Como los chorros del oro

Todos los días cuando voy y vengo del trabajo la cadena Home Depot tiene a bien recordarme cual es mi lugar dentro de la cadena alimenticia laboral: chacha. La foto que cuelgo abajo (hecha ayer cuando iba camino de mi casa) no deja lugar a dudas: emperifollada, arreglada pero discreta, lista para ir a una reunión de negocios, esa mujer va con su cubito lleno de productos de limpieza porque, mireuste, sea en casa o en la oficina la misión de la mujer de negocios moderna es contribuir a que Manhattan esté reluciente. Mientras que a los hombres (que también hay una versión masculina de este póster publicitario) se les presenta en casa cocinando una barbacoa, a nosotras se nos retrata con mopa y limpiador de suelo, limpiacristales, estropajo, cubo con los colores insignia de esta cadena de (por no entrar en más explicaciones, llamémosle) ferreterías… para que no quede lugar a dudas de quién tiene que encargarse de que la casa y (por extensión) Manhattan quede como los chorros del oro.