Carla Scott

Cara Scott es mi nueva heroína. Es una chica británica de veintipocos años que ha llevado a su ex novio a juicio y ha conseguido que le condenen a 14 meses de prisión por pegarle un herpes genital. ¡Olé sus ovarios! El muy cabrón sabiendo que tenía herpes ni se lo dijo antes de salir con ella, cuando empezaron a salir o antes de mantener relaciones sexuales. Sabiendo como sabía que tenía herpes no sintió necesidad alguna de protegerla utilizando un condón. Cuando a ella le diagnosticaron un herpes, él negó ser portador y que se lo hubiera pegado. Más que confesárselo, se lo soltó en plan revancha cuando ella decidió acabar con la relación el año pasado. En lugar de amilanarse, quedarse en su casa muerta de vergüenza o pensar que para qué iba a molestarse si nadie la creería, Carla Scott se fue a la policía y de ahí siguió batallando para llevar el caso a juicio y ha conseguido que lo condenen. Me parece genial. Por supuesto que un herpes genital no es la condena de muerte que en el peor de los casos puede ser que te peguen un VIH/Sida. un herpes es una enfermedad de transmisión sexual molesta, para la que no existe cura, que lo mismo te da la cara que no, que tiene diferentes tratamientos, que va a hacer que te pases toda la vida o dándote cremas o tomando pastillas y por supuesto utilizando preservativos; que además, por ser mujer, va a marcarla especialmente a ella. Él puede ser un pichabrava pero ella, independientemente del número de parejas sexuales que tuviera antes de conocerlo, ha quedado marcada de por vida como una guarra que tiene un herpes. Olé los ovarios de esta chica y olé el/la juez/a que lo haya condenado.