Shangay Lily: Un Papa homófobo juega al despiste (y le creen)
© Shangay Lily, Público
Fuente:
http://blogs.publico.es/shangaylily/2013/07/31/un-papa-homofobo-juega-al-despiste-y-le-creen/
La salva de loas
que los medios de comunicación han dedicado a las hipócritamente homófobas y
reincidentes declaraciones del Papa (vuelve a decir lo que la hipócrita Iglesia
viene diciéndonos a los homosexuales: si no practicas la homosexualidad y vives
en castidad y vergüenza te toleramos), empeñándose en cortarlas y editarlas
para intentar poner en su boca un mensaje tolerante que jamás ha dicho, es de manicomio.
En un prodigioso ejercicio de corta y pega disléxico, los medios han
entresacado la frase “¿Quién soy yo para juzgar a un gay?” como si el Papa
estuviese hablando de los gays y el matrimonio homosexual en general y no de
una retorcida respuesta a una pregunta sobre el escandaloso tema del la “mafia
gay vaticana” o “lobby gay vaticano” que echó a Benedicto de la capital de la
empresa inmobiliaria Vaticano S.A. (estafa inmobiliaria que vende parcelas en
el más allá a precios de tu vida más acá).
Vamos a ver, lo
que ha dicho este Papa tan dicharachero como liante (jesuita al fin) es
exactamente lo mismo que viene diciendo la Iglesia en las últimas décadas.
Vamos, esas mismas palabras las ha dicho Juan Pablo II y Benedicto… lo que la
prensa limpiamierda vaticana no ha querido imprimir es la coletilla que sigue a
esa insultante declaración: si un gay no practica sexo, se dedica a Dios
(esclavo de la empresa) y vive en celibato y purgando su enfermedad, ¿quién soy
yo para juzgarlo? Vamos, traducción: si un gay es tan gilipollas que se niega a
sí mismo y su vida sexual, su sexualidad, su vida, su dignidad, y se dedica a
proclamar la homofobia a los cuatro vientos, ¿quién soy yo para juzgar su
traición?
Para los que
quieran ver su alucinación como una novedad en la doctrina vaticana sobre los
homosexuales, ese medio tan conocedor de la misma, el periódico cristofascista
de Intereconomía, La Gaceta, lo explica en un artículo que es un grito
desconcertado (el subtítulo podría ser: ¿pero qué se han fumado los medios
seudo progres que no saben entender la declaración habitual que hasta nosotros
hacemos?) con el título POLÉMICA INVENTADA: El Papa, sobre los homosexuales:
puro Catecismo. El texto explica con datos qué ha querido decir el Papa:
Las palabras del Papa
Francisco sobre la homosexualidad siguen las líneas marcadas por el Catecismo
de la Iglesia Católica en el caso de los gais y reiteran lo aprobado por Juan
Pablo II, que cerró las puertas al sacerdocio femenino.
Sus palabras, que
han levantado una gran expectación dejan sin embargo con un palmo de narices a
quienes veían un “cambio de época” en la Iglesia. “El Catecismo de la Iglesia
Católica explica y dice que no se debe marginar a esas personas y que deben ser
integradas en la sociedad”, dijo el Papa. Y así es.
El catecismo dice
en el apartado 2357 que un número apreciable de hombres y mujeres presentan
tendencias homosexuales profundamente arraigadas y que “esta inclinación,
objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica
prueba”.
“Deben ser
acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos,
todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar
la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la
cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición”,
señala el Catecismo. El papa Bergoglio siguió esa línea a la hora de expresarse
sobre los gais y no manifestó ningún comentario que fuese contrario o supusiese
un cambio radical a lo que dice el Catecismo.
Este, apoyándose
en la Sagrada Escritura, considera las relaciones homosexuales “depravaciones
graves”, “actos intrínsecamente desordenados, contrarios a la ley natural y que
no pueden recibir aprobación en ningún caso”.
