¿Qué está pasando en los gabinetes psicosociales?
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Positivo
Fuente:
http://custodiaenpositivo.blogspot.com/2012/10/que-esta-pasando-en-los-gabinetes.html?spref=fb.
Últimamente nos
hemos entretenido leyendo diversas guías para la correcta elaboración de
pruebas e informes psicosociales, redactadas por colegios de psicólogos en
colaboración con distintas comunidades autónomas.
Es curioso que en
todas ellas hacen recomendaciones básicas como las siguientes, entre otras,
encaminadas a determinar la modalidad de guarda y custodia más adecuada:
- Estudio detallado del entorno familiar, tanto
paterno como materno, que rodean al menor.
- Observación del
entorno físico en que se va a desenvolver el menor.
- Estudio en
profundidad de la dinámica familiar anterior al divorcio, separación o
modificación de medidas, prestando especial atención al rol representado por
cada progenitor.
- Estudio en
profundidad del perfil psicológico de cada progenitor con el fin de detectar
posibles trastornos o desviaciones.
Asimismo y dado
que, como bien sabemos, se trataría de divorcios contenciosos, se recomienda
estudiar el grado de conflictividad preexistente entre las partes dada la
inviabilidad de la custodia compartida en la práctica en casos de conflicto
grave.
Ahora vamos a
describir la realidad de lo que está aconteciendo en los gabinetes
psicosociales de los juzgados, cada vez con más frecuencia.
* Con suerte
realizarán algún test. Normalmente el CUIDA: test fácilmente manipulable,
insuficiente y que no es capaz de detectar un sinfín de trastornos psicológicos
de relevancia y que sólo sirve para "cubrir el expediente". Su
utilidad a estos efectos es prácticamente nula y los parámetros que mide
claramente insuficientes. Aunque últimamente ya nos hemos encontrado casos en
que no se ha realizado ningún test para estudiar el perfil psicológico de los
progenitores, adecuado o no.
* Con suerte la entrevista
será imparcial y se dedicará a la misma el tiempo necesario. Aunque últimamente
no suele cumplirse ni la primera premisa ni la segunda. El tipo de entrevista más generalizado
actualmente es el siguiente: antes de indagar en las circunstancias del caso,
se parte de la premisa (acertada o no) de que la custodia compartida es la
situación óptima para el menor, para a continuación, en lugar de tratar de
profundizar en la dinámica familiar preexistente, presionar a la madre para que
acepte dicha premisa, sin dejarle exponer sus argumentos y reflejando en el
informe connotaciones negativas acerca de la madre ante la menor señal de
disconformidad.
* ¡Con suerte
habrá presente un psicólogo! Aunque últimamente ya nos han llegado casos en que
ni siquiera había un psicólogo presente, dejando la prueba en manos de un
trabajador social. Con todo el respeto por la labor de los trabajadores
sociales, no cuentan con los conocimientos suficientes para llevar a cabo la
prueba por sí mismos sin el apoyo de un profesional de la psicología y preferentemente especializado en psicología
infantil.
Ahora pasemos a
releer de nuevo las recomendaciones anteriormente señaladas y elaboradas por
los propios profesionales de la psicología. Y no podemos por menos de
preguntarnos por qué, cada vez con más frecuencia, están dejando de respetarse
todas y cada una de ellas.
Ante esta
situación tan grave, ¿qué se puede hacer?
Nos han advertido
que aunque se hayan vulnerado de forma escandalosa los derechos del menor en la
prueba psicosocial y se haya pisoteado su futuro bienestar, no va a servir
absolutamente de nada presentar una queja ante el colegio de psicólogos. La
comisión correspondiente va a desestimar automáticamente todas y cada una de
las quejas presentadas por las madres de los menores perjudicados, sean cuales
sean sus pruebas o argumentos. Y como ejemplos concretos podemos referirnos a
los colegios de psicólogos de Madrid o Comunidad Valenciana.
También nos hemos
planteado la posibilidad de reunirnos con los colegios profesionales para
indagar sobre qué es lo que está sucediendo y, personas pertenecientes a los
propios colegios y que aún tienen un mínimo de respeto por el bienestar del
menor, nos han advertido de que el nivel de podredumbre es tal que sería una
pérdida de tiempo. Literalmente nos han
dicho: "no esperéis sacar nada de esas reuniones porque negarán
hasta la máxima evidencia".
Y lo que es más
grave: la formación que se está impartiendo a los profesionales que en el
futuro llevarán a cabo estas pruebas, tiene una parte importante de su
contenido basada íntegramente en la filosofía del "síndrome de alineación
parental", en virtud del cuál se fomenta la idea preconcebida de que todas
las madres son "alienadoras, obstaculizadoras, manipuladoras, etc
etc" y por tanto una influencia negativa para los menores de la que deben
ser apartados.
Nos preguntamos:
¿cómo después de recibir semejante formación, van a acometer las pruebas con la
debida imparcialidad y profesionalidad?
Los gabinetes
están siendo invadidos progresivamente por "pseudoprofesionales"
formados desde la ideología patriarcal del falso síndrome de alineación
parental, herramienta básica de maltratadores y pederastas para arrebatar la
custodia a las madres.
Nos hemos
encontrado con miembros de gabinetes psicosociales que trataban de hacer su
trabajo de forma objetiva y profesional y que han sido relevados del cargo para
ser sustituidos por personal de este nuevo "corte ideológico".
Aquellos
profesionales de la psicología que nos han contactado para contarnos lo que
está sucediendo, escandalizados por tanta mala praxis y falta de
profesionalidad, también nos han advertido de que aquellos profesionales que no
han sucumbido a esta ideología patriarcal, generalmente miran para otro lado
por miedo a posibles represalias o consecuencias negativas a la hora de ejercer
la profesión.
Afortunadamente
todavía quedan buenos profesionales para los que el objetivo primordial es
determinar en primer lugar la situación más beneficiosa para el menor; y que
parten de la idea de que, como norma general y con raras excepciones, las
madres buscan siempre el bienestar y la felicidad de sus hijos e hijas. Pero
tristemente cada vez quedan menos.
Los menores se
merecen toda la profesionalidad,
dedicación y objetividad que requiera su caso. Tanto tiempo como sea necesario.
Tantas pruebas como sean necesarias. Y todo ello partiendo de la objetividad
debida con el fin de determinar, sin ningún tipo de prejuicio previo, el modo
de custodia que mejor va a velar por su bienestar psicosocial.
Una sola denuncia
de mala praxis profesional suele ser ignorada. Muchas denuncias evidencian un
problema. No podemos callarnos ante lo que está sucediendo.
Asociación
Custodia en Positivo
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