Trini Amoros: "Post-it: A vuela pluma, el tren de la libertad"


Un mes sin escribir ni una sola frase. ¿Se me habrá olvidado o es como montar en bici? Yo que siempre he negado el pánico a la hoja en blanco… ¿Qué por qué? Porque cuando una se sienta a escribir es porque tiene algo que decir.

De la jornada de ayer se escribirán cientos de páginas en los periódicos, en las redes sociales, en blogs similares o contrarios al mío pero ninguna de estas páginas será la importante. La página que verdaderamente importa es la que escribimos en el mismo momento que se producía. La página en la que las mujeres asturianas, alicantinas, valencianas, canarias, madrileñas…, las mujeres de este país, escribimos nuestro presente para dejarlo subrayado en la historia subiéndonos al tren de la libertad.

En una pancarta se podía leer: “Somos las hijas, de las hijas de las brujas que no pudisteis quemar” Si ser bruja significa saberme libre e igual o ciudadana con plenos derechos, apúntenme a la lista.

El planeta en el que vivimos ha repetido una y otra vez páginas de guerra y dolor, de muerte y catástrofes por el territorio. Los hombres han lanzado piedras contra otros hombres, empuñado espadas y tirado bombas por los lindes de un trozo de tierra, comarcas o países.

Nosotras también hemos defendido la tierra y los lindes pero a través del cuidado (que poco valorado está el cuidado y cuan magnificada la guerra… ¿Que no? Solo tienen que dar un vistazo a los títulos de las superproducciones más rentables en términos económicos de Hollywood). Nosotras, las mujeres, no empuñamos armas. Creamos alianzas. Y durante siglos hemos creado esas alianzas para defender nuestro territorio más sagrado, el de nuestros cuerpos.

El feminismo es la lucha más incruenta y más pacífica de todas las luchas históricas y sin embargo, la desigualdad más antigua y más injusta es la que se da entre hombres y mujeres. La lucha de las mujeres, el feminismo, ayer, en nuestro país protagonizó una jornada histórica. Más de cien mil personas nos manifestamos en Madrid para defender la libertad de las mujeres. El cuerpo de las mujeres solo pertenece a la mujer y por tanto la decisión de ser medre o no serlo solo le corresponde a ella. Que el Ministro Gallardón mandatado por el presidente Rajoy se arrogue la potestad de decidir sobre la vida de la mitad de la población, se atreva a convertir el derecho a decidir de cada mujer sobre su cuerpo en delito y nos prive de libertad, nos convierte en seres tutelados y la tutela se ejerce sobre personas sin capacidad de discernir. ¿Qué será lo siguiente? Si las mujeres no somos personas con capacidad de discernir ¿Nos privaran del derecho al voto? ¿De estudiar en la Universidad? ¿De ejercer un oficio?

Ayer, la lucha de las mujeres consiguió unir a sindicatos y partidos políticos que se sumaron y apoyaron a las organizaciones sociales que protagonizaron el Tren de la libertad. El gobierno y el partido que lo sustenta se quedaron solos.

La soledad de quien pretende someter a las mujeres frente a los cienos de miles de abrazos entre mujeres que se conocen a través de las redes sociales pero que se saben parte de una lucha común: la libertad de las mujeres. Una jornada en la que las emociones, el cuidado y los afectos sustentaron las palabras, la razón y la lucha política por la libertad.


La libertad de las mujeres la conseguiremos sembrada de los afectos que devienen de la razón y de la lucha que cada una de nosotras compartimos con nuestras iguales.

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