Adolescentes embarazadas y abuso sexual infantil: ¿Qué hemos aprendido?

© Gioconda Batres Méndez
* * Para leer otros artículos y ponencias de Gioconda Batres Méndez sigue este enlace: http://www.giocondabatres.com

A próposito del interés del periódico La Nación por la Salud Mental, creo pertinente agregar el tema de las adolescentes embarazadas que fueron abusadas sexualmente en la niñez, dado que suele ser un hecho relevante,que muy poco se discute.

El embarazo en adolescentes abusadas es de tal manera complejo que debe ser abordado desde una estrategia multimodal. Por ejemplo, un vínculo que no ha sido suficientemente estudiado, es el abuso sexual infantil.y su repercusión en las adolescentes.

El abuso sexual infantil cercena sin piedad las condiciones apropiadas para crecer en armonía y tiempos que pueden ser de grandes oportunidades y aprendizajes, como la niñez y la adolescencia, se convierten en períodos de grandes pérdidas.

Precisamente la violencia sexual impide el sano desarrollo de la evolución de la vida y en la adolescencia muy especialmente, obstaculiza el fortalecimiento de funciones básicas para este momento, como son la autonomía, el concepto de saber quién eres, el control, la sexualidad , habilidades que seguirán evolucionando por toda la vida . El abuso sexual daña este crecimiento que ya no será en una manera armoniosa, por lo tanto la joven puede adolecer de estas habilidades para transitar por esta época con menores dificultades. Se acentúan también los problemas de ajuste a la adolescencia y el sentimiento de soledad y ansiedad es mayor en relación a las que no sufrieron violencia sexual.

Muchas de esas secuelas derivadas de la victimización pueden potencialmente llevarlas a realizar prácticas inadecuadas como el sexo inseguro, el uso de drogas y/o alcohol y a tomar muchos riesgos. La adolescente puede tomar una actitud desafiante y lejana con la familia, lo que resulta en un deterioro en la comunicación. Recuerde que las adolescentes maltratadas sexualmente tienen razones para estar a la defensiva.

Este vínculo entre abuso sexual infantil, otros traumas sexuales y el embarazo es un tema que no se menciona mucho, por lo tanto se obvia en las investigaciones como factor de alto riesgo y no se refleja en las políticas públicas y planes de prevención.

Para muchas adolescentes que han sufrido abuso sexual y otras historias de violencia, tal vez no les sea tan fácil tomar decisiones sobre la anticoncepción, dado los estragos que causa el abuso sexual en la construcción de la autonomía y el empoderamiento. Su capacidad para decir no, ha sido lesionada. Por otro lado, los problemas de relación se caracterizan por tener interacciones conflictivas o sexualizadas.

El trauma de haber sido víctima de violencia sexual es tan severo, que debe conceptualizarse como una pérdida de la identidad propia, de la seguridad y se experimenta como una experiencia aterradora.

Tratar adolescentes embarazadas no es tarea fácil.El trabajo con jóvenes que han sido víctimas de abusos sexuales requiere de conocimientos especiales, además, como la mayoría de ellas viven con sus familias, es necesario intervenir su entorno que involucra también al padre de la criatura. Por esto, como terapeutas debemos desarrollar habilidades clínicas para comprender sus conflictos y a la vez ayudarles a que se protejan, se empoderen y desarrollen redes internas y externas de apoyo saludables.

Hay que educar a la comunidad de que las jóvenes no son culpables del abuso sexual que vivieron en la infancia y que el embarazo puede ser el resultado de una larga trayectoria de indefensión, de sentirse las malas y estigmatizadas, de rabia interna, de comportamientos transgresores que en el fondo son formas distorsionadas de obtener control.

Otro factor de riesgo importante es la incidencia de la violencia de género en la adolescencia y los estereotipos de lo que significa ser mujer o ser hombre en esta sociedad, pueden estar tan interiorizados en las adolescentes que contribuyen al mantenimiento de la violencia hacia las jóvenes. Entre éstos se encuentra el amor romántico. Las jóvenes creen firmemente que parte de ese amor, es entregar su virginidad y una prueba más de romanticismo y así ser coaccionadas para aceptar relaciones sexuales tempranas. Agravado por esa visión de los jóvenes de sentirse invulnerables, lo que les impide ver las señales de violencia y manipulación.


Actualmente el tema de las adolescentes embarazadas está sobre la palestra y se reconocen, las grandes deficiencias en su abordaje, lo que de alguna manera es positivo para aceptar que debemos cambiar nuestros enfoques en los programas de madres adolescentes y aceptar nuevos paradigmas e incluir los asuntos de género y victimización sexual. ¿Lo hacemos en Costa Rica?

Comments

Popular Posts