¿Os queda clarito
el hipócrita y retorcido discurso homofóbico de los cristofascistas y su
representante empresarial, Papa? Porque, vamos que no querer enterarse a estas
alturas de la represión de que este falso y asquerosamente homófobo discurso
escondido tras las palabras amor y tolerancia esconde el famoso motto católico
(y de todas las demás religiones) de “ama al pecador, odia al pecado”. O sea:
dí que no tienes nada en contra de un homosexual pero sí de su homosexualidad,
vamos que si no vive su vida, si no es homosexual no le juzgas o repudias.
Estas mismas frases las han dicho Benedicto XVI, Juan Pablo II y cualquier
contertulio cristofascista que se precie: yo amo y saludo con los brazos
abiertos a cualquier homosexual… que no practique su pecado homosexual. Es una
carga, una enfermedad que tiene que combatir como Jesús llevó su cruz. O sea,
la conocida variante “yo no tengo nada en contra de los homosexuales, PERO…” y
ahí sigue una detallada castración de cada esencia de la persona y su vida.
Su posición queda
clara en estas respuestas que dio a El País (otro medio que usó ese incompleto
y mentiroso “¿Quién soy yo para juzgar a los gais?”)
P. Usted no ha
hablado todavía sobre el aborto ni sobre el matrimonio entre personas del mismo
sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que amplía el derecho al aborto y otra
que contempla los matrimonios entre personas del mismo sexo. ¿Por qué no ha
hablado sobre eso?
R. La Iglesia se
ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso,
como tampoco hablé sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales
la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de
las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además, los jóvenes saben
perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.
P. ¿Pero cuál es
su postura en esos temas?
R. La de la
Iglesia, soy hijo de la Iglesia.
Muy bonito lo de
equiparar la homosexualidad a la estafa y la mentira, ¿pero qué periodista o
lector atocinado entiende en esa frase que el Papa Francisco ha cambiado algo
de lo ya dicho? Lo repite varias veces: su postura es la misma que la de sus
predecesores. Más claro, agua. ¿Dónde leen los periodistas o lectores que diga
yo estoy en contra de lo dicho hasta ahora ni siquiera en una coma? Todo esto
sin tener en cuenta que este Papa tiene un historial especialmente agresivo en
lo que a homofobia toca. Cuando era obispo de Buenos Aires lanzó una salvaje y
brutal campaña contra el matrimonio homosexual y las adopciones que llevó al
chileno Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) a alertar
que El nuevo Papa Bergoglio es un referente de la homofobia.
Al respecto, el
Movilh aseguró que la Iglesia “pone a la cabeza del Vaticano a un promotor del
odio hacia la diversidad social”, describiendo a Bergoglio como “un referente
de la homofobia y del desprecio a las minorías sexuales”.
La organización
señala que sus “odiosas y variadas cruzadas contra la igualdad de derechos para
las minorías sexuales” ofendió a este sector.
En 2010, el ahora
nombrado Francisco I envió una carta a las Monjas Carmelitas de la
Arquidiócesis de Buenos Aires donde expresaba la oposición hacia el proyecto
para legalizar el matrimonio homosexual.
“No se trata de un
mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una “movida”
[del Demonio] que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”, escribió
Bergoglio en esa oportunidad.
Por ello, el
Movilh llamó a los católicos a rechazar al argentino y marchar para respaldar
la unión entre las personas del mismo género, asegurando que en la Iglesia “la
Alta Jerarquía no representa a sus ‘fieles’”.
Y muchas historias
contaron los alertados activistas LGTB de Argentina que habían presenciado la
brutal guerra contra la presidenta Fernández cuando esta anunció su intención
de aprobar el matrimonio homosexual.
Por no mencionar
los magníficos artículos del gran Horacio Verbitsky en Página/12 denunciando su
colaboración con el dictador Videla y la delación a dos sacerdotes por “rojos”
(implícita su persecución a la Teología de la Liberación que ya lanzasen Juan
Pablo II y Benedicto XVI).
