Lobos con piel de cordero

Tengo amig@s en Madrid que no paran a base de manifestaciones. A veces se les juntan tres en el mismo día. ¿Manifestarme yo? Paso. Que me digas una lectura de poemas, un corto, un algo contra cualquiera de las formas de la violencia de género o para recaudar fondos para las diferentes causas con las que estoy involucrada, pues todavía. Pero paso de tirarme a la calle a quedarme afónica y/o alegrarle el pajarillo a alguien (señoras que os manifestáis apoyando a hombres: ojito que muchos de vuestros compañeros de manifa perderían los dedos chicos de la mano con tal de que os quedaseis en casa, que por si no os habéis enterado la culpa del paro la tenemos ahora las mujeres que trabajamos fuera de casa) cuando la clase política se pasa las protestas y las manifestaciones por el forro. Con el chorro de manifestaciones que ha habido en España desde el año pasado ya era para que Rajoy hubiera cogido el mensaje y hubiera dimitido ¿no creéis? O está sordo o le faltan huevos o el sillón en la Moncloa es muy, muy cómodo. Os podéis manifestar todo lo que os dé la gana pero a la hora de la verdad no va a cambiar absolutamente nada: Rajoy no va a dimitir, l@s que habéis votado al PP en masa sois vosotr@s y a l@s que os la siguen metiendo doblada es a vosotr@s.

Para más inri, mucha de la gente que veis en las manifestaciones son votantes del PP aburrid@s, modeLn@s, curios@s que van a la manifestación de turno, se hacen la foto de turno para demostrar que estuvieron allí y, en el mejor de los casos, se van a su casa a olvidarse de la manifestación en cuanto suban las fotos a Facebook y les pongan la cena. En el peor, la manifestación y las fotos de rigor son parte de un plan calculado al milímetro: hoy me manifiesto, mañana me meto en política y dentro de unos años el o la que os estará dando por culo seré yo. Se repetirá el ciclo: esa persona os arrancará un voto porque os acordareis de haberla visto en la manifestación de turno y después os echaréis a temblar cuando veáis que lo de manifestarse sólo era una pose, que no hay ideologías, que a estas alturas del juego los y las polític@s son tod@s la misma mierda y que os la han vuelto a meter doblada.