Amina Agami
* * copiado tal
cual del informe “Luchando por la justicia y los derechos humanos. Activistas
egipcias cuentan su lucha” de Amnistía Internacional (ISBN: 978 - 84 - 96462 -
40 - 3)
- Proteger a las
mujeres frente a la violencia
- "Para mí es un
orgullo haber hablado con trabajadoras de la industria del sexo y haberlas
concienciado sobre sus derechos".
Amina Agami huyó
de su esposo tras años de violencia en el ámbito del hogar, a pesar de los
enormes riesgos económicos y sociales que suponía esa decisión. Lleva 10 años trabajando
para ONG que promueven y protegen los derechos de las personas que corren mayor
peligro, como las personas que trabajan en la industria del sexo y las afectadas
por el VIH/sida, muchas de ellas residentes en asentamientos precarios. Oriunda
de Beni Suef, al sur de El Cairo, y licenciada en humanidades, Amina Agami dejó
de trabajar al tener hijos. Pero su hogar se convirtió en un lugar de terror.
Fui víctima de
violencia intrafamiliar a manos de mi esposo. Sufrí mucho, pero al final conseguí
separarme de él. Eso fue hace 11 años.
Mi familia se
escandalizó cuando dejé a mi esposo. En aquel momento, uno de mis hijos tenía
tres años y el otro uno.
A base de errores
aprendió que “lo más importante para una mujer es el empoderamiento económico”.
Y añadió: “Sin eso no pueden escapar de relaciones o situaciones abusivas. Están
atrapadas. Ése fue mi principal obstáculo para dejar a mi esposo”.
Amina Agami, que
ahora tiene 42 años, convirtió su trauma personal en la fuerza motriz necesaria
para ayudar a otras mujeres que habían sufrido violencia o corrían peligro de sufrirla.
Trabajó durante ocho años para la Fundación Al Shehab para el Desarrollo Integral,
dedicándose a la violencia contra las mujeres y a cuestiones relacionadas con
las trabajadoras de la industria del sexo.
En ocasiones ha
estado en peligro a causa de su trabajo. En enero de 2010 fue detenida mientras
entrevistaba a trabajadoras del sexo; la trasladaron a la comisaría de la zona
antigua de El Cairo, la sometieron a un registro corporal sin ropa y pasó la
noche en una celda.
Lleva un año
colaborando con Maan, una ONG que se centra en la salud, la infancia, el
desarrollo y la prevención del VIH/sida. Al preguntarle por la nueva Constitución,
Amina Agami afirmó que “[…] no se preocupa por las mujeres, como si no
existieran”. Según dijo, potencialmente la Constitución podría establecer el matrimonio
infantil.
La Constitución no
ofrece a las mujeres ninguna posibilidad de acceder al Parlamento, el Ministerio
de Justicia o cualquier otro puesto similar. En cuanto a las últimas protestas,
añadió: “Se ha quebrantado la revolución. Mataron a jóvenes de entre 18 y 25
años. Esos jóvenes son el futuro del país. Si los matas, el país no tiene
futuro, es así de simple”.
¿ES OPTIMISTA
SOBRE EL FUTURO?
“Creo que la
situación actual en Egipto es especialmente complicada. Antes de la revolución,
el gobierno simplemente negaba que las mujeres tuvieran ciertos derechos. Ahora
tenemos el problema de que determinados sectores religiosos dicen que iremos al
infierno por pedir [que se respeten] nuestros derechos.”
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