Carme Freixa: #8M El feminismo expropiado

© Carme Freixa, Catalunya Press

Hace 2 años que cuando escribo sobre el 8 de marzo no puedo reprimir la crítica a los actos institucionales que simplemente sirven para que parezca que los gobiernos se preocupan por todo lo que incumplen el resto del año respecto a unos derechos humanos muy específicos: paridad entre mujeres y hombres, igualdad de oportunidades y equidad social.

Sin estos derechos no hay democracia, no hay sociedades justas ni pueden cumplirse ninguno de los otros derechos humanos. La misma crítica sirve para empresas y partidos políticos.

Sin la paridad, la igualdad y la equidad no hay posibilidades para el cumplimiento de cualquiera de los otros DDHH que siempre es bueno revisitar. Pero las reglas del juego social, patriarcales por más señas, han logrado convencer a una gran mayoría de personas de que estos derechos fundamentales son, en realidad, nimiedades que vindican las mujeres feministas. Esta perversidad ideológica patriarcal ha dado lugar a creencias sociales erróneas que van desde los exabruptos de los machigarrulos clamando contra un supuesto hembrismo, del que nadie tiene pruebas fehacientes, hasta las bienintencionadas voces clásicas que dicen aquello tan manido de primero la revolución y luego si ya… entramos en detalles.

Obviaré describir las posiciones intermedias entre estas dos creencias que tan bien señaladas quedan cuando hay mujeres que, antes de cualquier justa reclamación, se sienten obligadas a declarar que ellas no son feministas pero sin embargo creen que la repartición de papeles, sueldos, cargos y cargas no es justa. ¡Mira tu!

Es en la perversa forma del “primero la revolución y luego si ya, vemos lo vuestro..” en la que quiero detenerme porque esa es la fórmula patriarcal que ha expropiado al feminismo. La perfidia de la fórmula no tiene límites porque parte de la premisa incuestionable que hay que cambiar una sociedad injusta pero luego nos dice que las vindicaciones feministas no son lo más importante para conseguir crear una sociedad sin injusticias. Luego, nada de lo que tu y vosotras vindicáis es fundamental para la humanidad y su progreso. Eso sí, te prometemos, os prometemos, que en cuanto hayamos androreordenado el mundo os dejaremos un pequeño espacio para que hagáis vuestras cosas.

Y así se ha ido construyendo la idea para la mayoría social que el feminismo consiste en una serie de peticiones radicales. Al tiempo que la idea de “primero lo más importante” ha ido calando, cual lluvia fina, en el ideario de muchas mujeres feministas que los partidos políticos han engullido.

Las vindicaciones feministas son transgredidas cada día después de cada periodo electoral, cuando las organizaciones patriarcales, con el poder conseguido, ya se sienten liberadas para dejar de hablar teniendo en cuenta a la mitad de la población y sus aparatos se dedican a convencer a las mujeres feministas que les han apoyado que lo más importante son los acuerdos de gobierno, que siempre son de mínimos y, por tanto no pueden incluir las vindicaciones feministas, que siempre son de máximos.

El feminismo se expropia cada día cuando se repasan los organigramas políticos y técnicos de los ayuntamientos y las instituciones que siempre incumplen con creces cualquier Plan de Igualdad.

El feminismo se expropia cada día cuando el terrorismo machista no es una Cuestión de Estado y se expropia el cuerpo de las mujeres legislando restrictivamente sobre sus decisiones.

La organización patriarcal de los partidos políticos ha sido quien mejor se ha aplicado a expropiar el feminismo. Sus mujeres feministas han sido transaccionadas y subsumidas en todos y cada uno de los congresos, conferencias políticas y programas electorales. Ahora a quienes dicen estar por una democracia real y participativa las mujeres feministas les han de estar recordando que sin feminismo no hay revolución.


Devolvamos el 8 de marzo a las calles de donde nunca debería haber salido solo así podremos detener la expropiación del feminismo. Esta es la razón por la que todas las mujeres y hombres feministas deberían apoyar acciones como "la vaga de totes", los escraches a la iglesia católica, la derogación del Concordato y todas las luchas que tengan como finalidad que la igualdad, la equidad y la paridad conformen nuestro modelo de sociedad para que esta sea realmente Democrática.

Comments

Popular Posts