Hechos son amores
El rey de Arabia Saudí acaba de anunciar que las mujeres saudís por fin van a tener derecho al voto. Antes de tirar cohetes al cielo me he puesto a googlearlo y me he leído la letra pequeña – las próximas elecciones son dentro de 4 años así que veremos a ver en qué queda el ataque de rumbosidad del modeLno este que, que yo sepa, no se ha pronunciado todavía sobre la ilegalidad de que las mujeres conduzcan a pesar de habérsele echado encima la comunidad feminista internacional.
A mediados de esta verano 14 senadoras estadounidenses le mandaron una carta recordándole que en el 2009 aceptó varias recomendaciones de la ONU y se comprometió a acabar con leyes y medidas que discriminasen a la mujer incluyendo la prohibición de conducir su propio vehículo; en la misma carta le pedían que cumpliese lo pactado y pusiera fin a la prohibición de que las mujeres puedan ponerse detrás del volante.
A raíz de esto me han llamado la acción varias cosas:
(a) que un grupo de senadoras de diferentes partidos políticos se haya puesto de acuerdo y se haya movido para hacer algo dejando de lado sus diferencias políticas
(b) no ver iniciativas así saliendo de las senadoras y/o diputadas españolas
(c) que de 535 miembros del congreso estadunidense sólo 100 sean senadores y que de es@s 100 senadores sólo 17 sean mujeres
(d) que de 261 miembros del senado español sólo 87 sean senadoras
(e) que en la página web del congreso de los diputados de España no funcionen los enlaces que hacen referencia a las diputadas así que a día de hoy no sé exactamente cuántas diputadas españolas tenemos
(Si eso es paridad que venga Dios y lo vea…)
(f) no saber absolutamente nada de lo que hacen ni senadoras ni diputadas – ya sea por verdadero interés o de cara a la galería – en los temas de investigación/visibilidad del cáncer de mama, cáncer de útero, esclerosis múltiple, SIDA/VIH, derechos de la mujer, derechos de las lesbianas… cosa que aquí si se estila. Aquí una mujer metida en política no sólo va a hacerse la foto, aquí te las ves caminando a tu lado en el AIDS Walk o en alguna fiesta para recaudar fondos para la comunidad LGBT sean o no sean lesbianas.
A mediados de esta verano 14 senadoras estadounidenses le mandaron una carta recordándole que en el 2009 aceptó varias recomendaciones de la ONU y se comprometió a acabar con leyes y medidas que discriminasen a la mujer incluyendo la prohibición de conducir su propio vehículo; en la misma carta le pedían que cumpliese lo pactado y pusiera fin a la prohibición de que las mujeres puedan ponerse detrás del volante.
A raíz de esto me han llamado la acción varias cosas:
(a) que un grupo de senadoras de diferentes partidos políticos se haya puesto de acuerdo y se haya movido para hacer algo dejando de lado sus diferencias políticas
(b) no ver iniciativas así saliendo de las senadoras y/o diputadas españolas
(c) que de 535 miembros del congreso estadunidense sólo 100 sean senadores y que de es@s 100 senadores sólo 17 sean mujeres
(d) que de 261 miembros del senado español sólo 87 sean senadoras
(e) que en la página web del congreso de los diputados de España no funcionen los enlaces que hacen referencia a las diputadas así que a día de hoy no sé exactamente cuántas diputadas españolas tenemos
(Si eso es paridad que venga Dios y lo vea…)
(f) no saber absolutamente nada de lo que hacen ni senadoras ni diputadas – ya sea por verdadero interés o de cara a la galería – en los temas de investigación/visibilidad del cáncer de mama, cáncer de útero, esclerosis múltiple, SIDA/VIH, derechos de la mujer, derechos de las lesbianas… cosa que aquí si se estila. Aquí una mujer metida en política no sólo va a hacerse la foto, aquí te las ves caminando a tu lado en el AIDS Walk o en alguna fiesta para recaudar fondos para la comunidad LGBT sean o no sean lesbianas.
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