FITNA

Os recomiendo que veáis este magnífico mini documental de Geert Wilders que no llega a los 18 minutos antes de que YouTube lo retire. Wilders, parlamentario en los Países Bajos además de productor, se convirtió en persona non grata en su país y media Europa en su día, fue llevado a juicio en Ámsterdam por herir la sensibilidad de la ciudadanía musulmana y creo que Jordán quiso abrirle un proceso judicial también por lo mismo: manchar la imagen de l@s musulmanes, herir sensibilidades, soltar mucha basura.

Darle al play. En serio, ver el documental. Wilders no está levantando ningún falso testimonio. No inventa nada nuevo. No usa materiales que no hayan salido en las noticias o que no hayan puesto los propios imanes y clérigos musulmanes gustosamente en YouTube para mayor gloria de su religión. Son imágenes impactantes y duras (sobre todo las del 11 de septiembre y las del atentado de Madrid, también una en la que le dan el tiro de gracia a una mujer cubierta por un burka), pero han salido en las noticias de cadenas de medio mundo (¿van a ir también a por las cadenas de televisión?).

No entiendo por qué se lo llevó a juicio ni en un país ni en otro. No entiendo que en Ámsterdam se pasasen por el forro su derecho a la libertad de expresión y l condenasen por incitación al odio cuando el documental no incita al odio en base a la raza o religión: únicamente expone verdades como puños.

¿Os imagináis si España o cualquier otro país le abriera un proceso judicial a cualquier animal de Afganistán, Pakistán, Malasia o cualquier otro país donde a las mujeres se las lapide o muela a latigazos? anda que no si iban a reír poco de nosotros. ¿Qué pasa? ¿Que las mujeres como ciudadanas no tenemos derechos? ¿que a ti y a mí no nos hieren la sensibilidad cuando el clérigo musulmán de turno cuelga vídeos en YouTube explicando cómo pegarle a una mujer sin dejar rastro, que el Corán permite casarse con niñas de 9 años o que la mujer que no es virgen debe ser lapidada? No hay huevos para poner una denuncia internacional – ningún país quiere meterse en ese marrón – y tampoco hay huevos para poner a otros países en su sitio y defender lo nuestro. La libertad de expresión. La democracia. Se nos van a comer a sopas, señoras. Tiempo al tiempo.






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