Sonia Vaccaro: ¿De qué hablamos cuando hablamos de SAP?
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copiado tal cual de la página web de Sonia Vaccaro: http://www.soniavaccaro.com
* * he cambiado
SAP por SAP para facilitar la lectura.
- “Miente,
miente, que al final algo quedará... ...cuanto más grande sea una mentira más
gente lo creerá..."Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi
Introducción
Según
el DSM-IV, un síndrome es una agrupación de signos y síntomas basada en su
frecuente concurrencia, que puede sugerir una patogenia, una evolución, unos
antecedentes familiares o una selección terapéutica comunes.
Las
ciencias de la salud, acuerdan en designar como síndrome sólo (y sólo si) a un
grupo de signos y de síntomas constantemente relacionados entre sí, que
expresan una situación patológica; cuando se corroboran, a través de un número
considerable de casos y durante un tiempo prolongado, la concurrencia de los
signos y síntomas que lo conforman. Cuando a su vez, se convalidó la
metodología utilizada y cuando se expusieron los estudios y pruebas a
consideración de la comunidad científica, para que cualquier profesional del
sector pueda fácilmente verificarlo de manera objetiva.
No
obstante, en el lenguaje coloquial, en ciertas ocasiones se designa como
síndrome a síntomas o signos que adolecen de la falta de concurrencia y la
consecuente comprobación durante un período de tiempo en un número reiterado de
casos observables.
Desde
la epistemología, es dable esperar que en la ciencia – y todas las disciplinas
científicas- se extreme la exigencia que evite que lo coloquial y corriente,
invada terrenos con pretendidas aspiraciones de legitimación. En especial, en
aquellos ámbitos donde se dirimen derechos fundamentales de las personas.
A pesar
de una comunidad científica atenta y minuciosa, la historia – y la historia de
las ciencias - relatan algunos hechos donde parece haber encontrado su
inspiración Joseph Goebbels, llegándose a distorsionar el debate hasta límites
que hacen perder de vista el origen.
¿De qué
hablamos cuando hablamos de SAP?
El
fenómeno del pretendido síndrome de alienación parental, es tal vez un caso que
merezca la atención y el análisis minucioso de la comunidad científica, para
evitar, con vistas al futuro, designaciones y consideraciones apócrifas que,
como en este caso, pueden dañar de modo grave e irreversible aquello que se
dice querer preservar: la niñez.
Acerca
de los orígenes
En el
año 1985, Richard Gardner, médico clínico norteamericano, en calidad de perito
técnico judicial y en el marco de un litigio por la custodia de los hijos,
nombra por primera vez una serie de conductas que presentarían los hijos y/o
las hijas de ese matrimonio que él denomina “síndrome de alienación parental”.
En el
año 1987, publica a través de su propia editorial: Creative Therapeutics: “El
síndrome de alienación parental y la diferencia entre abuso sexual infantil
fabricado y genuino” asociándolo directamente a las denuncias -siempre en el
ámbito judicial- de acusaciones de incesto hacia uno de los progenitores,
diciendo que: casi siempre la denunciante es la madre, y quien es
denunciado/acusado, es el padre. (sic)
Desde
ese momento, R. Gardner asoció este pretendido síndrome de alienación parental,
a casos de litigio por la custodia de los hijos y - en especial - cuando se
acusaba al progenitor de abuso sexual hacia el hijo o la hija.
Según
R. Gardner, lo que él así denomina -SAP-, es un “lavado de cerebro” al cual uno
de los progenitores -generalmente la madre-, somete al hijo/a, en contra del
otro progenitor -generalmente el padre-, logrando de este modo “alienar(4)”,
quitar a ese padre de la vida del hijo/a, hasta hacerlo “desaparecer”,
haciendo, en algunos casos, que el niño o la niña inventen que su padre abusó
sexualmente de él /ella.
Acerca
de las raíces teóricas del SAP
Desvelar
la ideología que sustenta el SAP, implica enfrentarse a un sinuoso y
conflictivo camino, plagado de debates en los que se entreveran algunas razones
científicas con implacables deducciones jurídico-patriarcales.
