Diccionario de la Transgresión Feminista: C-D

* * * Fuente: "Diccionario de la Transgresión Feminista", primera edición, volumen II, JASS Asociadas por lo Justo.
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Compasión

Como tantos otros valores o sentimientos humanos, las religiones dominantes, y especialmente las cristianas, han tergiversado el significado de esta palabra asociándola a un sentimiento pasivo de lástima o pena ante la desgracia, sufrimiento o dolor de otra persona pero las feministas la resignificamos como un valor importante para nuestro movimiento. Así la compasión se entiende como un sentimiento más intenso que la empatía que describe el entendimiento o comprensión del estado emocional de otro ser, acompañado de un deseo de aliviar o reducir su dolor o sufrimiento.

Concientización feminista

Concienciación feminista es el proceso por medio del cual nos damos cuenta de que nuestra experiencia individual de discriminación y opresión dentro del paradigma patriarcal no es un asunto privado o un problema individual o aislado sino un asunto estructural que nos afecta a todas las mujeres. Este proceso nos lleva a tomar una posición política frente al paradigma patriarcal y frente a todas las estructuras de opresión que él crea para poder transformarlas. Como metodología fue desarrollada por las feministas de los 60s en Estados Unidos pero que luego se expandió a muchos grupos feministas en todo el mundo. Combinaba dos elementos importantes: la ausencia física de los hombres de los espacios de análisis y la articulación de enlaces internacionales, mentales, emocionales, espirituales y físicos con otras mujeres.

La ausencia de hombres era necesaria para que las mujeres pudieran “pensar en sí mismas”, cosa que era muy difícil de hacer frente a los hombres debido a que el patriarcado está tan arraigado en las mujeres que se necesitaba una espacio artificial sin hombres para darle a las mujeres la oportunidad de no caer en su habitual machiplancencia (necesidad de complacer a los hombres o cuidar sus egos.) En este espacio, aunque artificial, las mujeres podían presenciar la inteligencia y experiencias de otras mujeres. De esta manera, las feministas pudieron reestructurar los vínculos entre mente, corazón y cuerpo necesarios para producir otro tipo de conocimiento y, a su vez, esto permitió diversas combinaciones entre percepciones, emociones y pensamientos.

La metodología consistía en “empezar desde una misma” para no tener que recurrir a las explicaciones androcéntricas de las diferentes ciencias patriarcales. Este proceso llevó a las feministas a entender mejor la cultura masculina en la que estaban inmersas. Así nació un conocimiento capaz de entrelazar la experiencia individual de desventaja, discriminación o desigualdad de cada mujer con las estructuras e instituciones que mantienen al patriarcado capitalista y colonizador. Este conocimiento, que proviene del fondo de lo personal, íntimo y privado era muy poderoso pero también amenazador, pues cuestionaba las dicotomías situadas en la base del mundo social y simbólico.

No se debe confundir la concientización con la simple narración de historias personales, pues partir de una misma significaba también ir analizando al mismo tiempo las estructuras invisibles del patriarcado que hacían posible esas experiencias. La concientización fue el comienzo de lo que hoy en día se llama epistemología feminista que devela no sólo el androcentrismo en todo el conocimiento “humano” sino que descubre una serie de dicotomías, muchas ya descubiertas por el marxismo, como la interacción entre la teoría y la práctica, pero que van más allá del marxismo porque develan el efecto que tienen en la valoración de lo femenino y las mujeres. Para el feminismo de esos años, el mayor desafío implicaba empezar a deshacer las dicotomías que formaban parte de la fundación del patriarcado y que, a su vez, encasillaban a todo el universo en términos opuestos y complementarios como: naturaleza/cultura, cuerpo/mente, femenino/masculino.

El análisis de la identidad sexual y del mundo se llevaba a cabo junto con un enfoque que cuestionaba la identidad, la subjetividad, las diferencias sexuales, las jerarquías sociales fundamentadas en la clase social o la etnia o raza y las formas de cultura y la política. Colectivamente, las feministas utilizaron y reinterpretaron la cultura y el conocimiento a partir de una amplia gama de experiencias y perspectivas uniendo fuerzas desde diversos trasfondos culturales, diferencias de clase y raza y académicos. Así, nuevas nociones y formas de acción intelectual y política emergieron: el conocido dicho de “lo personal es político” resumía acertadamente todo esto que estaba pasando, lo cual era peligroso. Por eso la reacción patriarcal no se hizo esperar y con el transcurrir de los tiempos la concientización feminista fue percibida por las mismas feministas como una metodología elitista que no tomaba en cuenta las jerarquías raciales, de edad o de clase lo cual no es cierto.

Cultura Institucional

Cultura Institucional es la suma determinada de valores y normas que son compartidos por la mayoría de las personas que trabajan en nombre de, por, dentro o para el Estado, e igualmente en otras organizaciones, ONGs, y organizaciones de la sociedad civil, que controlan la manera que interaccionan unas con otras y ellas con la sociedad. Los valores institucionales son creencias e ideas sobre el tipo de objetivos que deben tener las organizaciones y el modo adecuado en que se deberían conseguir. Estos valores a su vez desarrollan normas, guías y expectativas que determinan los comportamientos apropiados para todas las personas trabajadoras en las distintas organizaciones de la sociedad y del Estado, incluyendo a los y las líderes políticos.

Defensoras de los derechos humanos

Defensoras de los derechos humanos son aquellas mujeres activistas que trabajan para hacer realidad los derechos humanos que se establecen en la Declaración Universal o en las diversas normas de derechos humanos a las que la Declaración ha dado lugar, especialmente la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres (CEDAW). Actúan por cuenta propia o en asociación con otras personas, a título personal o en el marco de su profesión. Muchas defienden los derechos humanos en sus actividades cotidianas, mientras que otras se convierten en defensores a causa de una acción o postura individual adoptada en favor de los derechos humanos. Pese a su diversidad, las defensoras tienen varias características en común, con independencia de quiénes sean o qué hagan. Todas respetan el principio fundamental de universalidad: que todos los seres humanos son iguales en dignidad y derechos, sin importar el género, sexo o identidad de género, la raza, la etnia, el estatus, las habilidades o cualquier otra condición. Todas se comprometen a cumplir las normas internacionales de derechos humanos y a respetar los derechos y las libertades del prójimo en sus propias acciones.

Diversidad

Diversidad son las variadas, complejas, enriquecedoras y naturales diferencias entre mujeres y dentro de cada mujer y cada grupo de mujeres, entendidas en el marco de la experiencia femenina compartida por todas las mujeres dentro del paradigma patriarcal.

Desarrollo

Desarrollo en términos económicos significa la evolución progresiva de una economía hacia niveles de vida definidos por el capitalismo globalizado que implica además toda una reorganización de la vida cultural, espiritual, artística, familiar, etc.

Desarrollo sostenible

Desarrollo sostenible se aplica al desarrollo socioeconómico y fue formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo creada en Asamblea de las Naciones Unidas en 1983.

Dicotomía


Dicotomía es la división de una unidad o sistema en dos partes o subsistemas que son mutuamente excluyentes el uno del otro al tiempo que exigen que todos los elementos de esa unidad o de ese sistema pertenezca a una de las dos partes o subsistemas. Las feministas hablamos de la dicotomía sexual para referirnos a la división de la humanidad en dos sexos, el femenino y el masculino, que se definen por exclusión y que exigen que todo ser humano pertenezca a uno u otro sexo. También se dice que la dicotomía sexual es una manifestación del sexismo que se expresa en definir a las mujeres con todas aquellas cualidades que los hombres no quieren para sí mismos.

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