Nada que celebrar

El Freixenet lo reservo para las ocasiones especiales, mireuste, que aquí lo venden a precio de oro. De haber celebrado los 10 años de inhabilitación que le han caído al juez Serrano lo habría hecho con Pepsi que es más baratita y es lo que me pierde. Lo que pasa es que no hay nada que celebrar. No sólo le ponen a huevo seguir dando conferencias y participando en congresos pseudo-científicos (que ni él ni el resto de ponentes lo hacen por amor al arte ¡ojo!) sino que el hecho de que le impidan ser juez no significa que no pueda trabajar como abogado. Con poco que cobre, aunque sólo cobre una décima parte de lo que cobran aquí los abogados de familia, se forra. Si me apuras va a ganar más que siendo juez entre eso y los bolos que le salgan en radio y televisión. Va a seguir vendiendo veneno porque otra cosa no, pero es que a ese hombre le pierden los micrófonos. A las pruebas me remito: lo primero que ha hecho al conocerse la sentencia del Tribunal Supremo ha sido dar una rueda de prensa para contar que se siente una víctima, decir que las feministas estaremos celebrándolo con champán y marcarse unas líneas en plan Braveheart (“Prefiero ser un abogado libre a un juez esclavo del miedo y de la presión política”).

Comments

Popular Posts