Lo más triste de
todo esto es que algunos supuestos progresistas y representantes de partidos
como el PSOE, que ahora que ya no está en el gobierno demandan con gran
convicción revisar el Concordato que blindó en su gobierno, han corrido como
las locas a aplaudir el “revolucionario”, “histórico”, “valiente”,
“regenerador”, “tremendo” gesto del Papa que han fabricado como un síntoma de
que la Iglesia ya ha cambiado de pies a cabeza. Especialmente bochornosas han
sido las declaraciones apresuradas de los secretarios de juventudes del PSOE
nacional e internacional respectivamente: Nino Torre y Beatriz Talegón se han
descoyuntado para aplaudir a toda prisa a este Papa. Y éstos van de la
renovación del PSOE y de izquierdas.
Ninguno de los dos
ha mencionado, ni por descuido las repugnantes declaraciones sobre la mujer en
la Iglesia que el simpaticucho y populachero Papa disimulamierdas hizo a
continuación de su homófoba declaración.
Nino Torre puso,
tan frescachón él, en su facebook: “Debo reconocer que el Papa Bergoglio me
está ganando cada día más. Me alegra que, aunque un poco tarde y demasiado
despacio, la Iglesia Católica se adapte a los nuevos tiempos y cambios
sociales”. Remató el prematuro vaticinio con un comentario más adelante que
proclamaba triunfalmente: “En cuanto a cercanía y lo social este Papa no tiene
ni comparación con los anteriores”.
No bastando esto,
en su blog encontramos como última entrada la titulada: Por el derecho de las
mujeres a decidir. ¡Con dos cojones! Bien documentado el chaval. No se habrá
tomado la molestia de leer lo que el Papa dice de las mujeres:
Vamos, totalmente
diferente a los demás Papas y, sobre todo, muy en la línea con el derecho de
las mujeres a decidir.
Pero si bochornosa
ha sido la campaña del Secretario General de Juventudes del PSOE, que va de
izquierdas y por los oprimidos, nada tiene que envidiar las declaraciones de la
Secretaria Internacional de Juventudes del PSOE, Beatriz Talegón, que también
corrió a hacer de palmera del hipócrita Papa declarando:
Es de destacar que
esa presteza en destacar matices del discurso de un Papa clasista, misógino y
homófobo no la tuvo para atacar a Gordillo y Cañamero sin matiz de ningún tipo,
de lo que cabe entender que la Talegón está más cercana al Papa que de dos
luchadores generosos, honestos y machacados de izquierdas. Se lo recordé en
algunos tuits y su contestación fue tan blanda como su intento de limpiar la
imagen del Papa misógino, homófobo y dictador:
Obsérvese que ya
le habían puesto esas declaraciones del homófobo y misógino Papa, pero ni por
esas reculó y se mantuvo en sus alabanzas a un personaje que dice semejantes
barbaridades. No contestó a ningunos de mis tuits recriminando su agresividad
contra los sindicalistas del SAT y su contorsionismo dialéctico para intentar
sacarle algo bueno al líder de un estado dictatorial y de una empresa
estafadora. Pero no se dignó contestar. Así le va al PSOE.
Ni mucho menos son
los únicos políticos o medios supuestamente progresistas que han corrido a
olvidar lo que este señor representa (sufrimiento, opresión, dolor, sida en
África, prohibición del condón…) para intentar sacarle un retrato positivo por
los pelos e inventarse una inexistente revolución o cambio de paradigma (tan
inexistente como la que ellos van a llevar al PSOE, por lo que veo). Qué pena
que ese esfuerzo en limpiar o esconder la mierda o incongruencias de un feroz
enemigo de la igualdad y los avances no se lo dediquen a verdaderos luchadores
de la libertad como los mencionados Cañamero o Gordillo o Alfon o tantos de los
que esos medios corren a apartarse o incluso a demonizar. Pero es mejor apoyar
al sistema con mucha pose de revolucionario para vender medios o programas
pretendidamente de izquierdas (besos a La Sexta).
No es difícil
entender que todo ese circo populachero que está haciendo el jesuita (de algún
sitio viene la expresión “es un
jesuitín” como sinónimo de hipócrita retorcido) no es más que puro márquetin
para encubrir lo de siempre. Como cambiar la botella de Coca-cola para seguir
vendiendo el mismo refresco. Y en eso la colaboración de los medios
capitalistas es muy importante.
Lo siento, cariño,
pero no se puede estar en ambos lados. O estás con el verdugo o estás con la
víctima.
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