Último gilipollas del mes

Siento decepcionar a la que esperase un post sobre Gallardón (se merece mucha más energía y tiempo del que tengo ahora mismo). El último gilipollas del mes es Diego Valderas, coordinador general de Izquierda Unida y parlamentario en Andalucía, por recordarnos que para entrar en política a los hombres sólo les hace falta un bachillerato sacado por los pelos (el que se lo saca) y un muchísimo de cafre, grosería y barriobajeria. No es la primera vez que mete la pata bien metida. El año pasado había insultado a Rosa Aguilar (e indirectamente a cualquier mujer política) cuando dejó Izquierda Unida diciendo que “saltó con tanta rapidez de la cama de IU, que casi no me di ni cuenta” y quedándose tan ancho.

Ahora le han pillado hablando de la delegada de Educación de no se dónde como “la de las tetas gordas”. Llámame mal pensada pero no creo que este hombre tenga un síndrome raro que no le permita identificar los rostros de la gente ni tampoco tiene un Alzheimer galopante (de tenerlo no podría haberse presentado a las elecciones ni mantener su puesto de parlamentario). Luego me pae que le pasa a este santo varón no es otra cosa que ser el equivalente a un señorito andaluz metido en un partido político. El típico machito para el que cualquier mujer en política es barra libre y el partido, el parlamento y todo lo que huela a política, en habiendo mujeres dentro, se transforma en pícaero mireuste.

Claro es que, con ese don de palabra, esa cara de George Clooney y ese cuerpazo de galán de Hollywood lo lógico es que todas caigan rendidas a sus pies (nótese que Rosa Aguilar no había sido alcaldesa de Córdoba durante la tira de tiempo, no, le había estado haciendo la cama a Izquierda Unida). El pobre hombre está saturado de pretendientes, no puede aprenderse sus nombres, de ahí que las identifique por el tamaño de sus tetas.