Los
orígenes del SAP, se hallan en la teoría de la sexualidad humana de Richard
Gardner, una teoría según la cual, el contacto sexual adulto-niño es benigno y
beneficioso para la reproducción de las especies. Esta teoría interpreta el
incesto y la pedofilia como benignos, como conductas no-abusivas y es el
reflejo de aquellos activistas que defienden la pedofilia como un modo de “orientación
sexual” posible.
Sobre
esta banalización de lo siniestro, el SAP se erige como un constructo que, al
partir de premisas falsas, arriba a conclusiones aberrantes, que como tales,
producen perplejidad y confusión.
Algunos
de estos presupuestos sobre los que se asienta el SAP, afirman:
- Que
los niños son fácilmente programables.
- Que
los niños mienten y pueden sostener una mentira, sólo por dañar a otra persona,
aún cuando vaya contra su propia voluntad e intereses.
- Que
los derechos de los niños deben quedar subsumidos a los derechos de los padres,
- Que
es necesario coaccionar a un niño para encauzar su conducta en los criterios de
normalidad subjetiva que consideren los adultos implicados.
Presupuestos
que echan por tierra años de estudios y comprobaciones acerca del pensamiento y
del psiquismo infantil; a la vez que arrasan con los logros jurídico-sociales
de los Derechos Internacionales de la Niñez.
Acerca
de los sesgos misóginos y discriminatorios del denominado SAP
En el
invierno de 1989, en un ejemplar de la revista “Paternidad Americana, La Voz de
la Paternidad Responsable y Dedicada”, de la Organización Nacional de Padres,
de la ciudad de Camden, Delaware, aparece publicado un artículo firmado por
Richard Gardner: "Parental Alienation Syndrome”, en cuyo subtítulo
interroga. "¿Por qué algunas madres ejercen todo su poder para expropiar
al niño del padre? ¿Qué puede hacerse?"
En este
texto, los sesgos de género abiertamente adversos hacia la mujer - que en el
principio de sus trabajos se vislumbraban - se hacen evidentes y manifiestos.
No obstante, en los últimos años, debido a las críticas que recibió en este
sentido, en especial desde los movimientos de mujeres, R. Gardner adaptó la
estética de su discurso a las circunstancias, aunque los contenidos y
fundamentos de todos sus escritos continuaron - y continúan desde sus
discípulos - orientados en el sentido original.
En
1991, R. Gardner, publica (siempre desde su propia Editorial) “Sex Abuse
Hysteria: Salem Witch Trials Revisited” en el cual escribe que "la
histeria del abuso sexual está omnipresente"(1992, p. xxv), criticando a
profesionales de la salud mental, investigadores, fiscales y abogados que
intentan proteger y defender los derechos de la infancia en este debate. Por
ejemplo, Gardner acusa a algunos fiscales y querellantes de “gratificar su
propio deseo sexual y tendencias sádicas a través de su intervención en casos
de abuso sexual” (sic) llegando a afirmar que "Hay un poco de pedofilia en
cada uno de nosotros" (p. 118).
John E.
B. Myers sostiene: “...en mi opinión, muchos de los escritos de Gardner,
incluyendo su Parental Alienation Syndrome, son discriminatorios y prejuiciosos
contra la mujer. Esta parcialidad de género “infecta” el síndrome, y logra una
poderosa herramienta para menoscabar la credibilidad de las mujeres que
denuncian abuso sexual infantil. Porque el SAP perpetúa y exacerba la
discriminación de género contra la mujer, yo considero que el síndrome arroja
mucha más sombra que luz sobre este difícil tema...".
Con el paso del tiempo, y gradualmente, R. Gardner, logró posicionar este supuesto síndrome
en la justicia: en los litigios de divorcio y por la custodia de los/as
hijos/as, en contra de las madres, y de modo muy especial, cuando surgía una
acusación de incesto.
