Si la envidia fuera tiña...

¿Cómo era aquello que decía Aníbal Lecter sobre la envidia? ¿y sobre desear lo que uno no tiene? en cuestión de días me he enterado de dos ataques homófobos y transbófobos en España. Por una parte, a Shangay Lily se le llena el blog de ataques homófobos días sí y día también. Todo trolls con muchísimo tiempo libre, muchísimo odio internalizado (es decir: homofobia internalizada, es decir: os estoy llamando lo que vosotros llamarías “mariconas reprimidas” por si no lo entendéis dicho más fino), muchísimo veneno y muy poquísimo de lo que hay que tener. Ni uno sólo de los atacantes de Shangay Lily deja sus diarreas mentales firmadas con su nombre y apellidos. A eso lo llamo yo tirar la piedra y esconder la mano señores. Así no se le pueden dar lecciones de nada a nadie.

Por otra parte, una amiga que no voy a nombrar por razones de seguridad, tiene de mosca cojonera a un grupo de niñatos ya mayores de edad que la acosan prácticamente cada vez que sale de su casa. Si se los cruza por la calle la insultan y se ríen de ella. Saben dónde vive así que se dedican a pintarle las paredes, tirarle huevos y destrozarle los buzones a petardazos. La policía le ha dicho que sin saber quiénes son no puede poner la denuncia. Tócate los huevos. La policía le ha dicho eso pero yo digo que “y un jano pa’ellos”. Si te roban en casa mientras estás fuera, la compañía de seguros te pide copia de la denuncia y en comisaría te admiten la denuncia aunque no sepas quienes son los ladrones ¿o no? Que investigue la policía esto antes de que se convierta en un crimen de odio en toda regla. No es por ponerle mal cuerpo a la mujer a la que le está pasando esto pero es que empiezan con insultos y risitas, pasan a destrozarle la casa con huevazos o pintadas, pasan a destrozarle el buzón… y el día menos pensado le tiran la puerta abajo, la violan y la matan porque esos niñatos están viendo que la policía mira para otro lado mientras el grado de agresividad de sus ataques va en aumento. Amabas cosas son denunciables: tanto los ataques de estos jóvenes adultos neandertales como la transfobia de la policía. Si yo fuese mi amiga, que es trans, apuntaba nombres y apellidos de el o la agente que la atienda la próxima vez que vaya y si se niegan a dejar que denuncie pedía hablar con un/a supervisor/a y otr@ y otr@ y otr@ hasta poder poner la denuncia y a tod@s l@s que no la hayan dejado denunciar les ponía una denuncia por transbófobos ¿? Es que mi amiga es trans – a ver si va a ser por eso que no le admiten la denuncia, Mari. Y a ver si algun@s van a necesitar un cursillo sobre cómo hacer su trabajo porque cuando una se va a comisaria no va a que le hagan un juicio paralelo sino a que le ayuden que para eso se les paga el sueldo mediante nuestros impuestos.

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