El día menos pensado la lio parda

Al salir del metro en Jamaica un fartusco ha intentado hablar conmigo y he pasado de él. Me ha seguido por la calle durante 3 manzanas diciéndome: "¿hola? ¿hola?" porque se pensaría el gilipollas que no lo he oído la primera vez. En la parada de bus ve que estoy escribiendo en el blackberry, se me acerca y a dos centímetros escasos de mi cara se pone a berrearme: "¿hola? ¿hola? Eres guapa. Eres muy guapa. ¿Estás casada?". He dado un paso para atrás porque literalmente lo tenía encima y le he dicho que no es asunto suyo, que he tenido un día muy largo y que me deje sola. El tío ha dicho "vale" y se ha largado. Llego a tener un taser encima y en lugar de en casa esperando que se me pase el cabreo con un poco Pepsi y galletas de chocolate ahora estaría en comisaría o camino de Guantánamo por arrearle un taserazo que es lo que se merece.

¿Vosotras creéis que es muy normal seguir a una mujer que te ha oído, claro que te ha oído y te ignora? ¿es normal o de recibo ponerse a 2 centímetros de una persona que no conoces a berrearle en la cara para que te mire y hable contigo? Se ha tenido que acercar tantísimo porque yo iba con mi abrigo gordo del Rey León (que parece que he mataó al Rey León y me lo he puesto por encima) y con la capucha no me veía la cara. ¿Qué cojones pensaba el tío que iba a hacer? ¿bajarme las bragas y dejar que me follase ahí mismo? ¿tiene o no tiene cojones la prepotencia del gilipollas?

Me he quedao rebobinando que a quién se le ocurre acercárseme hoy, que voy que parezco el muñeco de Michelin entre abrigo y bolsas (la del gimnasio y el bolso) y que por qué se me acerca nadie si soy lesbiana. Pero es que anda que también parece que me he caído yo de un guindo ahora... Da igual la ropa que lleves puesta. Da igual lo tapada o destapada que vayas. Da igual que seas gorda o flaca. Da igual que seas rubia o morena. Da igual que seas alta o baja. Te ven sola y se olvidan de su madre, de sus hermanas, de sus parejas, de sus hijas... Automáticamente piensan que eres suyo. Sí, masculino singular: suyo. Un algo. Un agujero donde meterla en calentito cuando les apetezca. No te ven como una mujer sino como un trozo de carne. La posibilidad de que seas lesbiana es que ni se la imaginan.