Acerca
de la admisión a prueba del SAP en la justicia
A
través de su utilización, en especial en el ámbito judicial, este pretendido
síndrome, se fue instalando entre los psicólogos, abogados/as, peritos y
funcionarios/as de la justicia. Su utilización se multiplicó exponencialmente y
obturó toda racionalidad crítica en gran número de profesionales que avalaron y
sostuvieron “sin cuestionamientos” lo propuesto desde la mente de este médico
norteamericano.
El
debate acerca del SAP, comenzó en USA a fines de los años 90'. En ese momento,
en los estados Unidos de Norteamérica, profesionales, Instituciones
especializadas, y gran parte de la Comunidad científica, publicaron
bibliografía y críticas a través de las cuales fundamentaban la importancia de
no considerarlo como instrumento diagnóstico, aludiendo a los graves errores de
los cuales adolecía este supuesto síndrome: “...La Asociación Médica Americana
- AMA - y la Asociación de Psicólogos Americana - APA - , lo inhabilitan para
configurar un síndrome diagnóstico - en el sentido estricto del término- ya que
no han sido hechas pruebas que lo convaliden ni su autor ha expuesto a
consideración de la comunidad científica los datos en los cuales se basó para
configurarlo...”
En
1996, un trabajo titulado: "Cuestiones y Dilemas en Violencia Familiar,"
producido desde la Asociación de Psicología Americana, por el Grupo de Trabajo
de Expertos acerca de La Violencia y la Familia, analiza, entre otras
cuestiones, la utilización del SAP en el ámbito de la justicia, aludiendo a los
fundamentos de R. Gardner y arribando a las siguientes conclusiones: "El
personal judicial no sólo debe ser advertido que el SAP no está reconocido como
un síndrome médico por la AMA (Asociación Médica Americana) y la APA
(Asociación Americana de Psicología), sino que el empleo de este dudoso
síndrome como un instrumento adaptado para quitar la tenencia cuando las madres
aducen abuso, no puede ser acallado...".
En
1998, la APA, en un artículo que firma Scott Sleek vuelve a expresar su preocupación acerca de la
utilización del SAP en la justicia: “...Por ejemplo, algunos jueces de familia
han denegado a una madre divorciada, la custodia de sus hijos, basados en
"un diagnóstico" del “síndrome de alienación parental, Richard
Gardner, MD, acuñó aquel término en 1987 para describir a un progenitor
-generalmente la madre- que trata de volcar a sus hijos contra el otro
progenitor. Mientras los psicólogos acuerdan, que en algunos casos podría
presentarse esta conducta, esto no lo acredita como síndrome de alienación
parental ni que sea un elemento diagnóstico válido, y no debería ser admitido
en casos de litigios por la custodia de los hijos...”.
La
Asociación Médica Americana y la Asociación de Psicología Americana concluyen:
"El trabajo de Richard Gardner jamás ha sido revisado ni reexaminado. Él
logró posicionar este tema a través de la publicación de sus propios trabajos
en su propia editorial: “Creative Therapeutics”, fue su propio editor de los 30
libros que publicó desde entonces, incluyendo “Parental Alienation Syndrome”.
Ambas
Asociaciones, han advertido acerca de las graves consecuencias que se
sucedieron durante estos 20 años, a través de la admisión del SAP en la
justicia y su aplicación por parte de los jueces. Se han descrito casos de
niños y adolescentes que se han suicidado al ser obligados a convivir con el
padre que solicitaba el cambio de custodia, niños que presentaron cuadros
psicopatológicos severos, y homicidios por la acusación a la ex pareja de haber
producido el SAP.
Obviando
todos los debates y textos que alertaron acerca de la falta de rigor científico
y de su validez, los argumentos y el propio síndrome de alienación parental,
fueron -y al día de hoy lo son- utilizados por profesionales a quienes les ha
sido -y continúa siendo- funcional la utilización del mismo en el marco de los
litigios en la justicia.
La
gravedad de estas estrategias reside, en especial, que arrasan contra los
derechos de quienes dicen querer proteger: los niños y las niñas,
convirtiéndoles en protagonistas y víctimas forzadas en un escenario donde se
les avasalla en su integridad y en sus Derechos, de modo siniestro, al provenir
desde quienes deben protegerles.
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