienta a toda su familia y les pide perdón por la aventura. Al día siguiente Vic, Jules y sus dos hijos van a dejar a Joni en la universidad. En el camino de vuelta, cuando Jules pone su mano sobre la de Vic en la palanca de cambios, el hijo les dice que no deben separarse porque son muy viejas. Jules y Vic se miran y sonríen.

Como veis, The Kids Are All Right está cargada de estereotipos heterosexuales. En Hollywood piensan que todas las lesbianas vemos porno gay de los años 70, que el sexo lésbico es aburrido e insatisfactorio, que la relación de pareja entre lesbianas no es más que una mezcla de costumbre y monotonía, que cuando una lesbiana no está contenta con su vida de pareja la reacción más lógica es irse a buscar un hombre (lo lógico sería que buscase otra mujer) y que sexo, lo que se dice sexo, sexo del bueno, sexo salvaje, sólo se puede tener con un hombre. Y digo Hollywood porque, aunque intenten vender la película como “independiente”, la larga lista de productoras involucradas en el proyecto tiene detrás inversores como los estudios Universal y la cadena NBC.

Que Jules se acueste con Paul es totalmente inverosímil. No conozco a una sola lesbiana que le haya puesto los cuernos a su pareja con un hombre. Bisexuales, sí. Pero no lesbianas. No tengo nada en contra de las mujeres bisexuales, pero que no nos vendan la película como la historia de una pareja de lesbianas si una de ellas es bisexual. Si quieren una película sobre una familia moderna de lesbianas con hijos, si quieren drama lésbico del bueno, que hubieran hecho que el personaje de Mark Ruffalo fuese otra mujer aunque tuviesen que modificar el argumento. Pero, claro, es que eso no vende. Lo que vende es correr un tupido velo sobre el casi inexistente entre Jules y Vic (no lo muestran, Jules le hace un cunnilingus a Vic medio asfixiada bajo el edredón mientras Jules ve una película porno gay y le dice que siga intentándolo) y mostrar de lleno unos, dos, tres polvazos entre Jules y Paul (sin contar con el homenaje que se pega al principio con una empleada de su restaurante). Al margen, como digo, de que una lesbiana no va a ir buscando un hombre por mucho que en Hollywood se empeñen, otra gran incongruencia de la película son los aspavientos de Jules cuando le desabrocha la bragueta a Paul (a la pobre le iba a dar un ataque al corazón) cuando con anterioridad – gracias a ese amigo que es una mala influencia y al hijo de Jules y Vic que estaban buscando un poco de marihuana en su dormitorio – hemos visto que Jules y Vic tienen un vibrador en el cajón de la ropa interior. Luego Jules sabía qué forma y tamaño podía esperarse de un pene. A no ser claro, que lo que quieran decir es que Paul la tiene de 6 metros como los elefantes.

Por mucho que haya gente que piense que es una película muy hermosa y sincera, para mí The Kids Are All Right es otro vehículo más de propaganda lesbofoba y heteropatriarcal para recordarnos que las mujeres – lesbianas o hetero – no seremos nunca felices sin una buena polla. Eso es lo que TODAS necesitamos. Que haya colectivos LGBT que celebren la “victoria” de esta película en festivales internacionales me sorprende. Victoria sería que se premiase el trabajo de directoras, actrices o guionistas lesbianas o que una película con una temática lesbiana vendiese tanto (o más) que una película donde se repita estereotipo tras estereotipo lesbofobo. Otro que no he mencionado todavía: el lesbianismo como “fase”. Habrá quien haya visto la película y piense que, si Jules después de 20 años de casada desea a un hombre, lo mismo su hija, su hermana, su prima o su sobrina todavía tiene “arreglo”.

Tristemente, The Kids Are All Right es también un ejemplo de la alegría con la que algunas se apuntan al carro de la explotación del tema lésbico para ojos heteros. No es nada nuevo: desde Madonna besando a Britney Spears y a Christina Aguilera hace años a Beyoncé y Lady Gaga en el vídeo de Telephone, pasando por Miley Cyrus besando a una mujer en un programa de televisión británico, Rihanna con la canción y el vídeo “Te amo” o el beso entre Sandra Bullock y Meryl Streep en los premios de la crítica norteamericana del año pasado… lo cierto es que la historia de la heterosexual juguetona a la espera de un hombre que la meta en verea vende y hasta puede relanzar carreras. No sé cómo Julianne Moore, elevada a los altares en estos últimos años por su papel como sufrida esposa o mejor amiga del homosexual de turno en películas como Lejos del cielo (2003) o Un hombre soltero (2010), se ha prestado a esto. De Annette Bening te esperas cualquier cosa - con la edad que tiene en Hollywood no puede permitirse ser selectiva por mucho que acaben de darle un Globo de Oro. En definitiva, lo único que salva a esta película es la banda sonora. 

The Kids Are All Right (Los chicos están bien)
Dirección: Lisa Cholodenko
Guión: Lisa Cholodenko y Stuart Blumberg
Reparto: Annette Bening, Julianne Moore, Mark Ruffalo, Mia Wasikowska y Josh Hutcherson.
Estreno en España: sin fecha
The Kids Are All Right en Facebook: http://www.facebook.com/TheKidsAreAllRight

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